TEX SAVERIO, FW 14-15

Por José Luis Maseda.

Se acabaron las fiestas pero no por ello el invierno (qué más quisiera uno), y aunque para algunas personas sean necesarias las sesiones de desintoxicación alimenticia, no es necesario deshacerse del glamour con el que hemos intentado vestirnos.

Para seguir con ese toque de sofisticación extremo, que mejor que echarle un vistazo a la colección que el diseñador Tex Saverio propone para esta temporada. Pasen y vean.

Originario de Jakarta en Indonesia, al terminar su formación en escuelas de diseño locales, Saverio decide crear en 2010 su propia marca bajo el nombre de Tex Saverio Privé, nomenclatura que juega con los códigos de la Alta Costura, y supuestamente algo que marca su manera de trabajar ya que su prêt-à-porter es de una elevada calidad, y podría perfectamente enmarcarse en ese ámbito del lujo.

Dramático y de gran teatralidad como lo califican frecuentemente, volvió a justificar estos adjetivos con la presentación que nos ocupa, puesto que el ambiente creado para el desfile mezclaba lo impresionante de una biblioteca antigua con lo arrogante de la sublime música y esa brillante pasarela en forma de “X” por la que las veinte modelos aparecidas de detrás de una pantalla, se cruzaban sin cesar en una coreografía ininterrumpida sin entorpecerse las unas a las otras.

Respaldado en cuanto a repercusión de imagen internacional por estrellas como la cantante Lady Gaga, la actriz Jennifer Lawrence o la… bueno, Kim Kardashian (yo no debería decir nada en contra de esta chica, que igual es encantadora, pero profesionalmente… a sus iniciales me remito); la colección que presentó Tex Saverio para este invierno que estamos viviendo no decepcionó en cuanto a lo esperado.

La gama de color se redujo a básicamente dos: el negro y el oro. Y a excepción de dos pantalones de ceñidísimo cuero, el resto fueron faldas y vestidos, con lo que puedes pensar que todo era muy sencillito, pero no, en las imágenes que acompañan este texto puedes ver lo elaborado de cada look, con diversidad de largos y volúmenes en las siluetas, con mezcla de toques góticos y rock, pero con prendas que podrían mostrar una buena versatilidad según el estilismo que se hubiese añadido (taconazo o zapatilla de deporte).

El elaborado proceso de los materiales (estampados y troquelados con láser como si fuese encaje) tuvo su colofón en la grandiosa silueta final, un sencillo vestido corto negro que se completaba con un sofisticado tocado obra de Rinaldi Yunardi (otro diseñador compatriota suyo), y ese espectacular abrigo-capa que hicieron que hasta los fotógrafos aplaudiesen, con eso te digo todo.

Con semejante contexto y la música electrizante, Saverio presenta y quiere una mujer poderosa, una mujer de alta costura. Ojito con meterte con ella.