domingo, 20 de julio de 2014

"Charlie Le Mindu", costura por los pelos.

Por Jose Luis Maseda.


Durante la recién terminada semana de la Haute Couture de París, no solamente se ha visto costura, sino también accesorios, maquillaje y peluquería que la acompañaban.
Y el peluquero más conocido y extremo, ha tenido el privilegio de realizar su propio desfile de Haute Coiffure (alta peluquería), así que a continuación vas a poder ver lo que presentó Charlie Le Mindu.

Obsesionado con el pelo, y creador del concepto de Haute Coiffure que acabo de nombrar, este francés de 28 años es lo más transgresor que cualquier peluca del mundo se pueda autoregalar.










Cazatalentos de estética vanguardista como es la cantante Lady Gaga, en cuanto lo descubrió no dudó en ficharlo y se paseó por el mundo vestida con varias de sus creaciones de vestidos-pelazo, (aprovechando que no hace falta depilarse al llevarlos) al más puro estilo de la cosa de la Familia Addams, de la que doy por hecho que Le Mindu es mega fan. Lo que me pregunto es si cuando adquieres uno de sus vestidos, en lugar de etiqueta con instrucciones de lavado te regalan un champú. Bien.



Después de haberse formado entre destinos tan a la última como Berlín y Londres, su radicalidad comienza a expresarse cara al público cuando abre su primer salón de peluquería en el este de la capital británica y clientas como Florence Welch (del grupo Florence and the Machine), VV Brown o la propia Gaga empiezan a alimentar el boca a boca que, polifacético él, lo lleva incluso a crear un pelucón de casi cincuenta metros de largo para el personaje de Rapunzel, princesita melenas Disney que, aunque asustada al principio, acabó encantada con que alguien pudiese dedicarle mimos y glamour a su querida e infinita cabellera (ni me quiero imaginar la de nudos al peinarla, la pobrecita)



Y como estás viendo en las fotos, Charlie Le Mindu presentó esta semana aquí en París sus creaciones para el otoño-invierno que llega, en un inquietante y tecnológico ambiente en el que mediante proyecciones de vídeo yperformances de artistas (minusvalías incluídas, bravo), daba rienda suelta a lo insospechado que almacena su creativa cabeza.

Tanta osadía en creatividad, puesta en escena y descontextualización de la profesión es para que, te pueda parecer admirable y gustar o no, se te pongan los pelos de punta. Y nunca mejor dicho.