domingo, 30 de marzo de 2014

Las Joyas de Chanel


El mismo día que estuvimos visitando la exposición de Dries Van Noten en el Musée des Arts Décoratifs había otras exposiciones en activo en el propio museo, una de ellas dedicada a la actual joyería francesa baja el título "Dans la ligne de mire, scènes du bijou contemporaine en France".

Tras el éxtasis de la visita al recorrido de Dries Van Noten podríamos habernos dado por satisfechos en cuanto a muestras de moda, al menos por esa mañana porque bien que nos dimos un atracón de museos los días previos y posteriores, pero no, fue leer que entre las piezas expuestas encontraríamos artilugios de Lanvin, Hermès o Chanel y allá que nos adentramos en un recorrido laberíntico donde las joyas de entremezclaban con las obras expuestas de manera habitual ocupando seis plantas de un museo que es descomunal. Ya os podéis imaginar como fue nuestra excursión de exploradores... pues como si fuésemos unos Indiana Jones modernos con el mapa del tesoro en una mano y en la otra la cámara de fotos para no perder un solo detalle de cada vitrina.


Yo hasta donde quería llegar, por mucho que nos perdiésemos pasillos para aquí, ascensores arriba, escaleras abajo, era hasta las salas donde estaban expuestas las piezas de Chanel. Sus exposiciones nunca te dejan indiferente, porque como siempre he dicho, puede que el desfile te parezca de pronto la mamarrachada máxima debida a los estilismos, el concepto de maquillaje y peluquería o lo incomprensible de determinadas siluetas que parecen fascinar a Karl Lagerfeld pero el caso es que las prendas de por si son joyas. Joyas que merecían estar en este recorrido.

La primera vitrina que nos topamos fue la inspirada en las obras de arte que poseía la propia Coco Chanel y que recordando su signo de horóscopo, Leo, dio título a la colección de alta costura otoño/invierno 2010-11 "Sous le signe du lion" la cual tuvo su propia colección de alta joyería.


Alta Costura y Alta Joyería a tan solo unos centímetros.
Los ojos no nos daban de si para recopilar tan belleza y exquisitez.


Las botas que asemejan una constelación.


Lanas, sedas bordadas, pieles, botas en piel... y la profusión de los metales, piedras, perlas...

Todo inspirado en el abigarrado apartamento de Coco Chanel en el número 31 de la Rue Cambon y ejecutado por los maestros del bordado Lesage, los artistas de las plumas Lemarié, los creadores de botas Massaro y los botones de la doble C de Desrues quien los fabrica para la casa desde 1965.





Como la exposición estaba integrada sobre las piezas habitualmente expuestas, al girar inesperadamente de una sala a otra nos encontramos este cabinet del Hôtel de Rochegude en Avignon, del año 1725, y por poco se nos saltan las lágrimas, para comenzar por la exquisita talla en madera pero sobre todo por las dos damas que esperaban a que alguien les hiciese una visita vestidas con Alta Costura de la firma. 


Fijaos en los bordados en lentejuelas salpicados de camelias.
Hubiese querido saltarme la catenaria y toquetear las prendas.


La perla, símbolo máximo de la maison, en tiras aplicado al vestido
y convertido en maya para cubrir los botines. 

¡¡Exquisito!! Para que luego digan que las perlas avejentan. Mañana mismo me las enfundaba en esta versión para recorrer hasta el último garito.


Chanel, cuando la joya transciende más allá de su palabra.

2 comentarios:

JLM de París dijo...

No puedo estar más de acuerdo. Aquello era un tsunami de exquisitez visual paa morir de amor. FASCINACION.

Maite dijo...

Wow! Yo también me hubiera perdido por sus pasillos para ver estas maravillas!