Pasteles... y de los que no engordan. La moda, nos da ese tipo de alegrías y pequeñas treguas.
Los tonos pastel se adentraron en nuestros armarios tras la efusividad cromática impuesta por la tendencia del color block. Si en más de una ocasión has escuchado que la moda es un vaivén de extremos opuestos, una vez más, con estas tendencia de intensidad tan dispar lo comprobamos de nuevo.
Yo cuando los visto, me gusta llevarlos engamados, es decir, si escojo el azul, como es el caso, sigo haciendo incapié en ese color para que alcance un protagonismo mayor y no quede en una mera nota de color, y luego darle un punto de contraste, en esta ocasión con estampado de leopardo y un toque de rosa, que es una combinación que nunca falla.
Así la llevaba, por ejemplo, en verano.
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