Deporte, belleza y cuidados.
Las tres claves que protagonizan el ejemplar de abril de todas las revistas que acaban de salir al quiosco.
Yo, aunque lo pueda parecer en el reportaje y el
vídeo que dedica la revista Glamour a practicar deporte con amigas, tengo más bien poco de la "Spice Deportista" y mucho de la "Pija". Nunca jamás en la vida el deporte ha sido motivación, más bien todo lo contrario, soy de la de nivel pereza máxima. Digamos que soy, o era, de las que una vez vestida y lista para salir se rajaba porque encontraba un plan mejor que hacer. Con el tiempo, he cambiado ese enfoque, ahora para mi hacer deporte significa encontrar tiempo que dedicarme, mantenerme en forma sin machacarme y que las distintas actividades sean parte de una rutina equilibrada.
Por eso cada semana, no falto a la cita con el profesor de Pilates, a quien mareo constantemente cambiando los horarios. Tras la clase hago una escapada exprés al gimnasio para completar con un poco de cardio, y por último, una sesión de Bikram Yoga que suelo practicar sábado o domingo.
Bikram Yoga, y para mi sorpresa, es de todas las prácticas la que más me gusta. Lo conocí hace 5 años, por la amiga de un amigo. Me planté un día en el estudio, que está acondicionado a 40ºC, y me entusiasmó la simple idea de desconectar del planeta durante unas dos horas. Hora y media de práctica y la posterior ducha en la que no hay mails ni llamadas que valgan.
También me gustó porque es una práctica dura e intensa, y desde mi punto de vista, nada espiritual. Yo no me puedo considerar una chica zhen, así que la meditación y la transcendental me cuestan, en cambio el esfuerzo, los retos, probar y errar, probar y acertar, pues como que me motiva. De todos modos, el día que estoy perezosa, o mi cuerpo no responde, no pasa nada, voy ejercitándome con las asanas (o posturitas) que estoy cómoda, y cuando no, me tumbo y disfruto de la temperatura. He de decir que soy un tanto lagarto.
Todo el mundo me pregunta si con tanto calor y sudoración se pierde mucho peso y la verdad es que te sientes deshinchada, sobre todo el día que practicas porque dos horas antes de la clase solo se pueden tomar líquidos, y cuando sales no tienes mucho apetito, pero perder peso simplemente no. Sí se gana mucha musculatura en el tren inferior y eso hace que la grasa se desvanezca. ¡¡Adiós celulitis!!
Además, el día que voy he integrado mis propios cuidados extra de belleza. Antes de entrar a clase me aplico en el pelo Aceite Extraordinario de L´Oréal Paris, para que vaya haciendo efecto mascarilla nutritiva, y cuando salgo me hago una exfoliación integral con el gel Exfotonic, de ese modo comienzo la siguiente semana renovada de pies a cabeza y de dentro a afuera.
Si te animas a practicar Yoga Bikram, te recomiendo que antes te informes ampliamente. Veo a mucha gente que se descarga un cupón de descuento lanzándose a probar, y claro, salen de allí asqueados por no comprender nada e incluso doloridos por intentar llevar a cabo posturas para las que todavía no están preparados. Es conveniente que alguien os explique antes en qué consiste la rutina, qué se puede y debe hacer y lo que no (como salirte de clase cuando te de la gana) e informarte del material necesario que es poquito pero lo necesitarás: Una esterilla, dos toallas, una para la clase y otra para la ducha (en la mayoría de centros te proveen de estos dos elementos así no tienes que cargar con ellos), unas chanclas para caminar por el centro (la clase se hace descalzo), yo siempre llevo las insustituibles Havaianas, vestirte con ropa cómoda y ligera, yo soy fan de los shorts 2 en 1 de Reebok, y no olvides llevar una botella de agua en tamaño grande, necesitas hidratarte continuamente.
Para los que busquéis un centro en Madrid os recomiendo los siguientes que son los que conozco:
-Bikram Yoga Center, en C/Barquillo 38.
-Californian Hot Yoga, en Fernando el Católico 23
-Sport Mind Club, en calle Almirante 9, donde además puedes practicar Pilates y TRX.
Otra disciplina de yoga, para los que nos van las aventuras moviditas y alejadas del "ommmmm" es Rebel Yoga, un método impartido por la americana Tara Stiles y con quien tuve la oportunidad de entrenar hace unos días desde una ubicación increíble en las alturas con vistas a todo Madrid y la sierra.
Rebel Yoga se practica con musiquita actual, de una manera muy activa y por lo visto causa furor entre multitud de celebrities que lo practican en el estudio
Strala que posee Tara, la "rebelde" del yoga, en Nueva York. Reebok ha querido encuadrar este estilo de ejercicios en su filosofía de
Real World Athletes, que viene a expresar que para ser atletas no es necesario serlo a nivel profesional, que cada uno en nuestra medida y posibilidades también lo somos, y que lo más importante es poder compartir las experiencias que el deporte nos puede aportar.
