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sábado, 7 de febrero de 2015

Allô, haute couture SS15...?

Por José Luis Maseda.

Tengo una amiga exquisita que viene a verme a París unas dos veces al año, y durante los días en los que está en la capital francesa, se vuelve loca. Vamos, la llevan loca. Procuramos vernos todo lo posible, y entre lo fenómena que es y lo a veces excéntrica que se vuelve nos echamos unas buenas risas. Y es que Alta Costura y yo nos conocemos desde hace tanto tiempo que hasta las conversaciones telefónicas improvisadas se vuelven algo de lo que te podría incluso hablar. Y es lo que voy a hacer ahora.

(Me suena el teléfono). -Es Alta Costura desde su taxi.
Si te interesa, que seguro que sí, sigue leyendo.

sábado, 1 de febrero de 2014

"Divina Costura" por Jose Luis Maseda


Acabamos de pasar uno de esos dos momentos al año en el calendario de la moda en los que ésta misma se vuelve divina, por excéntrica y por exclusiva y donde por encima de todo, el diseñador o casa de moda se la juegan a cantidades de cifras de muchos ceros y más que nada, en cantidades mucho más importantes de prestigio: la semana de la Haute Couture.

Como esa etiqueta de denominación de origen solamente existe en París, la ciudad se llena de chicas jóvenes (muy guapas-muy largas-muy delgadas) que son las que van de casting en casting para conseguir un estatus profesional como modelo; de compradores en su mayoría asiáticos (chinos, japoneses, indios o de Oriente Medio) y de criaturas radicalmente fashionistas que pululan (provocando admiración o hemorragias oculares a partes iguales) por el mundo de los desfiles.

Y en resumen, la Alta Costura para esta primavera-verano del 2014 ha sido lo siguiente:



Atelier Versace. Como a lo que nos tiene acostumbrados, llega Donatella abriendo la semana y nos trae un poco más de lo de siempre, pero de lo que nunca nos cansamos: una mujer sexy, fuerte, con mucho glamour; y también mucha intención de vender entre las nuevas ricas rusas y las que se van a poner su (fantásticos) modelitos en las próximas alfombras rojas. Si eres de las que va mucho a las alfombras rojas (mira tú que suerte), pues igual no, pero si solamente vas a ir una vez, lo mejor es ir sintiéndote ser una bomba de relojería sensual y sexual, y medio heroína de cómic para salvar al mundo con tu ego. Y para eso, nada mejor que Versace. Además, con invitadas ilustres, como la nueva imagen de su firma, la cantante Lady Gaga que apareció en el show prácticamente clonando a la simpática hermana de Gianni y cabeza de la firma desde su desaparición. Donatella tiene mucha tela, pero de la buena.


Christian Dior. Otra de las maisons de moda indispensables de las que no tengo que contarte nada, salvo el hecho de la proximidad con el público y la inteligencia del casi recién instalado director creativo Raf Simons. No contento con hacer el desfile para prensa y compradores, realizó un segundo en el que invitó a seleccionados alumnos de moda de las más prestigiosas escuelas del mundo (la Saint Martins de Londres, la Parsons de New York, la de Amberes…) para que pudiesen apreciar de cerca lo que una colección de costura significa y el trabajo que implica en todo (desde las propias prendas hasta el desfile en sí). En cuanto a la propia colección, mucho trabajo de detalles y delicadeza en los tejidos, pero me parece a mí que un pelín sosa en general, salvo por el calzado.


Schiaparelli. Marco Zanini retoma las riendas de esta resucitada maison de moda (sesenta años sin presentar Couture… OMG!), y capta perfectamente el espíritu de la creadora original, aquella que fue pop antes del pop, y punk antes del punk. En mi humilde opinión, lo que el italiano ha hecho ha sido un poco bizarre. Evidentemente no denigro el trabajo de nadie, pero creo que crear tanta expectación para lo que ha sido su propuesta es algo un poco decepcionante. Salvo por el casting, que ha sido lo que le ha salvado el pellejo, retomando modelos “viejas glorias” (y lo pongo entre comillas, que no tienen más de cuarenta años) como han sido Stella Tenant, Delfine Bafort, Chrystèle Saint Louis Augustin, Hannelore Knuts, Christina Kruse, Liisa Winkler y Kirsten Owen. Ahí queda eso.


