sábado, 10 de marzo de 2012

Prêt-à-Porter. Paris Fashion Week 2012/13

Por José Luis Maseda


Con la presentación de las colecciones de Prêt-à-porter femenino para el invierno que viene, acaba de finalizar la última etapa del huracán circuito moda internacional.



Después de recorrer el mundo por diversas ciudades, y después de haber hecho milagros para concertar calendarios y agendas, la populación moda ha cumplido el periplo migratorio entre New York, London y Milano para terminar en París.

Sin contar con los activos locales (diseñadores, gabinetes de prensa, talleres artesanos…), los demás (modelos, periodistas, compradores…) llegan a la capital francesa exhaustos después de un mes de locura. Pero ya lo dice la famosa frase: París bien vale una misa.





Y es que podríamos considerar este acontecimiento como un ritual religioso que reúne fieles seguidores y que despierta pasiones tanto visuales como comerciales, a grito de “divino” y “Oh-Dios-Mío” varios.

Si ya el contexto de la ciudad es espectacular, no menos es el poder haber concentrado en nueve días (del 28 de febrero al 7 de marzo) unos noventa y cuatro desfiles oficiales, sin mencionar los outsiders, o las diversas presentaciones para prensa.

Pero para que unos días tan intensos y de tanta envergadura profesional resulten un éxito, se necesitan los siguientes ingredientes.


Nombres expuestos:
Firmas, marcas, y diseñadores o equipos creativos que estén detrás de ellas.

En el calendario oficial, son mayoría las firmas francesas de nombres tan establecidos en la cultura colectiva de moda como son Lanvin, Chanel, Dior, Balmain, Yves-St-Laurent, Givenchy, Cacharel, Jean-Paul Gaultier, Céline, Louis Vuitton, Isabel Marant o Hermès (entre muchas otras), aunque cada vez es más frecuente la presencia de diseñadores o casas extranjeras que tienen ya igual fuerza mediática. Entre estos últimos, además de los ya instalados cómodamente en el calendario como por ejemplo Viktor & Rolf, Elie Saab, Giambattista Valli, Alexander McQueen, Vivienne Westwood, Dries Van Noten, Stella McCartney o Loewe, también se reciben otras firmas nuevas (o ya conocidas en sus países de origen), que por decisión propia han elegido regalarse una exposición internacional en medios especializados. Anthony Vaccarello, Manish Arora, Amaya Arzuaga, Hakaan, Masha Ma o Pedro Lourenço, forman entre otros parte de este selecto grupo.

 Nombres en la sombra:
Gabinetes de prensa, productoras de eventos y desfiles, agencias de modelos, y mucha paciencia y cafeína.

Los primeros porque tienen que hacerse cargo de la comunicación antes, durante y después de las presentaciones para asegurar un buen puesto de la marca que representan en el mercado.

Los segundos porque hacer que encaje perfectamente y sin que se note el engranaje diabólico de caprichos, horarios, retrasos, meteorología, localizaciones, decorados, castings, ensayos, seguridad, público, música, luces, estrellas invitadas, secretos y éxito, es algo que se aplaude. Lo digo por experiencia propia.

Y las últimas porque ante las demandas siempre urgentes, tienen que tener una reactividad a prueba de nervios para sacarse de la manga instantáneamente modelos que sorprendan por el motivo que sea (físico, actitud, jerarquía…) y que respondan tal y como se espera (no ya físicamente, sino por la actitud personal y profesionalidad).
Rostros con nombre:

Precisamente las modelos que supieron responder bien y que hacen que la gente vuelva a querer trabajar con ellas, son las que llegan a adquirir un nivel o jerarquía profesional. 


En esta pasarela parisina hemos echado de menos rostros como el de Maryna Linchuk o Sasha Pivovarova, pero también ha habido vueltas como la de Bette Franke, Tanya Dziahileva, Jacqueta Wheeler y Doutzen Kroes (estas dos últimas en exclusiva para Miu Miu), o apariciones múltiples de la espectacular Joan Smalls. 


También exclusivos rostros como el de Natasha Poly, que se ha prodigado poco, o el de la encantadora Karlie Kloss quien esta temporada ha desfilado solamente en París.

Y apunta nombres, porque las nuevas caras a las que vamos a tener que seguir de cerca se llaman Ava Smith, Vanessa Axente, Andie Arthur, Tian Yi, Hedvig Palm, Katryn Krueger, o Marie Piovesan. Yo aviso.




Manos:
No solamente las de los talleres de modistas o artesanos que dan forma a lo que se presenta, ni ya las mágicas de los maquilladores y peluqueros, sino también las manos de los compradores, para tocar las prendas y sobretodo firmar los contratos de compra y venta, que al fin y al cabo es el motivo principal. 


Y manos también las de los fotógrafos y sobretodo las de los periodistas, que son los que van a escribir sobre las colecciones y el talento (o no) de lo visto, dando ganas de adquirir las creaciones al público y a los clientes, o quitándoselas del todo. 


La prensa internacional y sobre cualquier soporte (prensa escrita, online, radio y televisiones) no faltan nunca a la cita. Y puedes imaginar que son muchos medios.



