sábado, 18 de julio de 2015

Novias Couture

Por José Luis Maseda


Cuando llega el amor, más tarde o más temprano llegan las uniones oficiales, y para ese tipo de ceremonias protocolarias, familiares o festones del tipo “comosinohubieseunmañana” entre amigos, además de la pareja que se casa, el protagonista indiscutible es el vestido de la novia. Y de eso precisamente te vamos a hablar hoy, ¿nos acompañas?



Lo siento mucho queridos novios (heteros o gays), porque si hay algo que hace sombra al propio hecho de la boda en sí es el vestido de novia de la que lo lleva. Por partida doble si se trata de dos novias. Así que, amigos míos, pongamos nuestro ego de lado y recojamos humildemente nuestro confeti que este no es nuestro carnaval. Chicas, es la vuestra.
Y como hace nada terminaba aquí en París la exquisitez de los desfiles de Haute Couture que presentaron las colecciones para el otoño que viene, voy a aprovechar la ocasión para que conozcas los vestidos que los diseñadores han propuesto, por si por tu cabecita anda rondando la idea de regalarte un maravilloso modelo de alta costura para ese día tan especial.


Según el tipo de personalidad que la futura mujer tenga (eso de “esposa” me suena a ataduras, y lo importante es siempre la libertad, siempre), pues así será el tipo de vestido que escoja. Aquellas que quieren ser indiscutiblemente el centro de atención porque les va aquello del “antes muerta que sencilla”, yo les propondría que echasen un vistazo a la exuberancia que proponen casas tan excesivas como Atelier Versace, Zuhair Murad o Elie Saab, además del estilo original de la firma Schiaparelli que parece inspirarse en la cerámica.

Aquellas que sean un poquito más discretas, pero sigan fantaseando con el cuento de príncipes y princesas, sin duda alguna se decantarían por la tendencia de la “princesa histórica” que recrea las míticas protagonistas desde la antigua Grecia, el Medievo o la época Napoleónica, tal y como vemos en los diseños de Schiaparelli, Zuhair Murad, Christian Dior o Elie Saab de nuevo.

Si cambiando de estilo te das cuenta que prefieres líneas un poco más modernas, porque al fin y al cabo una boda no es disfrazarse, sino adaptar lo especial del momento a tu manera de ser, pues nos iríamos a otro tipo de boutiques.

Las mujeres rompedoras que pasan de vestidos o que simplemente no quieren enseñar piernas, pueden perfectamente escoger un modelo con pantalones, como se ve en las apuestas de diseñadores como Giambattista Valli, Yiqing Yin o Karl Lagerfeld para Chanel, sabiendo además que ese modelito (que te habrá costado, ejem, mucho) vas a poder reutilizarlo posteriormente sin problema.


Si por el contrario, te encanta ir de corto o estás orgullosa de las piernas que tienes, pues yo en tu lugar no lo dudaba un segundo y miraría lo que te ofrecen casas como Chanel, Christian Dior, Georges Hobeika o Ulyana Sergeenko. Vestidos que también podrás reciclar en noches de verano.


Aquellas que vayan a casarse y por su manera de ser se identifiquen con una mujer contemporánea, sofisticada, cuyo entorno social es riguroso pero a la que le encanta saltarse un poco las normas, porque eso se llama tener personalidad, yo las llevaría a las boutiques de Alexis Mabille, Alexandre Vauthier, Georges Hobeika o Christian Dior. Originalidad en los diseños, mucho estilo y clase y un no sé qué, qué se yo que hace la diferencia. No lo dudes.


Las novias que sin embargo no tengan imposiciones sociales y cuyo espíritu alternativo les haga ver las cosas de una manera más bohemia o relajada, que vayan corriendo a por ese aire chic y un poco hippie de lo visto en las pasarelas de Alexandre Vauthier (“yo soy sexy porque el mundo me hizo así), Christian Dior, Yiqing Yin o Maison Martin Margiela. Menos etiqueta es quizás más diversión.


Casi siempre damos por hecho que una novia tiene que ir vestida de blanco, aunque muy atrás quedaron los motivos de esta tradición. Más que nada porque si supuestamente la novia que va de blanco es pura e inmaculada, eso da que pensar en cuanto al color oscuro generalizado de los novios. El blanco es el elegido para un vestido de novia en un 85% de los casos, pero no es una obligación, así que si tú miras la vida a través de un cristal de colores, no lo dudes y haz como se vio en las colecciones de Elie Saab, Giambattista Valli o Ulyana Sergeenko.

Pero si además del cristal de colores, tu vida está llena de purpurina, brilli-brilli y tienes la suficiente personalidad como para asumirlo, yo te regalaba ya un vestido de sirena dorada, para que tú, y solamente tú seas el centro de todas las miradas y deslumbres al personal, nunca mejor dicho. Para eso, Alexandre Vauthier, Schiaparelli, Elie Saab o Yiqing Yin son tus aliados. Sé una Golden diva.


Por último, si lo tuyo es ser una diva de verdad, pero de las de teatro, por dramática, excesiva y original, no dudes en elegir uno de los modelitos de Fendi (de armiño o plumas), Maison Martin Margiela (con edredones de seda) o Jean-Paul Gaultier (de piel de vaca bretona). Te lo vas a pasar de miedo posando para las fotos, pero recuerda que es tu boda, así que aunque te diviertas y estés bajo los focos, hoy más que nunca deja los guiones aprendidos y el actuar, y déjate llevar por la improvisación, que al fin y al cabo, el público y los aplausos vendrán de tu corazón y del de la persona que quieres. Cierra el telón y disfruta.