Para los que gustan de juegos con números y simbolismo sin duda hoy es el día, el 20 de enero se cumplen 20 años sin Audrey Hepburn.
Por ello, ninguno mejor para dedicar un post al icono que generación tras generación sigue creando un vínculo e interés hacia su persona y sobre todo su estilo. Solo hay que comprobar la cantidad de avatares en la red que la tienen como imagen o se inspiran en su nombre, para constatar hasta donde sigue prolongándose su influencia como referente.
Cualquier fecha, imagen o película vinculadas a ella son motivo de aniversario. Si hace dos años las firmas lanzaban ediciones en homenaje mediante calzado, vestidos y joyas que rememoraban su personaje de Holly Golightly en Desayuno con Diamantes, éste hubiese sido (o será) increíble hacerlo pudiendo visitar la exposición Timeless Audrey®, la más completa a cerca de su vida y su carrera artística compuesta por fotos, vestidos, premios y recuerdos personales los cuales conforman un interesante recorrido por las 11 secciones en que se dividen los 800m2 dedicados a sus múltiples facetas.
Crucemos los dedos (y pongamos algunas velas a ver si aparece patrocinador) y esperemos que tras aquel bocadito que se pudo disfrutar en el Festival de Cine Clásico de Granada en el año 2009 llegue en breve a España la exposición al completo.
Comenzamos el recorrido.
La parte inicial está dedicada a su niñez. "Audrey, la niña" está compuesta por imágenes y material audiovisual que recuerdan su infancia, árbol genealógico y los momentos más drásticos de esta: la separación de su padre y la II Guerra Mundial con la ocupación de Holanda.
La siguiente a destacar sería su faceta en el mundo de la danza, "Audrey, la bailarina", su gran pasión por la que trabajó muy duro tanto en su país como posteriormente en Londres y la cual hubo de abandonar por la carrera como actriz, aunque en películas como Cara de Ángel podamos disfrutar de sus dotes.
Entre las cosas más curiosas la amplia colección de zapatillas de ballet que Audrey conservó toda su vida e imágenes inéditas de ensayos.
Seguimos avanzando y nos adentramos en
"Audrey, esposa y madre", una mirada a su universo familiar a través de los matrimonios contraídos con
Mel Ferrer y diez años más tarde con
Andrea Dotti, uniones de las que nacieron
Sean Ferrer y
Luca Dotti (os dejo su
Tumblr por si os apetece ver imágenes diferentes a las habituales) respectivamente.
Se exponen ambos vestidos de nupcias, el traje de bautizo de Sean, los tres diseñados por Hubert de Givenchy, documentos, las alianzas, álbums familiares, tiras de fotos nunca publicadas o películas caseras que nos dan la oportunidad de saltar la valla hacia un universo más íntimo.
Otra zona de la exposición relacionada con su vida privada es la dedicada a "La Paisible", una granja del s.XVIII situada en el lago de Ginebra (Suiza) la cual fue su hogar durante gran parte de su vida.
Nos adentramos a través de la vajilla de Limoge, los cubiertos de plata inglesa o los recetarios de cocina escritos a mano, combinados con fotos de la casa en todas la estaciones a lo largo de los años.
"Audrey, y amigos" es una zona cuajada de fotografías, cartas y regalos testimonio de su amistad con directores, productores, escritores o amigos cotidianos.
Entre lo más llamativo, un traje de luces regalo de Luís Miguel Dominguín en 1957.
Las siguiente cápsulas son, desde mi punto de vista, las más deseadas del recorrido. Nos adentramos en su armario, su imagen como musa, la faceta de estrella y como no, icono de estilo, a través de qué, de vestidos, accesorios, joyas, bolsos, maletas, sombreros, tocados, premios u objetos personales.
Auténticas preciosidades que la gran mayoría identifica sin problema como procedentes de apariciones públicas, trajes que lució en diversas películas o bien en galas.
Mi parte predilecta, la colección de calzado, casi todos ellos de tacón bajo, y el fantástico joyero.
Algunas de las etiquetas más habituales a reseñar Givenchy, Valentino o Ralph Lauren para los trajes, Salvatore Ferragamo y René Mancini para el calzado, Gucci y Hermés para los bolsos y para el equipaje, Louis Vuitton.
Por último, se recoge su amor y pasión por los animales, desde sus perros hasta el cervatillo que adoptó durante el rodaje de "Mansiones Verdes" o experiencias con animales exóticos africanos en el rodaje de "Historia de una Monja", así como su amor por los niños del mundo
En 1988 se une a Unicef como embajadora de buena voluntad. La exposición recoge este legado como colaboradora, y no solo eso, la recaudación de la misma está destinada a financiar el programa "All Children in School" de Unicef/Audrey Hepburn Chirldren´s Fund que beneficiará a 120 millones de niños de naciones en desarrollo sin acceso a la alfabetización.
Por eso y mucho más, esperemos verla aterrizar en nuestro país tras su itinerancia por 10 ciudades japonesas y Berlín, para no solo disfrutar de su estela de glamour sino también aportar nuestro apoyo a la causa "Educación para Todos".
*Todas la imágenes han sido extraídas del material original de la exposición Timeless Audrey® y el libro Audrey Hepburn Souvenirs et Trésors d´une femme d´Elegance.
Para su uso, por favor, consultar.