En un anterior post hablaba sobre lo feliz que se vive siendo una ignorante y lo llevadera que esta te hace la vida. Es difícil que algo te impacte cuando no sabes a lo que te enfrentas.
Pero existe otro tipo de ignorancia, aquella que tiene que ver con la superficialidad de nuestro trabajo. Es decir, cuando vives nuestras situaciones cotidianas sueles quedarte con la pátina de la gente, sin llegar a profundizar en quien son, que hacen, que les interesa, debido a que en raras ocasiones uno cuenta con tiempo para que esto suceda.
Por eso estoy disfrutando tanto la faceta de colaboradora con algunos medios ya que estoy volviendo a conocer, o mejor dicho, a conocer realmente quienes son las personas que daba por hecho que conocía (¡Uy! y que lio de conocer conociendo conocidos).
El actual número de la revista 5 Magazine que trata el tema de los Nómadas, en su más amplio sentido, al desarrollar la idea para hilvanar la edición pensaron que estaría bien contar con una entrevista a uno de los más grandes de la fotografía nacional, Eugenio Recuenco.
En cuanto salió el tema, mi brazo levantado en plan: "Seño, seño, me lo pido".
No han sido pocas las veces que he trabajado con él y me apetecía indagar sobre una persona con la que había compartido muchas horas pero que pensándolo bien, no conocía en absoluto.
La primera ocasión en la que coincidimos fue en unos estudios madrileños durante la sesión de fotos para el catálogo e imagen de la diseñadora gallega Kina Fernandez.
Imaginad, el catálogo se disparaba un sábado, justo el posterior a finalizar Cibeles. Había sido mi primera temporada de desfiles y cuando me llamaron para confirmar el trabajo, estaba que no me lo creía, había sido una semana muy intensa a algo que no estaba habituada y como colofón iba a trabajar con Eugenio Recuenco.
La sesión fue genial. Tenían un set montado que asemejaba una nave del futuro, Moncho Moreno creó un peinado de dimensiones descomunales y Kina junto a sus hijas, Maria y Diana, se preocuparon no solo porque las prendas estuviesen perfectas sino por crear un ambiente familiar en el que no faltó una buena comida. Es que estos gallegos con eso del comer no perdonan.
Un año más tarde nos reencontramos para el disparar el conocido Calendario Lario´s.
Volaba directa desde París a Madrid pero esa misma noche al terminar debía salir a Barcelona y aunque solo necesitaban una foto cuando la imaginación de Eugenio se dispara nunca se sabe cuando se terminará.
Aprovechando un corte de pelo que llevaba escalado y con flequillo consiguieron crear la imagen asemejando pelo corto y para mimetizarse con la pared en la que iba a estar incrustada maquillaron todo el cuerpo con un leve capa grisácea. Por cierto, menos mal que era invierno, porque me fui tal cual al aeropuerto, pintada.
Las paredes, realizadas en poliespan pero recubiertas de un material que las hace parecer reales, las iban troquelando para que introdujese partes del cuerpo. Llegué a adoptar posturas extenuantes para simular que estaba en suspensión y atrapada por unos muros que me iban devorando.
Lo gracioso de todo es que cuando se presento el calendario en la conocida fiesta la gente venía a decirme la guapa que estaba en la foto del mes de marzo y yo pensaba pero si salgo en octubre. Vamos, que me habían confundido por Leonor Watling (jajajajj), pero esta no será la única vez.
Cuando a Eugenio se le mete algo en la cabeza, imposible quitárselo.
Siempre ha insistido en que tengo una cara un tanto oriental, me imagino que se debe a los ojos. De hecho en Japón preguntaban insistentemente si era medio/medio.
Así que para un reportaje de belleza en la revista Woman que trataba sobre distintos tipos de pieles y bellezas por continentes, llegó el día en que me reencarné en oriental.
Eugenio siempre aparece en las sesiones hiper documentado. Con lo cual fue sentarme en maquillaje y entregarme una montaña de libros para que fuese estudiando poses y actitudes extraídas de imágenes de geishas.
Complicadísimo eso de ser sutil y pícara al tiempo.
Para el Especial Navidades de la revista ¡Hola! decidieron reunir a un buen elenco de modelos nacionales vestidas de Alta Costura y subidas a un enorme escenario que reproducía los tejados parisinos.
Convocatorio: 8 a.m
Finalización: 3 a.m
¡¡¡¡19 horas!!! De acuerdo, éramos un elevado número de modelos y había que disparar fotos individuales y por grupos, pero 19 horas es para acabar rendido. En cambio él estaba encantado y Naty Abascal que dirigía la producción no paraba de alabar el trabajo tan bonito que se estaba llevando a cabo. Mientras tanto entre foto y foto, nos desparramábamos por los sofás del estudio para hacer más llevadera la espera. Lo gracioso es que no nos quitábamos la ropa, con lo cual vestidas de Alta Costura pero comiendo pizza y durmiendo pequeñas siestas tumbadas por donde podíamos. La imagen era de los más cachonda. Aunque para cachondo el traje pantalón de Elie Saab que me tocó. Todo bordado meticulosamente sobre una maya casi transparente. Es decir que tanta piedrecita me estaba dejando frita.
La siguiente sesión fue para la campaña de la marca de jeans Diesel.
Estaba en París cuando hice el casting pero cuando emitieron la confirmación comunicaron que la sesión se realizaría en Barcelona. Lo lógico es pensar que se debe a la localización porque se dispara en exteriores y quieren utilizar un lugar en concreto.
Total, que llego al estudio (¿¿En estudio?? Que raro. Ahora si que no me cuadraba nada) y me encuentro a Eugenio y su equipo. La pregunta de rigor por parte de ambos:"¿Que tal? ¿Que haces por aquí, trabajas en el plató contiguo y has pasado a saludar?"...jajajajaj.
¡¡Increible!! Había pasado un proceso de selección de varios castings, estaba medio acojonada porque no sabía quien iba a ser el super mega estrella gran fotógrafo de la sesión y cuando llego allí, nos encontramos. El cliente alucinaba porque había un buen rollo impresionante y ni por un momento se les había pasado por la cabeza que siendo ambos españoles nos conociésemos.
Pero es que además estaba Eric Dover (la persona que le lleva el atrezzo), Macarena (estilista), Moncho Moreno (maquillador) los asistentes de todos ellos......¡¡En familia!!
Claro, después de haber trabajado en diversas ocasiones con una persona, es lógico pensar que la conoces. Pues nada más alejado de la realidad. De eso me percaté el día que se produjo la entrevista durante la cual pude preguntar sobre todo aquello que deseaba conocer sin tener previamente que elaborar una base ni entablar ningún tipo de complicidad.
Me dejó apabullada su generosidad y claridad para hablar abiertamente sobre cualquier tema. Todo ello ha quedado reflejado en el artículo que encontrareis en
5 Magazine.Y para mi, un honor haber contado con este Genio.