Debido a que la actual primavera ha decidido hacer más factible que nunca el refrán "en abril aguas mil", y de paso nos ha bajado las temperaturas hasta hacernos creer que comenzábamos el otoño, hemos puesto rumbo al mes de septiembre del 2013 y, al menos en el blog, nos hemos instalado en una soleada tarde de finales del verano con el desfile de Jorge Vázquez que pudimos disfrutar en el calendario de MFShow desde la azotea del Club Financiero Génova, piscina incluida (no me diréis que visualmente no os tiento), para así ir motivándonos con las propuestas que pronto podremos lucir.
El inicio del desfile estuvo centrado en proponer looks urbanos, actuales, con siluetas clásicas pero renovadas, para una mujer a la que más que gustarle vestir bien, le gusta rozar la exquisitez.
Trajes chaqueta con bermudas (solo aptos para súper estilosas), vestidos smoking, sudaderas con apliques florales, abriguitos de verano en tonos potentes, vestidos de aparente minimalismo y por supuesto algún que otro LBD (little black dress), pero no uno cualquiera, sino uno "ideaaalll" como dirían las asistentes al desfile.
Las flores tuvieron cierto protagonismo. Las vimos a modo de bordado o aplique, pero sobre todo
llamaron la atención en estampado "liberty" que combinaban con tonos lisos,
zig-zags geométricos o animal print.
Así es como entiende y propone Jorge Vázquez su propio jardín floral.
Y yo digo: Sí, buana, así es como las quiero vestir.
Para rematar el desfile plumas, plumas y más plumas.
Marabú delicadamente posicionado bajo puntos de strass o bien a modo de fleco
que daba un aspecto sutil y etéreo a las prendas que cerraban la presentación
Ya hemos visto a Carmen Lomana lucir uno de los vestidos de esta serie en una entrega de premios,
pero apuesto esto es solo el comienzo. Estas prendas tiene ese algo que las convertirá
en filón editorial y protagonista de photocall.
Por último, no hay desfile en el que no me cuele en el backstage, así
que entren y disfruten, porque un paseo por tan inauditas bambalinas vale la pena.
Al aire libre, con el sol del atardecer y unas vistas increíbles de Madrid. Por suerte para las modelos, no hay edificios a la vista ni vecinos cotillas, y por suerte para la organización hizo un día fantástico sin una pizca de viento.
Debió ser toda una experiencia cambiarse
y contonearse bajo el cielo de Madrid.
¡¡Mira!! Si ahora que termino de escribir el post hasta parece que está saliendo el sol.
