La fiesta de Ragazza

Uno de los trabajos publicados que más orgullosa me siento de esta temporada y por el que estoy contentísima tras ver el resultado han sido los números de noviembre y diciembre de la revista Ragazza con las producciones de moda y belleza junto a la fragancia Halloween Fever de Jesús del Pozo.

El nuevo lanzamiento inspirado en las calles de Nueva York fue nuestro referente para crear tanto los estilismos como la ambientación de las fotos que conformarían la propuesta de maquillaje y vestimenta para estas fiestas.

Este es el resultado.....

.....Pero ¿Queréis conocer como se gestó? 

Citación, base, primera parte del shooting..... en el Hotel Senator de la Gran Vía madrileña.

A las 14h comenzaba maquillaje y peluquería para disparar las imágenes de belleza.

3 propuestas para dar con el look de maquillaje y pelo que más nos favorece a cargo de Rebeca Lombardo y que seguro todas podemos hacer con unos simples pasos.

Como os podéis imaginar la habitación era un camarote de los hermanos Marx: Redactora jefe de la revista, jefa de publicidad y marketing, representantes del perfume, fotógrafo y equipo de asistentes, la maquilladora, modelo, yo..... más toda la ropa y zapatos que había preparado para la sesión de fotos.

¡¡La suit se nos quedaba pequeña!!

Tras la sesión de belleza, definitivo cambio de peluquería y maquillaje, esperar a que anocheciese y listos para salir a las calles.

Una sesión de fotos de por si es laboriosa pero por la noche, en el centro de una ciudad tan nocturna como Madrid y en el mes de septiembre cuando todavía circulan cientos de turistas, ni qué decir.

Nuestra primera foto iba dedicada a cubrir la portada por aquello de asegurar la frescura en el rostro de la modelo, y allí, nos encontramos la primera complejidad de la noche: conseguir que todos los que deambulaban por el cruce Gran Vía/Alcalá no apareciese en la imagen, luego matizar el color amarillento de las farolas y tercero, combatir el sueño que ya comenzaba a hacer presencia.

Solución: Unos parábamos o desviábamos el tráfico de gente, otros se dedicaban a dar "sombra" a la modelo y los últimos, a por cafés dobles y triples.

Un equipo de lo más resuelto.

La foto no hace justicia a lo ocupados que estuvimos toda la noche cuando tuvimos que además lidiar con los servicios de limpieza de la ciudad que pretendían ducharnos o cuando montamos campamento en plena Gran Vía para retocar maquillaje y peluquería. Una noche salpicada de anécdotas.

Comenzamos a las 14h del mediodía, terminamos a la 6 de la madrugada, pero tras visionar en crudo el trabajo en el ordenador y pese al cansancio y ganas de dispersar el equipo de trabajo, todos encantados con la producción.

Y a vosotros ¿Qué os ha parecido?