HEY!! Wellcome to my party!!

Los motores se calientan.  Todavía faltan dos días para que empiece oficialmente pero la New York Fashion Week se siente en la ciudad. Todo el mundo ya esta aquí, empezando por los gabinetes de prensa con las pilas puestas, continuando por los y las modelos que atacadas de casting en casting desembarcan en la ciudad para probar suerte y comprobar si tienen futuro en esta difícil y competitiva carrera. 

Antes de ayer, Alon Jibli, dueño del Barbounia, restaurante y bar de primeras copas de la noche neoyorkina,  y Jeffrey Jah, dueño del Double Seven,  uno en Florianopolis, Brasil,  y el otro en el Meat Packing, NY, dos referentes que nadie se puede saltar si estás en la Gran Manzana, organizaron la fiesta de “apertura” de la fashion week en FINALE, 199 Bowery st. Como no, hasta la bandera de gente divina por todos los rincones. 

A remarcar los japoneses, los más atrevidos de la fiesta desde los góticos hasta los que recuperan sus raíces para vestirse con las notas de la temporada marcadas por Prada. Y, por supuesto, las habituales de Alon y Jefrey, Katia Kokoreva y Anastassia Khozzisova.

Destacaría varias cosas de esta fiesta, a diferencia de otras que se pueden organizar en NY pero sobre todo una: Ellas.

En tendencia y guapas, serían los dos adjetivos más remarcables que de siempre se otorga a las modelos. Son las primeras que atrapan la tendencia, lo cual tiene su lógica ya que en realidad son las que más colecciones ven y las que enseguida desean llevar o tener lo que más gusta o gustará en las próximas temporadas, de esta manera se aseguran llamar la atención sobre los diseñadores o estilistas que visitan y es lo más efectivo para escogerlas en el casting, con su cara claro.

Pues bien si en algo abundaba la fiesta era en chicas guapas, y con superlooks. 

¿Tres cosas imprescindibles a llevar a cualquier sitio para triunfar? Pieles de pelo, en su mayoría sintético, no sé si porque la gente está más concienciada o simplemente por precio.  Unos tacones, que desde luego es lo que más me gusta, lo que de verdad estiliza y aquí nadie sale de casa sin ellos. Imprescindible sin medias (ajajajjaja) aunque estemos a menos cinco grados, pero eso da igual.  Y tres, lo que da vida a todas estas pieles pálidas sin una pizca de sol, un buen “rouge a levres” que realce  esas sonrisas que dan energía y buen rollo a la fiesta. 

La Fashion Week no ha hecho más que comenzar.

Solo espero llegar a todo, cumplir con mi trabajo y sobrevivir.

¿Una copa?