Vamos a ver, si la Rociito en su momento tuvo la famosa dieta de la alcachofa y la pregunta del millón que ningún periodista puede omitir en cualquier entrevista que se precie, y por supuesto contenga el decálogo de oro de "Preguntas para Modelos", es que come una modelo pues habrá que dedicarle una entrada al tema sin más.
Porque os veo muy educados intentando no preguntar, pero seguro que queréis saber.
Corren bulos que dicen que para estar muy delgadas, nada como comer papel higiénico y tomar mucha agua.
Otro, sobre pastillas para astronautas como único alimento.
E incluso, de este último conozco hasta a la autora. Contaba que las agencias nos instalan un dispositivo en el estómago para que cuando comamos algo se active dando alerta a nuestro representante para que nos frene: ¡¡¡Noooooo, no lo hagasssss!!!
La que inventó este último, también modelo, lo hizo por mera diversión, para ver que carita ponían los corderitos que se creían semejante barbaridad.
Es más, esa temporada de shows la canción "A mi no me gusta la grasa, aquí no hay, no hay" se convirtió en el saludo oficial.
No tengo ninguna titulación en dietética ni os voy a decir si debéis o dejar de comer nada. Eso es algo que dejo para los profesionales, a los que por cierto yo también he acudido para remediar una situación de exceso (Ay, mi madre y que duro fue aquello) o defecto (Esto de tener que ser carnivora penitente me tiene frita).
Lo que si haré es contaros anécdotas relacionadas con la comida y las modelos. Situaciones que desmitifican cantidad de creencias y otras que de algún modo vienen a decir: Pues si, la naturaleza se porta bien con nosotras pero a veces también nos toca ponernos las pilas.
C´est la vie.
Tampoco voy a veniros con la bandera del "yo soy así tengo un metabolismo rapidisimo" porque si es cierto que algunas chicas son por naturaleza delgadísimas pero otras deben hacer grandes sacrificios para mantener la linea. Me imagino que como en la alta competición dentro del mundo del deporte.
Ahora que menciono eso, me ha venido a la mente una colega que se alimentaba de caldos diuréticos de alcachofa, cebolla, espárragos y piña, pero en cambio solo subía de peso, hasta que descubrimos que bajo la cama tenía un tarro de Nutella del tamaño extra XXL el cual se comía a cucharada limpia, pero nos decía tan tranquila: Esto son solo avellanas, un poco de energía después de tanto casting (jajajja).
En los trabajos en cierto modo es muy importante el momento de la comida y nunca se puede prescindir de un buen catering que mantenga el equipo al completo con los niveles de azúcar en su su sitio.
Allá donde vayamos suelen recibirnos con un desayuno. Sirve para despejar el ambiente y a la vez coger fuerzas hasta el momento que se decida parar para el descanso de la comida ya que una vez estas maquillada y peinada las pausas suelen ser breves.
Para mi gusto uno de los momentos llamativos es cuando decides pasar de la fruta, los yogures, los cereales y las tostadas para meterte entre pecho y espalda no uno, ni dos, sino tres croissants de mantequilla y rellenos con extra de chocolate mientras el equipo te examina. Si estas como un bolígrafo bic cristal no ocurrirá nada en cambio como vean algo que sobresale de sonde no debe, algún alma caritativa aparecerá para retirar la bandeja.
Bueno, esto es medio coña pero si es cierto que a la gente que hay en la sesión el hecho de que te pongas a zampar como una bestia les "preocupa", en mi caso porque me entra una sueño feroz y soy capaz de quedarme dormida, pero en lineas generales es algo que no crea ningún punto de tensión.
Encima, hay determinados clientes que se comportan como si fuesen tu madre y se dedican a rellenar platos incesantemente.
También es cierto, que comer la gran mayoría de días fuera de casa, muchas de esas veces en aeropuertos y encima con cambios de horarios y picoteo constante porque allí esta expuesto todo el repertorio, bueno, lo que se dice bueno, para el estómago, no lo es mucho.
Aun así sobrevivimos.
Nuestras jornadas pueden ser de los más variopintas y en ocasiones se acude a eventos en los que no puedes predecir si será un cocktail visto y no visto o si en cambio resultará ser una bacanal.
Como mi consejo estrella de la semana es ir merendada a los eventos (solo se puede prescindir de tal en caso de ir vestida con un Herve Leger) al final acabas cenando y recenando.
O como algunas, esperando al momento goloso para comerse hasta un carrete de fotografía en chocolate. Ni los adornos dejamos.
Para mi lo mejor de este trabajo es la cantidad y diversidad de destinos alrededor del planeta y la oportunidad de conocerlos a todos los niveles, por supuesto, gastronómicamente lo primero. A no ser que seas una aburrida y decidas que el Sandwich Club de la carta de servicio de habitaciones del hotel es tu mejor aliada.
Por norma general los clientes te agasajan con las exquisiteces de su país.
De ese modo fue como casi muero por subidon de picante en Malasya tomando un pescado de lo más inofensivo, un lomito blanco y tierno cocinado al vapor en hojas de banano, acompañado de un zumo de mango. Cuando engullí el primer trozo sentí que me ardía todo: la boca, los ojos comenzaron a llorar, también me reía y al tiempo me abanicaba con la boca abierta, así que trate de beber el denso zumo pero ante la imposibilidad le saque de un zarpazo la botella de cerveza que tomaba el fotógrafo. Eso después de haberme recogido en el aeropuerto tan solo tres horitas antes. Se quedaron alucinados, al tiempo que se cachondeaban cada vez que pedíamos la comida.
¿No te gustaba el picante?
Otras, tras el trabajo se celebra una gran cena de gala como es el caso de la foto de la derecha. En Fez (Marruecos), donde tomamos los platos típicos en la cena de gala tras el desfile en las mismas mesas que los invitados.
De segundo sirvieron cordero braseado (mirad el tamaño del bicho) y decidimos hacer la foto de recuerdo.
Cortamos una de las patas y nos la fuimos pasando para cogerla en plan Obelix incándole el diente con su correspondiente foto. Pero a la hora de servirnos la dejamos de nuevo en la bandeja y nos cortamos de la zona del lomo que es carne más limpia. Total, estábamos en familia, una mesa al completo de modelos amigas.
En eso que llega una persona del comité organizativo y sienta a dos invitados en las sillas que habían quedado libres ¿Y que pata se fueron a servir? Pues la mordisqueada por ocho bocas y manoseada....como ya estaba cortada ni nos dimos cuenta que se la estaban sirviendo.
Como dice mi abuela "lo que no mata, engorda"
Pero por lo que se ve por lo backstages mucho debe matar y poco engordar.