He de decir, que durante la práctica quise morir con determinadas posturas para las que no estaba preparada pero que al día siguiente sentía el cuerpo muy bien trabajado en zonas en las que no había reparado la atención.
¿Mi gran tema pendiente?
El running.
Salir a correr todavía no ha conseguido engancharme. Dicen que genera endorfinas a tutti, que nada más sales un día y te retas al siguiente quieres más, además de generar un montón de energía. Si, sí... contadme todo lo que queráis. Yo, honestamente, cada vez que lo he probado (siempre en compañía, porque necesito de alguien que tire de mi y además me ayude a pausar el ritmo) he pensado en lo tostón que resulta, en pequeñas incomodidades que me busco para parar, cambiar la música, o atarme las zapatillas o sentarme a disfrutar de las vistas, y que placentero como tal no es. Me ahogo, moqueo y lo que me apetece es una buena botella de agua. Quizá genéticamente no estoy predispuesta para el running ¡¡pero no pienso desistir!! y esta primavera voy a intentarlo de nuevo. Hoy no, quizá mañana me...jejejejjeje
En la foto con impermeable y leggins de Bershka, sudadera de MY/TE, zapatillas de Reebok y gafas de Prada.
No solo de prácticas deportivas iba el post de hoy.
De cuidados y tratamientos también os cuento mis rutinas.
El pastilleo de Gema Cabañero
Si me preguntan qué desayuno cada mañana, mentiría si no dijese que me siento como un astronauta frente a las 13 pastillas que ingiero a día de hoy antes de ni tan siquiera quitarme las legañas.
Os preguntaréis por qué tanta pastilla y para qué. Muy sencillo, llevaba cerca de 5 años viviendo con un eccema en el lagrimal de ambos ojos que según períodos se complicaba tanto al punto de inflamarse, cuartearse la piel y sangrar, y tras probar con muchos tratamientos, yo siempre sospechando que aquello no podía darse tan solo por estrés (el motivo que ahora nos achacan a todo para dar explicación a cualquier dolencia), di con Gema Cabañero, de manera casual y porque quería ir a conocer la técnica que practican en su centro para prolongar el bronceado. ¿Quién no desearía estar morenita a finales de octubre como si acabase de llegar de vacaciones? Con lo que favorece.
El caso es que nada más entrar en su consulta, Gema me preguntó por lo de mis ojos. Yo estaba tan habituada que solía contestar con un "uf, llevo con esto de hace siglos". Ella me dijo que había que encontrarle solución y yo feliz de que alguien tuviese fe en que aquello se solucionaría dije "sí, quiero".
Ese sí quiero fue casarme con la nutricosmética, por eso esa cantidad de pastillas naturales compuestas por aceites, minerales, algas, vitaminas.... cada día, además de detectar qué problemas digestivos sufría, descubriendo intolerancias que jamás hubiese imaginado, intentar mejorar los niveles de descanso y que la vorágine no se me coma. Vamos que tenía el cuerpo alterado, no, lo siguiente, y ahí estaba el eccema para decirme que algo no iba bien.
Así que a parte de tomar 13 pastillas matutinas, me como otras 4 antes de acostarme (sí, estoy más pastillera que los de la ruta del bacalao en su momento) y he dejado de ingerir algunos alimentos con un resultado increíble de mejoría. Mi tema pendiente, el descanso. Cuando consiga bajar los niveles de estrés y aumentar las horas de reposo habré logrado la meta, es decir, encontrar un equilibrio que seguro agradece mi piel. En ello estoy.
Por cierto, la nutricosmética que tomo está destinada a mejorar mis deficiencias y a solventar este problema en concreto, pero mucha gente la utiliza como terapia antiedad y dicen que es una maravilla.
Por si os interesa seguir indagando en el tema.
El nuevo sistema de limpieza: Clarisonic
1 minuto de mi vida necesito cada noche para reconciliarme con mi piel.
Desde que comencé a trabajar como modelo, e instruida por la primera maquilladora profesional que conocí, siempre, siempre, o casi siempre (yo también he llegado molida y me he lanzado al sofá o a la cama con el pote puesto descubriendo a la mañana siguiente las pintrolas) me he desmaquillado. Aprendí que era una rutina necesaria para retirar los productos, limpiar la piel y dejar que se regenerase. Aún así nunca fue súper fan de invertir demasiado tiempo. Soy de las que si va muy maquillada se desmaquilla primero los ojos con bifásico Dermo Expertise, luego la piel con una leche limpiadora Age Perfect, y si me acuerdo, el tónico. Cuando voy más natural maquillada, es decir no vengo de una sesión de fotos, acorto y resumo pasos con Agua Micelar, pero desde que tengo este aparatito la técnica la he modificado.