Cuerpos:
Los de todos los que trabajan, vestidos generalmente de negro riguroso, o los del resto de invitados presentes, quienes rivalizan en creatividad y osadía llevando estilismos copiados íntegramente de los propuestos en pasarelas anteriores o haciendo uso de su propia y a menudo excéntrica imaginación. 


Pero fabulosa cantera de ideas y propuestas tan diversas que alimentan el llamado Street style. 
Tendencias:
Una tendencia de moda es una conclusión concreta surgida después de haber observado todo lo presentado. 


Y cuando un material, estilo, color o corte se repite varias o incontables veces en las colecciones de los diseñadores, eso se convierte en tendencia. En esta ocasión, París quiere que el invierno que viene lleves…

Colores: Blanco, negro, gris, oro, rojo, verde, pasteles empolvados, y azul, en todos los tonos pero en particular el azul eléctrico, ese azul intenso de las obras de Yves Klein.

Materias: Lana, muselinas, punto, pelo, pieles y cuero, mucho cuero. Y en todos, los acabados y texturas metálicos.

Inspiración: Soy una señora, Militaria, Medieval (mucha cota de malla y similar), Espíritu folk y étnico (África, Cárpatos, Asia…), y un repaso cronológico a los años 1920 (Cacharel), 1970 (Miu Miu) y a la alta sociedad de finales del siglo XIX (John Galliano y Louis Vuitton).

Cortes: Con cada vez menos diferencias entre las temporadas y entre el frío y el calor, se ha visto mucho la manga corta y el sin mangas, mucha piel al aire y muchas sandalias. El largo generalmente hasta la pantorrilla, mucho talle alto con cintura marcada o todo lo contrario, y mucha mangas raglan.

Siluetas: Varias líneas, como el toque perfectamente masculino con los trajes pantalón en diferentes materiales y colores. O también los volúmenes particulares, como la silueta “caja” de amplios hombros muy marcados, aparatosas mangas y sin marcar talle, o bien la forma globo, de hombros imponentes aunque redondeados, mangas caídas y conjunto envolvente más estrecho en el bajo. En cualquier caso, el protagonismo está en los hombros.

Detalles: Bordados exquisitos e incluso incrustaciones de pedrería y joyería. Plisados. Troquelados en los materiales nobles. Estampados gráficos y abundancia de inspiración cubista o de pintadas Street art.



Y por descontado, Momentos:
Los resbalones de las modelos que empiezan. Porque la fórmula taconazos imposibles, niña joven y superficies trampa siempre terminan igual si no se tiene experiencia. Y lo menos reconfortante es que suceda sabiendo que el mundo entero te está mirando, o te mirará en diferido en internet después. Una y otra vez.

El ser testigo de una escena sorprendente, en la que Carine Roitfeld (exredactora jefe de Vogue París), Anna Dello Russo (consultora creativa de Vogue Japón), Tim Blanks (periodista de Style.com), y Emmanuelle Alt (exmano derecha de Carine y actual redactora jefe de Vogue París), o lo que es lo mismo, cuatro iconos de los medios de comunicación moda mundiales, se sienten a menos de un metro los unos de los otros y ni se saluden o se dirijan la más mínima palabra o mirada. Anna y Carine amiguísimas, pero con el resto, y al contrario de lo que dice la famosa canción, no era amor lo que había en el aire…

La apoteosis escénica de desfiles como el de Rick Owens, creando atmósfera con hileras de fuego natural, o la increíble capacidad de la firma Louis Vuitton (presupuesto titánico) para dejarnos con la boca abierta al instalar una efímera e impresionante estación de ferrocarriles antigua en pleno patio del Museo del Louvre. Brutal.

La despedida de Raf Simons de la firma Jil Sander, y sobretodo el adiós de Stefano Pilati a la cabeza de la dirección artística de Yves-St-Laurent. Soberbia colección y sobria pero efectiva puesta en escena para decir adiós y ceder su puesto al diseñador Hedi Slimane, que vuelve a la firma para la que dirigió la línea de hombre anteriormente.

La colección presentada por el entrañable Alber Elbaz para la maison Lanvin (oigo gritos de pasión) con la que celebra sus diez años al frente de la misma, y la fiesta que se montó después, en la que él mismo se atrevió a cantar, demostrando una vez más el gran sentido del humor que tiene.
En definitiva, nadie dijo que el mundo de la moda fuera fácil, ni sencillo. Pero es TAN fabuloso.


5 comentarios:

TuAsesora.es dijo...

Muchas gracias por este post, es muy interesante!

blog.tuasesora.es

Designing-Idols by Carmen dijo...

Qué homenaje tan bello y, ahora sí fácil de entender, sobre lo que resulta el Fashion business. Me lo he leido de cabo a rabo y gracias por compartir algunas de tus recomendaciones, tendencias, modelos que alimentarán el mundo de la pasarela.... y el porqué de todo. Ha sido fantástico.

Besos!

Mayte de la Iglesia dijo...

Precioso post Jose Luis!! Qué feliz me haces al tenerte en el blog!!
Gracias
Muaka

JLM de Paris dijo...

TuAsesora, gracias por tu interés.
Carmen, me alegra que te haya parecido enriquecedor.
Mayte... ¿Qué te voy a decir yo? GRACIAS a ti por ser y estar! ;-)

Maite dijo...

Cuanta locura y taaan maravilloso!