Toda ciudad tiene cientos de lecturas. Cuando voy a París existe ese momento diurno, con visitas, exposiciones, compras, tráfico... y un momento nocturno en el que no hay nadie por la calle (especialmente cuando el frío de hace unos días, regresó a la ciudad), y en esa soledad y tranquilidad uno se puede dedicar a ver y deleitarse con los escaparates de otro modo. Buscando los detalles, una lectura, qué tipo de producto tiene cierta preferencia o en qué se inspiran. Este es el post de los escaparates de París en el mes de marzo del 2013, y comparándolos, precisamente haciendo la misma ruta por la Rue Saint-Honoré, yo diría que hace dos años fueron más originales y elaborados, y si no echadle un ojo por vosotras mismas y ya me contaréis.
Sombrero, bufanda y cámara en mano, por las calles de París.
¡¡Allá vamos!!