La música que suena en un desfile, tanto mientras los asistentes toman asiento como ese sonido que hace que las modelos deambulen con un ritmo y estilo determinado, es uno de los complementos archinecesarios para que un desfile adquiera la envergadura de espectáculo que posee.
Sin música, no se entiende una puesta en escena. Moriríamos de sopor (una vez acumulados unos cuantos pases, semana de la moda, tras semana de la moda y más todavía con esas luces tan tenues que focalizan toda nuestra atención sobre la pasarela, excepto cuando miramos el teléfono). Y lo que es peor, se escucharían desde los cotilleos entre los asistentes hasta los gritos del backstage. Así que, bienvenida sea la música y cuanto más alta mejor.
En esta ocasión, recorremos los ritmos y sonidos que han acompañado las colecciones de la diseñadora británica
Stella McCartney, a lo largo de las últimas cuatro temporadas en los desfiles celebrados en la Opera Garnier (
un lugar que descubrí gracias a esta exposición) de París. Mezcla de temas novedosos para sus días y algunos que nos llevan a dar un salto en el tiempo.
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