Welcome September

Si, y no me pongáis caras raras, a mi el verano me gusta, me chifla, como al resto de los mortales, con sus días interminables, los desayunos a las 14h, enfundada en bikini las 24h olvidando el uso de esa cosa llamada ropa interior, con las rozaduras reposicionadas en los pies de tanta chancla y chancleta, el pelo pidiendo a gritos una cita con un peluquero porque los productos capilares del neceser me están declarando la guerra, en fin, que me siento tan feliz como una perdiz pero cuando llevo 18 días contados de vacaciones me entran todos los males a diagnosticar, sufro "workalcoholismo incipiente" o más bien, dependiente.

Así que me empiezo a obsesionar, programaciones laborales con las agencias, las semanas de desfiles al caer, me reuniré con amigas a las que no veo desde hace seis meses para chismorrear un rato largo o dos, saquearé mi propio armario y guardaré todo lo que haga juego con los días de bonanza para sacar chaquetas, abrigos y jerseys que no utilizaré hasta bien entrado noviembre pero que al menos renovaran la vista, buscaré de una vez por todas un profesor de italiano, o de chino mismo, que más da si al final nunca lo hago, retomaré las clases de pilates y...y....y.. planes, planes y otra tanda más de planes, mientras tanto lo único que me puede consolar (a parte de veranear en Soria, con ese frío siberiano, vamos, que allí ni rebajas ni nada, en junio, de cabeza a la pretemporada) es aguardar al día en el que salen del horno las revistas del próximo mes, hablando de otras cosas que no sean Ibiza y protectores solares, colpasaditas con los calendarios de actividades y expos para el otoño-invierno tanto si estás en Madrid o en Budapest, aperturas de bares y restaurantes para aliviar la vuelta al nido, lo más novedoso en música y libros, y que decir de esos suplementos de moda que pesan un quintal y que nos oponemos a abandonar en el lugar de veraneo porque sin ellos no podríamos vivir, con las tendencias que nos dejan embobadicas para la próxima temporada.

A por ellos que fui.

Pero ay, pobre de mi, cuando hace unos días me acerco al kiosko y me encuentro sejante percal.

Los de la revista Elle y Marie Claire, Spain, por supuesto, se deben haber pegado unas vacaciones, pero de lujo y no lo digo por el contenido, que está de notable, como por esas portadas, que son de infarto de miocardio.

La correspondiente a la primera de ellas con la pareja matador+sobrina, Cayetano Rivera acompañando a Roberta, sobrinisima y relaciones públicas del Sr.Armani es para darse cabezazos y no parar. Esta muy bien querer a los amigos y que se apoye el motivo en la noticia sobre el traje que lucirá el torero en la próxima corrida goyesca en Ronda para la que el diseñador ha creado un boceto que será confeccionado por la sastrería Santos, que para eso son los que cosen todos los trajes del diestro, pero de ahí a sacar una portada....que además no es que se parezca, es que es un clon de una lanzada apenas hace un año en la que el chico salía junto a la modelo Petra Nemcova.....le da a una mucho que pensar.

No recuperada con el susto y tratando de customizarla para los 30 días venideros utilizando el envoltorio que muestra las botellas de Solan de Cabras decoradas por diseñadores nacionales a modo de forro de libros pegando celofan a destajo con el fin de evitar un paro cardiaco en cada paseo por el salón, llegan a casa con el Marie Claire. Mira, tan bajo me cayó el mundo que podría haber jugado a fútbol con él.

Esa foto de la Princesa Estefanía de Mónaco retocada por su peor enemigo, con una textura de piel que si no es porque no llevo gafas pensaría que ese día me las había puesto del revés, la esclerótica del ojo, vamos, lo blanco, pero no un blanco cualquiera, no, blanco neutrex, blanco cegador de película de extraterrestres, da miedo aterrador, el fondo de la fotografía difuminado para hacernos creer que las fotos no están disparadas en el jardín de su casa (¿y si lo están, que?), bueno, que los ochenta han llegado y de que manera, hasta las portadas han vuelto a aquella época.

Y si no juzgad por vosotros mismos.

P.D: ¿Estamos escasos de ideas o es que en verano se queda un becario con aspiraciones a ser director de una revista del corazón eligiendo las portadas?

A la izq, el número actual que con tanto reciclar,reciclaron hasta la composición.

Para una que pasa del culebrón del botox y nos la ponen a base de Photoshop como una puerta.