Miami (anti)Fashion Paradise

No, Miami no es ese tipo de ciudades inspiradoras en cuanto a moda y estilo se refiere, aquello es más bien un refrito de ambiente extraído de Benidorm, con poder adquisitivo a lo marbellí, todo ello aderezado por un constante olor a hamburguesa y mucho culto al cuerpo sobredimensionado.
Que barbaridad de músculos, tetas y culos.

En cambio, si es un enclave en el que la moda genera mucho movimiento pero no, desde luego, a pie de calle. Encontrar a alguien vestido particular, sin ser un freak, simplemente con estilo y personalidad, pero a la vez que esta no se parezca a la de Toni Genil, o bien salir de compras sin caer en la perdición de los mini trapos fluorescentes con mucho strass aquí y allá, misión imposible.
Así que, por el momento, os quedáis (Key Biscayne es otro tema) sin post de street style de "Mallami".

Miami es buen mercado de trabajo para las modelos sobre todo en la temporada invernal.

N.Y cubierta por dos palmos de nieve. Londres, la mejor pasarela de paraguas. París, a tono con el gris color rey de la temporada. Y Milán, sin superar los cero grados.

Mientras, Miami roza una temperatura media de 20 graditos y se ve invadida por modelos huyendo de los anoraks para lucir prendas de pleno verano.

Eso si, antes de venir, se recomienda pasar por el gimnasio día si, día también, un buen blanqueamiento dental (en América una bonita sonrisa lo es todo) y adquirir todos los sujetadores push-up que encuentres nada más aterrizar en Victoria´s Secret.

El mercado de baño es el más importante y hasta aquí vienen clientes procedentes de todo el mundo a la búsqueda de cuerpos espectaculares, sol y arena para disparar sus producciones.

Como no, todo va a la medida de la ciudad y las agencias, más allá de meras oficinas son apartamentos decorados exquisitamente (a excepción de la zona del booking. Que se le va a hacer si todavía no se ha encontrado la manera de mejorar esas paredes forradas de composits) y en edificios, cuanto menos, diferentes.

Me dejó boquiabierta la cocina, a la que no saqué fotos por vergüenza, con azulejos portugueses hasta media altura, la otra media pintada en amarillo mostaza, mobiliario de Bulthaup y vajilla italiana en apenas 5m2 ¿Se puede tener mejor gusto en un espacio tan reducido?

La nueva tendencia es que hoteles o edificios residenciales, acojan empresas de determinados sectores como son moda, cine o música que dan mucho movimiento y ambiente "cool", como se espera que sea todo en esta ciudad donde la imagen lo es todo.

Wilhelmina, una de las agencias más importantes, se encuentra ubicada dentro del Hotel Mondrian.

Decorado por Philippe Starck es uno de esos lugares en los que tener una reunión más que trabajo es un placer.

Primero por la vistas, segundo por el servicio y tercero por los cockteles.

En cualquier otra ocasión, uno pediría un te, un café o una simple botella de agua con burbujas y una rodajita de lima para aportarle un toque chic, pero aquí, no es que tengas, es que debes pedir un cocktail aunque sean las 9 a.m.

Y si la reunión es en la terraza, no prescindir de la pamela para rematar la composición.

Ains, de verdad, que duro se me hace trabajar en estas condiciones.

Lástima que al cruzar la puerta del hall desaparezca el glamour de inmediato y al recibir el ticket de aparcamiento un ratito de nada cueste la friolera de 40$.

Esto es Miami, baby.