
¿Cuánto tiempo hace que no tienes una fiesta de pijamas?
Con ese mensaje tan divertido impreso en una invitación pastelona donde las haya, repleta de corazones y tonalidades rosadas, Sony Ericsson nos invitaba ayer al lanzamiento del teléfono W580i Hello Kitty en una fiesta de lo más inusual, sobre todo en lo que respecta a la indumentaria.....¡¡En pijama!!
Decidido, no me podía perder semejante espectáculo, mi adorada gatita y su universo aterrizaban en Madrid por una noche, así que lo primero hacer acopio de la vestimenta, lo cual fue un dilema, no por falta de pijamas, en absoluto, precisamente ese es el regalo favorito de casi todos mis amigos y familiares así que cuento con una amplio surtido, el problema era llegar de casa al lugar donde se celebraba sin que nadie emitiese un certero comentario en plan: "yo tengo uno como ese", o bien lucir las galas nocturnas lenceras que me da corte hasta pasear por casa, así que me rajé optando por un baby doll similar a los camisones del siglo pasado en batista con puntilla, ya sabéis, en mi linea, muy puritana.
Hasta que llegué a la casa de Kitty, fue cruzar el umbral de la puerta y entrar en otra dimensión, con pasillos repletos de globos de colores y una sutil iluminación fucsia que te conducía hasta unos vestuarios, los organizadores supongo que se percataron de lo delicado para llegar vestidos con las mismas pintas con las que solemos levantarnos así que se nos hizo entrega de unos divertidos pijamas a la antigua usanza, es decir, rayas y cuadros por doquier y unas pantunflas que son el complemento ideal para rematar un look puramente casero de domingo por la mañana y de ahí.....¡¡a la cama!!!!
Camas, sabanas, cojines, el suelo cubierto con plumas, gominolas, manzanitas de caramelo, un parque con un árbol del que pendían teléfonos, gente saltando de una cama a otra, la música de Jaimote animando y algún que otro cretino que se había equivocado en el código de vestimenta creyendo que era la fiesta de las mil y una noches y apareció con chilaba, en fin, resultó ser una fiesta de pijamas digna de Salvados por la Campana o Grease, en la que compartir cotilleos con amigas acompañadas de la gatita que más nos pierden sus bigotes.
P.D: Por cierto, quiero ese teléfono ya y en nada es mi cumpleaños ¿habíais pensado en ello? (jejjejejejej)