martes, 30 de junio de 2015

VOGUE, like a painting

Por Pablo Paniagua 
Anoche inauguraba VOGUE España en el Museo Thyssen-Bornemisza una de las exposiciones más esperadas por todos los que amamos el mundo de la moda, la fotografía y la belleza en la más amplia extensión de la palabra: VOGUE, like a painting

¿Quieres saber más de lo que te está esperando en las salas del museo? Tan fácil como seguir leyendo...

Por primera vez la cabecera española de VOGUE España organizaba una exposición en un museo y nada mejor para tal debut que abrir los deseados y míticos archivos de la casa para deleitarnos con una de las exposiciones del año. Yo tenía bastante curiosidad por ver la exposición y la selección de obras. En mi formación como fotógrafo he escuchado en más de una ocasión que cuando estás componiendo y encuadrando lo que ves a través del objetivo tiene que ser lo más parecido a un cuadro, porque ahí es donde estará la foto. Claro una exposición en la que me juntaban fotografía y pintura, con la moda como principal ingrediente, era el mejor anzuelo que me podían poner para querer, desear visitar la exposición.
A través del recorrido por la muestra se puede ver la relación entre la pintura y la creación fotográfica a través de una cuidada selección de fotografías que han marcado la historia de la moda. Realizadas por los grandes de la fotografía de moda, de Cecil Beaton a Met & Marcus, pasando por Irving Penn, Paolo Roversi, Tim Walker, Steven Klein y Mario Testino entre otros. Pero si hay alguien que brilló en la noche de ayer tanto como sus obras fue Peter Lindbergh, autor de la fotografía promocional de la exposición y padre de buena parte de las obras que se exponen en la muestra. Nos enamoraron sus fotografías, pero su gorra bordada con su nombre nos robo el corazón.
Peter Lindbergh, 2012
Los montajes del Thyssen siempre están cuidados al más mínimo detalle. Recordad la exquisita exposición de Givenchy que nos contó Mayte de la Iglesia en este post y que obtuvo una gran aceptación en público y crítica. Si en aquella ocasión nos recibía el mítico logo de la casa en rosas blancas, ahora es esa fotografía de Tim Walker que nos viene a la cabeza al oír su nombre. Lily Cole en la infinita escalera de caracol nos da la bienvenida e invita a adentrarnos en el universo fotográfico de VOGUE.
Tim Walker, 2005
La exposición está dividida en 4 grandes bloques y una sala con un sorprendente final. La primera sala, con el gris pizarra como fondo de las obras nos adentra en las fotografías inspiradas en las obras más clásicas de grandes como Zurbarán, Vermeer o Velazquez. El tratamiento de las luces y las sombras, la pose de las modelos, el encuadre y ambientación, es como realizar un viaje en el tiempo...
Irving Penn, 2005
Mariano Vivanco, 2011
Aquí especial atención a dos cuadros míticos. La joven de la perla de Vermeer visionada a través del objetivo del alemán Erwin Blumenfeld. Observando la fotografía podríamos decir que se ha tomado en estos últimos años, pero la sorpresa viene cuando podemos comprobar que se hizo 1945, año en el que el berlinés realizó una docenas de portadas para el grupo Condé Nast.
Erwin Blumenfeld, 1945
El encanto de este cuadro parece que ha hipnotizado a más de un Erwin. En el año 2013 Erwin Olaf cayó rendido ante el influjo de Vermeer para hacer su versión de La Joven de la Perla, presentando en esta ocasión una actitud más inquietante y misteriosa. Una de las maravillas de esta exposición es que poder ver a gran formato estas fotografías, te permite fijarte con máxima precisión en todos los detalles, como por ejemplo, ver el esquema de iluminación en los ojos de la joven y el trabajo de edición impecable.
Erwin Olaf, 2013
Pero si hay una fotografía que es idéntica al cuadro en el que se ha inspirado es la Santa Isabel de Zurbarán encarnada por Carmen Kass y fotografiada por Michael Thompson. Coincidencias, o no, que en la parte superior del museo se encuentra la exposición de Zurbarán que puede visitarse hasta el próximo 13 de septiembre. 
