Mi primer día como turista en NY ¿dónde voy a parar?
Pues a la Quinta Av. ¡¡Viva el lujo
y la sofisticación!! Hasta los escaparates de De Beers.
Cuatro generaciones de joyeros avalan a esta firma que exhibe piedras preciosas o semipreciosas de talla diamante,
marquisse, navette, baguette, pear-shape, carrè, etc... Y todo en diferentes
tipos de montajes como en chaton o con garras. Espectacular.
Pero si hay algo que me
impresionó de verdad, a la altura de esa quinta avenida con casi el principio
de Central Park, fueron los brillantes que estaban expuestos en sus escaparates. La luminosidad que
proporcionan es llamativa, de una transparencia asombrante,
dando gusto contemplar como la luz atraviesa el diamante tallado. Diamantes a los que deben en gran parte su negocio.
19 paises repartidos en 5 continentes, 27.000
empleados con 200 expertos científicos, hacen de De Beers la empresa más grande
del mundo que trata con diamantes. Sus minas en Africa extraen alrededor del 40% de la producción mundial y clasifica y evalúa sus dos
terceras partes.
Sus piezas recrean
imaginarias obras de la naturaleza en un mundo ideal, en perfecto equilibrio entre
la belleza de la naturaleza, el ritmo de sus formas y la visión creativa;
teniendo como primicia el movimiento y la fluidez en sus formas orgánicas.
Por cierto, De Beers es el propietario del tercer diamante mas
grande del mundo, Centenary Diamond, de 273,85 carates, con una luminosidad de
grado D, la mayor que se puede tener, además de su total pureza (ningún trazo
de carbón) en su interior o exterior. Fue hallado en Primer Mine en 1988 y se acabo de tallar en
1991. En su interior un Maná de luces multicolores.
Linda Evangelista o Lili Cole protagonizan sus campañas haciendo soñar a millones de mujeres con estas creaciones, como el trabajo en solitarios que hace la firma, siendo el deseo de todas las futuras prometidas, uno de los momentos más importante en la vida de cualquier norteamericana,
la pedida. Además tienen un servicio donde puedes diseñarte tu propio anillo de compromiso a partir de la elección del brillante. Absolutamente personalizado, un
plus muy valorado para este tipo de presentes.
No soy una persona mitómana o que tenga regularidad en
visitar tiendas especiales, me gusta estar distraído, pensando y viendo cosas nuevas
mientras paseo por NY, pero he de decir que De Beers si lo es. No olvido
nunca pasar por la tienda de la
quinta avenida, no solo por mis recuerdos sino para deleitar mis sentidos con
sus piezas que son de extrema belleza, lujo y exquisitez en el arte de la alta joyería,
donde la tradición, la sabiduría y la perfección se encuentran de manera armónica.
3 comentarios:
pero es que esto de los diamantes es como un mundo de sueños... son piedras preciosas que venden como si al llevarlas puestas estuvieras en las nubes o en otra galaxia!! No lo se, porque jamás he llevado joyas de tanto nivel, ni creo que me lo pueda permitir jejejeje pero hay que reconocer que son fascinantes!
besos
Menudo diamante!!
WOW!! Desayuno a la puerta de DE BEERS cada día!! keekjejej
GRACIAS POR TRAERNOS NY!!
GRACIAS POR TUS POSTS!!
Mayte
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