Nutricosmética la Belleza desde Dentro

O también, hacer del pastilleo un hábito de belleza. Hace unos meses, dentro de un post sobre mis cuidados y rutinas de deporte hacía un apartado a una costumbre que me acompaña desde hace ya un año. Es decir, no solo me baso en mejorías puntuales, sino en un tratamiento que se podría considerar a largo/medio plazo para hablaros de la nutricosmética y como esta ha cambiado mi piel.

Sigue leyendo si te apetece profundizar en el tema

y conoce de cerca este tipo de tratamientos.

La Nutricosmética en si es un tratamiento que consiste en a través de píldoras dar a nuestro organismo y por lo tanto a nuestra piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo, los nutrientes necesarios y aquellos que son deficitarios para encontrar el equilibrio y por lo tanto un mejor mantenimiento y mejora de la calidad de nuestra piel, por eso se ve más bonita.

A efectos prácticos, la nutricosmética es tomarte una media de 12 pastillas diarias repartidas entre mañana, mediodía y noche, cada una de ellas recomendada para una función determinada y que se ha de convertir en una obligación natural el tomártelas. Yo por ejemplo, los primeros meses no atinaba a hacerlo bien, y a final de cada mes tenía los botes descompensados. Poco a poco vas encontrando tu propia rutina, y la que te adaptan desde el centro, para hacerlo bien de principio a fin.

Mi experiencia, hallazgo y resultados, comienza así.

Para muchos es sabido el eccema que tengo localizado en la zona del lagrimal de los ojos. Un problema que surgió de la noche a la mañana hace ya unos cuantos años y que paulatinamente se fue agravando. Al principio no le di mucha importancia, recurrí a varios dermatólogos que me decían que se debía a alguna alergia provocada por un producto de maquillaje. Yo siempre deseché esa teoría, porque no me ocurría cuando me aplicaban algún producto en concreto, sino que de manera aleatoria se ponía mejor o peor sin influir agentes o productos externos. 

Ya asimilado que tenía ese problema de piel, no le daba más importancia ni buscaba más soluciones hasta que de casualidad di con el centro de Gema Cabañero en agosto del 2013. Me hizo una de sus revisiones habituales y a partir de ahí me marcó un calendario de nutricosmética para solventar el problema poco a poco, una vez localizados los focos del problema.

El examen se llama diagnóstico Inner Wellness y consiste en unos escáners faciales que dan información a cerca de la piel y el sistema neuroendocrino, además de otras pruebas que más abajo os voy relatando.

¿Qué se puede ver a través de las imágenes que dan los escáners?

¡¡Cuidadín con las imágenes que vienen que pueden herir vuestra sensibilidad!! :D

Pues por ejemplo, el edema, en color blanco, síntoma de retención de líquidos. A la izquierda, mi primera foto, a la derecha, la última, donde claramente ha disminuido la retención de líquidos y hay una mejor de la circulación, con lo cual más oxígeno para las células. También la inflación celular, y en más detalle, la zona irritada de piel descamada en mis lagrimales. Las imágenes se amplían tanto que dan terror. Sí, la de las fotos soy yo. 

Con el siguiente escaner se obtienen otro tipo de imágenes que desvelan por ejemplo el grado de suciedad de la piel, en este caso de la bacteria porfirina, que son esos puntitos naranjas. A la izquierda, ala inicio del tratamiento, a la derecha actualmente. 

O también, el estado de nuestra flora bacteriana a través de la despigmentación labial. La mía, he de confesar que está bastante regular tirando a mal. Te enteras de cada cosa con estas pruebas...

Además, te sometes a una topografía corneal, es decir, una foto del ojo por decirlo de un modo claro, que revela los índices de hormonas, descanso, estrés.... Mis manchas de estrés y un sueño poco regenerador suelen ser preocupantes. Vamos que esa deformación que se ve es síntoma de una importante degradación del colágeno que solo ha mejorado tras la cura de sueño de 12 horas diarias y desconexión laboral que hice durante las últimas vacaciones. Va ser que el estrés sí es uno de mis grandes males.

Y por último, la báscula. La temida báscula. Mira que no voy a la clínica con intención de mantener un peso, pero las oscilaciones, la cantidad de líquidos, grasas y músculo corporales ponen nervioso a cualquiera... jajajja Debe ser un defecto que me queda de mis años de modelo. Aún así, también te recomiendan unos nuevos hábitos alimenticios. Ahora cada vez que bajo a hacer la compra me llevo el listado que me dan en la clínica para tener una guía y saber qué comprar y en qué cantidades comer determinados alimentos. Para mi, sin duda la parte más complicada del tratamiento por el tipo de vida que llevo y que aquí os explicaba.

El diagnóstico es gratuito. Sólo tienes que pedir cita en Gema Cabañero e ir con el rostro lavado, un poco de tiempo para rellenar por primera vez una ficha sobre ti y tras el examen, ya puedes comenzar en el universo de la nutricosmética.

Cada paciente sigue una tratamiento adaptado a sus necesidades, así que de poco os serviría comentar en profundidad lo que yo me tomo, eso sí informaros de que dependiendo del mes han sido entre 7 y 9 fórmulas que tomo de manera escalonada y en diferentes cantidades hasta completar las tres tomas  diarias con un total de 20 pastillas aproximadamente. Os podéis imaginar lo divertido que puede ser pasar por los aeropuertos con semejante cantidad de pastillas cada vez que viajo. Soy una especie de beauty traficante.

Y si me preguntáis sobre el precio, cada mes sale por unos 100/200€, dependiendo de lo qué tengas que tomar y las cantidades, porque hay fórmulas que un bote por ejemplo te dura varios meses.

Yo os invito a que lo probéis y por vosotras mismas descubráis el poder de la belleza desde dentro.

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