Giambattista Valli. Mujeres con un toque gamberro y que han dejado la tradicional actitud de la costura para salir a pasear con resaca después de la juerga. Así es como describía el italiano a su musa para esta (estupenda, dicho sea de paso) colección. Con los colores sacados del Arte Impresionista, los volúmenes diversos y las aplicaciones de bordados joya… le ha salido MUY bien.


Maison Martin Margiela. Sin duda una de las casas de costura cuya manera de ver esta alta moda es de lo más personal. Y cuyo resultado es, sencillamente fantástico. Mezclando líneas y volúmenes e utilizando materiales estampados inspirados en artistas y diseñadores (como por ejemplo la obra de Gauguin), su colección siempre despierta la curiosidad y cambia el punto de vista de lo que, tradicionalmente, puede ser una colección de costura. Pero para eso está su filosofía, para abrirnos los ojos, al contrario de lo que hacen con sus modelos, que pasan obligatoriamente a un anónimo segundo plano.


Stéphane Rolland. Una vez más este maestro de la aguja nos sorprende brutalmente con la aparente sencillez de los diseños que presenta, y ahí está la gracia, que parece pero no, porque el trabajo de patronaje para esos volúmenes y caídas fantásticos, las nervuras de los tejidos representando entre pétalos y alas de mariposa, esa paleta de colores impecables que te llenan la retina y el hecho de abrir y cerrar con la (maravillosa) Nieves Álvarez como modelo demuestra que sí, sabe lo que hace.


Alexis Mabille. Este diseñador venido a París desde Lyon, siguió viajando y se fue al Olimpo desde donde se trajo a todas las diosas que encontró. Sublimes vestidos con detalles artesanos (como esos abdominales en cristales Svarowski) que comparten terreno con prendas excesivas de las que vuelven locas a las compradoras de oriente Medio. El bucólico decorado lleno de mariposas (que invadían también el pelo, rostro y piel de las modelos) proporcionaba el toque mágico ambiental, aunque en muchos de los casos, el exquisito trabajo de Mabille no necesitase de tanto adorno.


Bouchra Jarrar. Oficialmente miembro de la Alta Costura desde el pasado diciembre (hasta ahora era invitada), la diseñadora tiene el honor de ser la primera mujer que ha adquirido este status de grande de la costura desde hace 30 años (lejos quedan Chanel, Vionnet o Schiaparelli). Supongo que por el propio entusiasmo del cambio, su colección presenta más colores, plumas y bordados joya que nunca, a pesar de seguir siendo una de las pocas que prioriza las prendas de día y cualquier ocasión a los vestidos de noche y alfombra roja que otras firmas ponen evidentemente en primera línea.


Chanel. Orquesta en directo sobre un decorado blanco nuclear, y unas escaleras estilo Art Déco que en propias palabras de Karl Lagerfeld recreaban el ambiente de una discoteca de otro planeta. Como de otro planeta debe venir él, para seguir teniendo tanta vitamina creativa, y que siga siendo buena.

Extraterrestre parecía también el hecho de hacer dar vueltas como peonzas a las modelos quienes, llevando una colección más deportiva que nunca (¿será que es cierto que estoy viendo un chándal de muselina?), no usaban accessorios (¿dónde están los bolsos objetos de deseo?) y calzaban todas zapatillas de deporte. En una Alta Costura. Telita. Aunque eso sí, cada par de zapatillas obra del creador Massaro, e incrustadas o bordadas de perlas, pieles exóticas y demás, o envueltas en encaje y tweed cuestan unos 3.000 euros. Eso sí que es para echar a correr.




Alexandre Vauthier. Si eres una mujer fuerte, segura de ti misma y tremendamente sexy, pero no te gusta lo que hace Donatella, siempre puedes decantarte por su heredero oficial o competencia más directa. Este francés sabe bien cómo hacer que una mujer se convierta en la leona reina de la selva.

Inspirada en las playas y en el surf, en su colección se ven los brillos del sol, el azul de las olas, las pieles brillantes y el color arena. Con lo que es evidente que para crear, puedes traducir cualquier cosa en moda si realmente eres bueno. Y Alexandre lo es.



