A los países anglosajones si algo se les da bien es poner nombres a todo, y si pueden ser molones mejor que mejor. Uno de los últimos términos en consolidarse el Grey Market.
Los estudios de mercado a cerca el consumo en moda, entre otras muchas vertientes, hablan de quienes son los nuevos protagonistas del gasto que genera, o generará, potentes vías de negocio, entre ellas, las del sector denominado como "grey" (y no, no va de comprar fustas por muy de moda que esté la trilogía del afamado Christian Grey y el estreno inminente de esa película que tanto dará que hablar), o para que nos entendamos la venta de productos de moda, tecnología, belleza, actividades... a personas de una franja de edad que superan los 60 y muchos, y a la cual perteneceremos la gran mayoría de nosotros en unas cuantas décadas.
Es más, los estudios dicen que la generación de nuestros hijos llegará a los 100 años de vida, y superándolos, como algo natural. Así que en ello andan muchas empresas, sobre todo aquellas que se basan en la investigación como son las firmas de belleza, para dentro de unos años tener en el mercado productos específicos para ese gran porcentaje de la población mundial que los reclamará como una parte más de sus hábitos cotidianos.
Así que en este proceso de evolución natural, en el que nuestros abuelos tienen whassap, y un evidente cambio de enfoque, porque vestir zapatillas deportivas ya no es sólo cosa de chavales, de un colectivo hasta ahora olvidado (sobre todo en cuestiones de artículos propios, marketing y comunicación) comenzamos a ver el interés suscitado entre las marcas, algunas de las cuales incluso no han dudado en poner el punto de atención en ancianos muy guays convertidos en los nuevos iconos de sus campañas.
Porque lucir cabellera gris ahora es de lo más cool.