Diseñadores. Noticias y Caprichos

Marta de la Calzada, de la revista Vanidad, recopila en la sección dedicada, en el número de julio/agosto, al Especial Verano un popurrí de protagonistas los cuales nos hablan de sus preferencias para la época estival.

Marina de El Vestidor de la Condesa ilustra sus recomendaciones con una foto disparada en San Francisco junto a su perro Will.

Marina, querida Condesa, que me tenga que enterar por los medios que tienes perro....

¿Desde cuándo?

Ahí van sus favoritos para el verano:

Un básico en el vestir pasa por la chaqueta Pompeya de La Condesa, obvio, yo también soy fan del modelo pero más en versión Buganvilla. Rojo y morada FOREVER.

En su beauty bag no faltará la barra de labios fucsia La Rose Diorlywood, de Dior.

Calzará las bailarinas ratonas de Marc Jacobs. Recopilará en mil instantáneas cada segundo con la cámara analógica Holga. Lucirá los vaqueros cortos de su "marío" y se perderá en la exposición retrospectiva de Alexander McQueen del MET mediante el libro publicado para la ocasión.

Otra blogger, en este caso Ana Gonzalez (o ¿Polar? no se, confusión de información) de Sin Manolos y a lo Loco, llenará su maleta con multitud de bikinis y un montón más de minivestidos, no olvidará las gafas de buceo ni unos zuecos Hasbeens, y se maquillará con su pintalabios ultraresistente adquirido en Marruecos y un lipgloss de vainilla.

¿Será de nuevo Salvador de Bahía su destino de absoluta felicidad?

Y mis recomendaciones hipercondensadas.

Como ya no se ni cuantos bikinis de Colores Cortés tengo me los llevaré todos, para que no se pongan celosos entre si, luciendo cada día uno y si eso, que se acabe el mundo mañana.

Este año, pasando de la protección solar en versión lechosa. Mejor los aceites con protección solar 30 de Delial para el cuerpo, y en el rostro, un gran descubrimiento: Anthielios XL protección 50 de La Roche-Posay. Si, es crema, pero parece un base de maquillaje con un suave tono bronceado que ayuda a no parecer "rostro pálido" los primeros días de playa, piscina o montaña. Es más, creo que la voy a utilizar todo el año como fluido base.

A mis pies, sandalias nueva era en el estilo grecorromano firmadas por Birkenstock y unas Hunter (que al final resultaron ser las Aigle quienes me acompañaron) para los festivales de lluvia y barro irlandeses, además de las nuevas Pretty Ballerinas para callejear día y noche.

No van a faltar pañuelos y pareos que igual me lío a la cabeza (desde que nos visitó La Jequesa, pruebo y pruebo pero no me sale), los convierto en vestido (ya os haré un post) o me los enrollo tipo manta para aguantar el frío polar de aeropuertos y vuelos. Mis favoritos, los maximegagrandes de Codello, además, a pares.

Y como no, gafas de sol. Soy de las que lleva gafas de sol hasta los días de lluvia, así que en el bolso las incansables Rayban Wayfarer 54, el modelo Baroque de Prada y las elegantonas Dior Paname.

Además, mucho sentido del humor, el ipod con cancioncitas pegadizas para coreografiar en los viajes por medios terrestres, pasaporte (nunca se sabe), la inseparable cámara de fotos, saco de dormir (por si me animo a pernoctar en camping con motivo del finde Especial Primos), las sandalias que desee exterminar y dar por finalizada nuestra relación para llevar a las fiestas del pueblo de una superamiga, por supuesto, las últimas novedades en el armario, recuperaré un kaftan comprado en Malasia que ya se con qué combinar (seis años me ha costado), le haré la competencia a Lady Grett luciendo, si cabe, todos los sombreros del mundo: propios y ajenos, cargaré con esos libros que he acumulado y me habéis regalado de tres en tres de los cuales, con mucha suerte, llegaré a leer medio, porque me llevo la agenda (si, en verano también) en la que se acumulan viajes relámpago, comidas prometidas y atrasadas, fiestas nocturnas bajo los farolillos, tardes de sobrinos y más, mucho más.

Eso si, el "chiringuito" no lo cerramos ni de suerte.

Aquí, cada día, con programación 100% veraniega os espero.

¡¡ Ah!! Y en twitter.

Desde ¡YA! y de manera oficial, comienza MI VERANO.

Os dejo, me espera la maleta y una cena colofón en Zen Market.