Serkan Couture. Serkan Cura, este jovencísimo diseñador belga de origen turco estudió en la Real Academia de Amberes antes de pasar cuatro años formándose en los talleres de Jean-Paul Gaultier, donde descubrió su pasión por el trabajo de las plumas. Los cazatalentos de Victoria’s Secret se dieron cuenta de su talento y le encargaron todos los espectaculares modelos que vimos en su famoso desfile el pasado mes de noviembre. Especializado en las plumas, al presentar esta su primera colección de costura ha salvado de la ruina a una conocida casa artesana proveedora de este material, la Maison Février, que a punto estaba de echar el cierre, al comprarles todo su stock. Bajo el título de “Les naufragés de mes mondes” (los náufragos de mis mundos), recrea con toques de cabaret su estilo de moda, la que acompañada del maquillaje salpicado de cristales Swarovski dieron luz al escenario del teatro Dejazet, donde se presentó. Talento a seguir de cerca, aviso.


Valentino. El dúo de diseñadores Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli han comprendido perfectamente el espíritu de la casa Valentino y consiguen una colección que, una vez más, va a disparar las ventas y el prestigio de la firma. Inspirándose en cincuenta y cinco óperas, presentaron sendos modelos que interpretaban el aura de obras como La Traviatta, La Bohème, Carmen, etc… invitando incluso a los artesanos de la Roma Opera House para que pintasen el decorado del desfile.


Elie Saab. Las obras del pintor holandés del S.XIX Sir Lawrence Alma-Tadema, en las que representaba el antiguo Imperio Romano, y los toques del Mediterráneo parecen ser las tramas en las que se basa este creador para su colección de costura de la que, seguro, vamos a ver unos cuantos vestidos lucidos por actrices famosas muy pronto. Y es que, te pueda parecer excesivamente princesita o no, lo que hace Saab es sencillamente espectacular.


Zuhair Murad. Este creador vuelve a demostrar que es uno de los que recrean el glamour clásico y a veces excesivo de la Alta Costura. Con apliques de piel de pitón y plumas, estampados de cebra o toques de leopardo, esta fauna se mueve entre una flora profunda, y no hablo de plantas salvajes sino de puras flores. Rosas, peonías, camelias y tantas otras bordadas y estampadas en los delicados tejidos como su vestido de novia en el que se incrustaron 25.000 apliques de flores. Has leído bien.


Giorgio Armani Privé. Con una colección bajo el nombre de “Nomade” inspirada en las culturas del norte de África, solamente podíamos esperar unas prendas que inviten al viaje y a las exóticas diferencias. Pues por muy bien confeccionadas que estén las prendas, y la exquisitez de los tejidos, a mí esta colección me hace viajar tan lejos como de mi sofá al baño. Para ser costura, donde la fantasía puede existir libremente, el señor Armani (cuyos méritos profesionales no pongo en cuestión) arriesga pero que muy poco. Más de lo mismo. Mismos cortes, mismas chaquetas, mismo calzado plano y mismos colores tipo “no te salgas de la pista, que te vuelves circo”. Pereza.

Jean Paul Gaultier. El efecto mariposa conseguido por este tan conocido modisto es para precisamente eso, comértelas y que revoloteen en tu estómago y morir de amor. Una colección tan ligera como densa a la vez en la que el concepto de alta costura ha sido comprendido perfectamente, porque tiene que hacernos soñar. Y ver desfilar las modelos o la maravillosa Dita Von Teese como si fuesen estos delicados insectos salpicados de colores, lo hacía a cada paso que daban. Y es eso lo que hace falta, moda psicológicamente reparadora. Ya sabes, cuando una mariposa bate sus alas en París… el resto del mundo se estremece.


Vionnet. Estrenando director creativo, la mítica firma también resucitada presenta el trabajo del diseñador chipriota Hussein Chalayan quien ha recuperado la esencia de los archivos de la casa fusionando las creaciones del diseño industriales con las propias prendas. Así podemos ver líneas que recuerdan al propio patronaje, a las formas de muebles o piezas con colores metálicos.


Viktor & Rolf. Viktor Horsting y Rolf Snoeren aprovecharon la ocasión para presentar su nuevo perfume “Bonbon” cuya imagen es la supermodelo Edita Vilkeviciute, y cuyo aroma fue rociado por la pasarela. Esta vez, Edita fue la única modelo presente en la sala, puesto que las prendas las llevaban las bailarinas de la Compañía Nacional de Danza de Holanda. Con una colección de toques surrealistas, y absolutamente salida del ballet clásico, los diseños se salpicaban de látex color piel tatuado con lazos o pájaros, trampantojos y volantes y una gama de colores empolvados perfecta para cualquier ensayo de baile. Ya sabes… cuenta hasta ocho y vuelve a empezar la rutina.