Michael Thompson, 2000
Zurbarán, 1635
Y de los grandes clásicos pasamos a la sala celeste, donde la alta costura es la reina indudable de la estancia. 
Aquí podemos ver, entre otras, el retrato coral de Cecil Beaton de 1948 con los vestidos de Charles James, con la alta sociedad neoyorquina de finales de los 40 como protagonista, la inquietante foto de William Klein Isabella y Napoleón, tomada en el Museo Grévin de París en 1963, el oscuro romanticismo de Tim Walker en Patrick Wolf y los cisnes y algunas de las imágenes más impactantes de David Sims tomadas en el Palacio de Versalles para el especial costura que vimos fotografiar en The September Issue. 
Cecil Beaton, 1948
William Klein, 1963
Tim Walker, 2007
David Sims, 2007
Mario Testino, 2013
A continuación la sala verde, presidida por un maravilloso vestido de costura colección 2015. Si el vestido ya te impresionaba en el desfile, visto en vivo y en directo, la precisión y delicadeza con la que está ejecutado, es otra de las razones de peso por la que hay que visitar esta exposición.
En esta sala el hilo conductor son las flores, la vegetación, el agua... Retratos de Lindbergh con la costura de Dolce & Gabbana, el bosque encantado de Tim Walker, el romanticismo de Patrick Demarchelier... 
Peter Lindbergh, 2012
Tim Walker, 2004
Patrick Demarchelier, 2014
Tim Walker, 2010
En esta sala imposible no pararte y deleitarte con la fotografía que Nick Knight realizó en 1995 a Amber Valetta y Shalom Harlow, al más puro estilo Sorolla por el empleo de la luz, el desenfoque, los brillos del agua, el mar....
Nick Knight, 1995
 Y llegamos a la última sala de la exposición, la naranja, donde abundan las obras de clásicas, atemporales y cuidadas al milímetro de Cecil Beaton, la exquisitez de Horst P. Horst y la obra de Schiaparelli, el hechizo explosivo de Nick Knight, el misterio de Tim Walker de la mano de Balenciaga, el futurismo de Steven Klein y su visión de las Google Glass....
Horst P. Horst, 1947
Nick Knight, 2008
Cecil Beaton, 1936
Tim Walker, 2014
Hubo dos fotografías que me impactaron de Clifford Coffin. Por su exquisito bodegón de alta costura de 1954, que con la técnica empleada en el revelado y el uso del color y desenfoque era una auténtica acuarela. Pero más me asombró la modernidad y atemporalidad que supo captar en 1949 en el retrato a las bañistas colocadas estratégicamente en las dunas donde todo está medido al milímetro. 
Clifford Coffin, 1954
Clifford Coffin, 1949
Y como punto y final a una impecable selección de obras, montaje y ritmo de exposición la obra de Guo Pei,  Queen Orchid, el majestuoso vestido realizado en el 2010 para The Arabian 1002nd Night Fashion Show. No olvidéis que a Guo Pei le gustan las cosas grandes y que se vean, como el vestido que lució Rihanna en la Gala del Metropolitan de este año. 
En definitiva y citando textualmente a Debra Simth, la comisaría de la exposición, para la que el hilo conductor de la muestra es una suerte de ralentización: "una temporalidad en la pose de las modelos; una especie de lapso mental en el que todo está muy quieto". 
Y la obra elegida para cerrar la muestra el imponente retrato de Cate Blanchett realizado por Irving Penn caracterizada como Isabel I de Inglaterra, durante el rodaje de Elisabeth. Una fotografía que recoge perfectamente la esencia de esta exposición. Cuando regresaba a casa extasiado por lo que había visto, revisando el Instagram de VOGUE España encontré la mejor definición a lo que había vivido esta noche en el museo: "Energía, pasión, arte y moda en movimiento. Esto es Vogue. Esto es arte. Esto es #VogueLikeAPainting".
Irving Penn, 2007

3 comentarios:

Pretty Little Lawyer dijo...

Qué bonito todo, me encanta Vogue, espero que lo disfrutaras.
Un besito :)
Pretty Little Lawyer

Maite dijo...

Que maravilla! 💓

In Front Row Style dijo...

Que chulo!!! Ojalá estuviera más cerquita de Madrid ;)
Un beso. Vanessa
http://www.infrontrowstyle.com/