sábado, 7 de diciembre de 2013

"Miss Dior" por José Luis Maseda


Se acaba de terminar otra de esas exquisiteces que la ciudad de París regala de vez en cuando, y preciso que regala porque se trataba de una exposición gratuita, y exquisitez porque el tema principal concernía uno de esos míticos nombres del patrimonio moda galo, Dior.



En el contexto del espectacular Grand Palais parisino, se presentaba la exposición “Esprit Dior, Miss Dior”, una muestra compuesta por quince obras de arte creadas por quince mujeres artistas multidisciplinares de todo el mundo y quienes se inspiraron en la fragancia que el diseñador y fundador Christian Dior creó en 1947, “Miss Dior”.
 
Evidentemente en París, en cuanto se produce una iniciativa de este tipo en la que se reúnen cuatro factores como son cultura, moda, Dior y gratis… la avalancha de visitantes es sencillamente titánica, como las horas de espera en la cola antes de poder acceder al recinto. Por eso, en las fotos que acompañan este texto no vas a ver gente, puesto que las imágenes son las realizadas por los profesionales organizadores… a puerta cerrada. Las que hice yo, parecen hechas un sábado de compras la noche antes de Navidad. En fin.



Las obras se expusieron junto al elemento patrimonial relativo al perfume que la había inspirado, como pueden ser el famoso lazo del frasco, el motivo de pata de gallo o las personalidades que han sido imagen de la fragancia, como la actriz Natalie Portman la última de ellas.


Sutil creación por ejemplo la de la artista portuguesa Joana de Vasconcelos quien ha reproducido el lazo de costura que adorna el frasco del perfume protagonista, de una talla inmensa y utilizando cientos de frascos de otro de los perfumes muy conocidos de la firma, “J’adore”.
O también muy original la idea de la diseñadora eslovena Nika Zupank con su habitación-jaula cuyas paredes representan el motivo cannage de los bolsos de Dior y en cuyo interior aparece una silla con respaldo en forma de lazo, para sentarse a meditar con todo el glamour posible. 



Evidentemente en la exposición no solamente se podían observar las obras de estas quince artistas, ya que también se exhibían varios documentos y fotografías de la vida de Christian Dior que prueban la estrecha relación que el modisto tenía con el arte y lo visionario que fue para su época. Todos ellos se acompañan de un modelo Dior Haute Couture emblemático (como el vestido rojo “Concerto” de 1957 o el conocidísimo “Traje Bar” de 1947) y relatando así la historia de la maison Dior, se organizan en diferentes temas tales como: “Christian Dior, su vida y su creación”, “De Granville a Grasse, los jardines y la maison Christian Dior”, “1947, Miss Dior, perfume del primer desfile”, “Las Misses del 30 Avenue Montaigne”, “Miss Dior y las estrellas”, “El ánfora Miss Dior” y “Miss Dior por Raf Simons”.


De este modo, para aquellos que no lo supiesen se podía aprender que la verdadera vocación de Christian Dior tenía mucho más que ver con el arte que con la vestimenta, puesto que durante los años 20 y 30 trabajó como galerista de arte (llegando a compilar y exponer obras de Bérard, Miró o Dalí). Desafortunadamente (o afortunadamente, pienso yo), la crisis económica mundial de la década de los treinta acabó con los sueños de Dior y terminó por vender sus cuadros y dedicarse a la moda. Por lo tanto es obvio que las crisis económicas tienen también cosas positivas.


Así, durante la presentación de su famosa colección New Look el 12 de febrero de 1947, decidió llevar a cabo sus ideas vanguardistas y fusionar moda y aroma creando su primera fragancia (Miss Dior), y para el lanzamiento de la misma encargó 238 ánforas de cristal de Baccarat con la forma de los vestidos presentados, que llenó de perfume y regaló a los invitados al evento. Este elegante detalle, unido al hecho de haber estado vaporizando la sala del desfile con el aroma los días previos para que todo estuviese impregnado con el nuevo olor, consiguieron que haciendo soñar a los presentes, el éxito de ambos (colección y fragancia) fuese sencillamente rotundo.
 
Una vez más, con esta exposición la prestigiosa casa de moda francesa logra hacernos soñar. Lo único que me faltó para hacerlo del todo fue coincidir con la maravillosa actriz Natalie Portman (que sí estuvo presente en la inauguración), y de la que estoy absolutamente enamorado.
Natalie, si lees esto, ahora que vives en París, tenemos que vernos… yo lo dejo caer.



2 comentarios:

Cheska dijo...

Que glamour desprende Dior verdad? , hubiera sido ya genial coincidir con Natalie, es maravillosa esa chica.

Besos pirata :)

Maite dijo...

J'adore Dior! ;-)