Yiqing Yin. Esta francesa de origen chino es de las que le da la vuelta de tuerca de más al asunto, consiguiendo siempre emocionar con sus conceptos. Con la inspiración surgida de las mariposas también, pero no en su parte bella, sino en el proceso de transformación, desde el gusano de seda hasta la mutación dentro del capullo, es impresionante comprobar cómo consigue transmitir esas realidades a unas prendas que, si las observas con atención en cuanto a líneas, colores y texturas, te recuerdan perfectamente a esa futura mariposa bonita. Me quito el sombrero una vez más, querida.



Ulyana Sergeenko. Esta rusa celebrity fashionista reciclada y ciertamente oportunista está poco a poco puliendo su trabajo y consiguiendo que se tenga en cuenta su breve pasado como creadora de moda, puesto que presenta una colección en la que cuenta una historia que envuelve el producto. Como en un viaje en el Orient Express en el que una gran estrella de cine de la época dorada recorre Asia y roba prendas a sus amantes masculinos durante el trayecto, sus prendas envuelven el cuerpo de la mujer con el glamour tan particular del país de origen de la diseñadora. Aunque tengo que agradecerle mil que haya recuperado de vuelta para su desfile a la también rusa Eugenia Volodina, quien para mi sigue siendo la modelo que (con permiso de Nieves) mejor se desliza sobre la pasarela. 

A pesar de las diferentes personalidades, filosofías e ideas creativas de cada firma de moda, siempre hay un par de cosas en común y en esta temporada para la alta costura, y como has podido comprobar, te puedo decir que se han visto mariposas por todas partes (Alexis Mabille, Gaultier, Giambattista Valli, Valentino, Stéphane Rolland, Yiqing Yin…); los colores intensos (el amarillo es el rey) y las modelos francesas (de las que ya te hablé aquí), porque Marine Leleuw, Marie Piovesan, Sigrid Agren, Josephine Le Toutour, Ophélie Guillermand, Pauline Hoarau, Manon Leloup y Cindy Bruna se han recorrido kilómetros de pasarela. Juegan en casa, claro.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

XV Años sin Gianni


Semanas de dedicación casi total al mundo de la moda.

Las mías comenzaron con los fittings, prosiguieron los desfiles, se han solapado con la Vogue Fashion´s Night Out, hemos comenzado la etapa de los press day y ya no hay vuelta atrás con las producciones de otoño-invierno que estamos disparando.

Entre tanta moda he venido a darme un respiro.... al Museo del Traje.
Sí, soy así de masoca (en el buen sentido), en los ratos libres leo libros de moda, ojeo revistas (no precisamente de coches), me encuentro con gente del sector para seguir tratando los mismos temas y me vengo a ver exposiciones que tengo señaladas en la agenda.

Una tarde de sábado siempre es plan perfecto ir de exposiciones.


Inaugurada en julio, esta corta retrospectiva está dedicada a Gianni Versace a modo de homenaje con título explícito: 15 años sin Gianni, y podréis pasar a visitarla hasta el 14 de octubre.
Ya que estáis, no os olvidéis de pasar a admirar las obras de fotografía "Mirar y Pensar. Balenciaga" por Outumuro en la planta 0, son una maravilla.

Recoge lo mejor de sus creaciones desde finales de los 70 hasta su trágica muerte. Piezas que le encumbraron en el olimpo de los diseñadores más punteros a lo largo de los 80 y los 90 en esos desfiles que por muy pequeños que éramos son fáciles de extraer de la memoria infantil.
Creo que junto con los vestidos de Valentino que la Reina Doña Sofía lucía modificados son los recuerdos en moda que tengo más latentes. Me divertía mirar el ¡Hola! y jugar a buscar las diferencias.
Lo sé, un tanto friqui.

Puede ser que influya el hecho de que mi madre fuese una gran fan de sus creaciones siguiendo con especial atención lo que cada temporada proponía la firma para luego enfundarse los estampados más llamativos, los vestidos más ajustados y las escotes más sexies, en una combinación entre mujer imposible, rozando lo chabacano, y una auténtica diosa. Y es que los límites entre una cosa y otra siempre estuvieron muy difusos a la hora de rasar las prendas de la firma.

Los maniquies, por suerte, carecen de personalidad, curvas explosivas y complementos, maquillaje o peluquería desmesurada que solían lucir las portadoras de estas piezas, por eso nos queda lo mejor, la creación para disfrutarla sin más valorando el talento y lo revolucionario de sus diseños, algunos de ellos más vigentes que nunca.