miércoles, 6 de mayo de 2015

Blanco que te quiero blanco


Esta temporada se va a llevar el blanco a rabiar.

No, no es que sea una advenediza ni que haya hecho un estudio entorno al tema, simplemente, cada primavera/verano el blanco resurge tras medio año guardado en el cajón para volver a ser el protagonista de nuestros looks, el compañero perfecto para cualquier combinación quitando del medio a su opuesto competidor el color negro y además el complemento idóneo (y casi obligatorio) para ese bronceado que ya se comienza a hacer notar.

Pero el color blanco, como todo lo bueno, tiene sus handicaps: se mancha fácilmente, 
y lo peor, es que se llega a amarillear tras varias temporadas.

Así que veamos hoy los trucos de abuela que junto a las colecciones a la venta en
 la tienda Merci de París hemos descubierto.



La tienda Merci, enParís, la única capaz de hacerle sombra (grande y alargada) a Colette (el paraíso del gadget/cachivache, templo de la moda surrealista y las nuevas tendencias en marketing), situada en el 111, Boulevard Beaumarchais, esta temporada dedica su espacio de moda al color blanco, al que es y será rey indiscutible de los sofisticados looks en total white (para muestra un botón, no necesariamente blanco) para las generaciones de ahora y siempre, y es que me viene a la cabeza el traje chaqueta de Bianca Jagger el día de su boda y me desmayo de tanto pulcro glamour, como icono venerable para los diseñadores de la moda adlib ibicenca y tono imprescindible en las tendencias minimalistas.  


Camines por donde camines, reina el blanco.
En looks rockeros, campestres y naïf, o minimalistas.


Y como no solo de últimas colecciones puede vivir la mujer que entiende de moda, 
por eso en Merci, hay tejidos vintage procedentes de China 
para hacer las delicias de las que se confeccionan sus propias prendas.


Para pasar a la zona donde se muestra la selección de grandes firmas y su amplio repertorio de blanco.
No es de extrañar, que después de salir del probador y de camino a la caja hubiese parada obligatoria en la zona de productos de lavado para mantener pulcras estas fantásticas adquisiciones.



Y aquí, es donde entramos en el rincón de consejos de la abuela para que el blanco sea blanco, y no gris, ni amarillo y todavía menos, rosa. Sí querida, a todas se nos ha colado ese calcetín de color rojo que convirtió nuestro armario en una sucursal de "agujetas de color de rosa". Así que:

1- Lavar el blanco con el blanco. Olvídate de aprovechar 
la lavadora que vas a poner para introducir algún elemento del color que sea. No. No es no.

2- Si vives en una zona de agua dura, no olvides añadir un poquito bórax.
Yo tampoco sabía lo que era, pero resulta que un compuesto del boro y en Mercadona lo venden.

3- Deja la lejía para otros menesteres, acaba quemando los tejidos 
y es uno de los causantes de que se vuelvan amarillentas.

4- Pon la lavadora en la opción de lavado en agua fría.
No tengo explicación que aportar, pero funciona.

5- Tienda la colada en un lugar que le de el sol.
Aunque digan lo contrario, esto no la va amarillear, a no ser que la dejes un mes tendida, claro.
Además es un modo de no dejar proliferar bacterias que se reproducen cuando la ropa esta durante mucho tiempo húmeda.

6- A las camisas blancas, que suelen mancharse más por la zona de cuello por el roce natural 
o porque vamos maquilladas, antes de meterlas en la lavadora un poco de spray quitamanchas.
Salen perfectas.

7- Las chaquetas prohibido meterlas a la lavadora. Sí, yo lo hice una vez y me quedé sin chaqueta.
Es mejor llevarlas al tinte, o si no están sucias pero te las has puesto un día y quieres evitar malos olores, hay unos sprays que funcionan genial para aplicarlos en la zona de la sisa, y rociada mejor por dentro, por el forro.

8- Y si te has comprado unos zapatos blancos de charol (qué pasa, yo tengo unos y no soy ninguna choni) límpialos con un algodón empapado en leche. Se quedan como nuevos. 

Y por mucho años de blanco radiante.
Firmado, la tía que más pantalones blanco acumula.

1 comentario:

Maite dijo...

Agua fría? Yo siempre agua caliente...habrá que probar junto al borax. Siempre se aprende algo, merci!