Por Jose Luis Maseda.
Pasearse por el contexto de ese impresionante edificio parisino que es el museo más visitado del mundo, el Louvre, tiene muchas cosas buenas. No ya por el propio recinto en sí o su maravilloso contenido, ni por lo variopinto de los turistas, ni siquiera por las boutiques que se esconden en su conocida galería Carrousel… el Louvre también propone sorpresas.
Resulta que recientemente tuvieron la genial idea de crear un concepto efímero de centro comercial/exposición/meca del lujo… tremendo.
Con el patrocinio de los grandes almacenes Printemps, y en colaboración con el arquitecto Antonio Citterio, se concibió la idea de explorar el tema del bolso en todos sus estados.
Ya sabes, el bolso, ese objeto de deseo que después del calzado, ocupa la mente de cualquier mujer del planeta. Ese.
Seis artistas internacionales realizaron su personal interpretación de este accesorio indispensable y los resultados fueron más que sorprendentes, creando así una mezcla de fascinante exposición artística y un momento (momentazo) para el shopping.
En una galería en la que las mejores firmas de prestigio instalaron sus fugaces boutiques, se podían admirar y adquirir bolsos de marcas francesas como Saint Laurent, Chanel, Dior, Hermès, Chloé o Givenchy, o también de casas extranjeras como Stella McCartney, Bottega Veneta o Salvatore Ferragamo.
Y estas lujosas tiendas se veían acompañadas por les desmesuradas obras de los seis artistas invitados, como fueron el británico Mat Maitland con una proyección en vídeo, el francés Gilles Cenazandotti y su bolso gigante o sus animales salvajes, el polaco Kordian Lewandowski y su escultura inspirada en catwoman, o los chinos Fan Xi con sus exquisitas fotografías, Wang Qiang con sus pinturas, o Gao Yu y su Pandaora, una mega escultura de panda al estilo anime, y un poco psicópata.
Con iniciativas así, e independientemente del clima, es evidente que los museos en París siempre, siempre, estén llenos.
Y por cierto, feliz comienzo del verano, ahora ya sí.
2 comentarios:
Wow!Que pasada!
Desde luego cuando vuelva a Paris no se por donde empezar para no perderme nada de todo lo que nos cuentas.
Que ganas tengo de volver pirata!
Besos
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