Antes que nada comentar que lleva en mi vida a penas unas semana, así que esos cambios drásticos de los que hablan todavía no puedo comentar.
Lo que sí he notado es que la facilidad de los tiempos que marca la propia maquinita, el cabezal que bascula por si mismo y que para limpiarlo solo necesitas un chorro de agua fría, hace que nunca me de pereza el momento de desmaquillarme.
Os cuento. Primero desmaquillo los ojos, porque es una zona que no tocaremos con el Clarisonic, luego aplico un poquito de leche o gel limpiador en el cabezal y comenzamos apretando el botón de encendido. Tras una pequeña melodía comienza a moverse. Aplicas sobre el rostro y movemos por zona frente durante 20 segundos. Para el movimiento. Cada vez que para significa que debemos cambiar de zona. Se reactiva solo y pasamos otros 20 segundos por la zona nariz hasta la barbilla. Parará de nuevo y cambiaremos de zona. Se reactiva y tenemos 10 segundo para limpiar uno de nuestros laterales del rostro. De nuevo se para, se reactiva y cambiamos al otro lado.
Ha pasado un minuto y tenemos la piel del rostro perfectamente limpia. Lavamos con agua, secamos y lista para la rutina de la cremas.
Este cacharrito es un invento y ni las más perezosas van a poder resistirse.
En el salón de belleza: The Beauty Concept
Para las limpiezas faciales de manera extra, aunque mantengamos una rutina diaria de desmaquillarse mañana y noche, está bien acudir a un centro donde tengan tratamientos adaptados a tu piel y tus necesidades. A mi me chifla The Beauty Concept el espacio de Paz Torralba donde sus tratamientos depurativos y regeneradores me hacen sentir como la piel de un bebé al salir por la puerta.
Si os digo la verdad, contar en qué consisten se me va a dar fatal, entre otras cosas porque yo soy de las que se relaja tanto cuando le hacen un tratamiento o un masaje que me quedo dormida. Y como todo lo que me pongan me va a parecer bien, pues me olvido del mundo y desconecto.
Pequeños placeres que no se pueden sustituir por nada.
¡¡Que vivan los masajes!!
Pedicura, mi cuidado imprescindible.
Algo que no falla en mis rituales de belleza y que además necesito de la mano de un profesional es el tema pedicura. La manicura me la puedo saltar, tengo unas uñas poco agradecidas que no permiten que el esmalte se mantenga en condiciones óptimas y visibles por mucho tiempo en mis manos, pero mis piececillos... tras las horas y horas que paso de pie cada día, con los zapatos con los me mortifico voluntariamente, sobre todo tacones de infarto (sea por trabajo o por lucir), y porque lo de cortar y pulir uñas lo encuentro cero glamouroso, a parte de que no de me da nada bien, la pedicura es un imprescindible que debería obtener los honores de pequeños grandes placeres de la humanidad. Por encima del chocolate.
Por eso en invierno, una vez al mes, y en verano, dos veces al mes, recurro a las especialistas en el tema para que dejen mis pinrreles impecables. Eso sí, yo siempre me llevo mis propias lacas de uñas y es que los tonos que saca al mercado cada temporada L´Oréal Paris me vuelven loquita. El año pasado fui una pelma con los flúor, lo sé, lo siento.
Mis sitios predilectos en Madrid:
-Escape, Lagasca 30, porque están especializadas en tema uñas y encima me llevo fenomenal con su propietaria con lo cual siempre que voy nos quedamos horas y horas de conversación. Además, feliz de haberle encontrado un azul muy concreto que buscaba una clienta suya y con el que di entre la amplia gama de tonos de L´Oréal Paris.
-Beautyque Nail Bar, calle Pelayo 76, porque además de ser centro de belleza tienen tienda de moda y complementos y es uno de los lugares donde está a la venta MY/TE.
-Hand Made Beauty, Conde de Xiquena 17, porque tienen tratamientos personalizables pudiendo escoger qué crema y sales deseas, ¡¡ah!! y porque me pilla en plena zona de showrooms. Me escapo entre shopping y shopping, me enfundo las Havainas y lista para continuar con la jornada laboral.
En Barcelona también tengo algunas recomendaciones:
-Jass & Co, Avinguda Diagonal 604, porque si piensas en el lujo dedicado a las uñas tiene un nombre y sin dudad es este espacio y porque de allí a casa me pilla a un paseito de nada con moto. La rutina perfecta para que se te terminen de secar las uñas.
-The Pink Peony, Passeig de Gràcia 100, por estar más céntrico imposible, el espacio es monísimo y porque de precio está genial, todo hay que decirlo.
La semana próxima tengo cita. ¡¡Mis pies no pueden esperar más!!
Bueno, este es el resumen de mis cuidados de belleza
y deporte imprescindibles.
¡¡Que no nos falte ese poquito de tiempo para cuidarnos!!