No vamos a contarte qué es lo que tienes que estudiar para convertirte en
modelo, sino que vas a ver que a veces más que en un desfile de moda, estamos
en una competición deportiva. Y tú… ¿sabes correr con tacones?
En pleno circuito moda internacional y recién acabada la MBFW de Madrid, pude disfrutar de unos días trabajando allí para nuestro blog, que te agradezco estés leyendo ahora mismo.
Volver al recinto ferial madrileño para mí es como volver a casa, con miles de reencuentros, abrazos, anécdotas y puestas al día, y volver a disfrutar del talento de nuestros diseñadores españoles a los que nos une un respeto mútuo y en muchos de los casos, una buena amistad.
Pero en esta ocasión quiero hablarte de lo que sucede detrás de la pasarela, en la zona del backstage, que casi me resulta mucho más interesante por lo dinámico del asunto.
Como público de un desfile, o a través de las cámaras, podrás presenciar una sencilla coreografía que modelos masculinos o femeninos siguen según lo indicado mientras presentan las proposiciones moda que se llevarán en temporadas posteriores. En general, desfilan hieráticos con seriedad y con una tranquilidad que ya quisieras tener tú luciendo piel ante miles de ojos escrutadores y cámaras que dejarán grabado para la posteridad cualquier pequeño fallo físico o cometido.
Pero detrás de la pasarela es otro cantar. La tranquilidad se convierte en tempestad, en campo de batalla y muchas veces en circo. Y eso es lo interesante.
La culpa la tienen sin duda las prisas, porque si un desfile de moda no sobrepasa en general los diez minutos de duración, imagínate lo que tiene que ser cambiar de ropa y arreglar el peinado varias veces a unas quince personas en ese mismo espacio de tiempo. ¿Cuánto tardas tú en vestirte por las mañanas antes de salir de casa? Pues de eso mismo se trata.
Las aceleraciones, el que un equipo de maquilladores, peluqueros, vestidoras e incluso a veces otras modelos se echen encima de una chica para terminar de completar su look, como si de cambiar las ruedas de un coche de Fórmula 1 se tratase. Y es que es trabajo de equipo y precisión en tiempo récord.
El caso es que este post se podría haber titulado tranquilamente "corre, corre... que te pillo", porque de eso se trata básicamente. Una chica sale de pasarela y pega el acelerón hasta el vestuario (que con un poco de suerte no estará muy lejos), mientras como puede empieza a quitarse la ropa por el camino bajando cremalleras o deshaciendo botones para facilitar el trabajo a las vestidoras que la acechan en cuanto meta un pie dentro. Y en menos de lo que tardas en pestañear... la misma chica sale vestida de nuevo, corriendo otra vez hacia el pie de pasarela, donde esta vez la cazarán los peluqueros y maquilladores, mientras ella respira para relajar los nervios y que no se note la prisa en cuanto vuelva a salir bajo los focos. Es fascinante.
Y si además eres consciente de que esas carreras las tienen que hacer con zapatos nuevos, muchas veces de talla inapropiada y en la mayoría de los casos, imposibles, creo que les debemos el mayor de los respetos, porque de cara a la galería todo es tranquilidad y glamour, pero no tengo que explicarte que eso es lo que se llama una profesión. Con todas las letras.
Si participando como miembro activo de un equipo como los que ya he citado la adrenalina desborda por tus venas (y sé muy bien lo que digo), como simple espectador en esta ocasión resulta espectacular ver el engranaje de acciones, nervios y resultados sin apenas gritos, con bastantes risas y bajo una música ensordecedora que también les (nos) hace bailar y que es bajo la que salen a pasarela instantes después.
Y no tengo que explicarte que el resultado, generalmente, está a la altura de las expectativas. Pase lo que pase, show must go on, y de eso se trata. Corre, corre, que nos has atrapado.
3 comentarios:
hahaha ha sido divertido leer esto :D
y sí que tienen mérito
http://diannetho.es/
Cierto pirata yo he tenido alguna ocasión de verlo y es increíble, las pobres son atletas!
Bss:)
Madre mía, menuda locura!
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