Labios de fresa, sabor de
amor… aquella famosa canción, de la que estoy seguro recuerdas todavía
perfectamente la letra, estaría hoy dedicada a Álex. Porque conocer a esta
chica es amarla directamente y sin miramientos. ¿Que aún no sabes quién es ella?
Pues sigue leyendo.
Cuenta la leyenda que de
vez en cuando surge un genio, no de una lámpara, pero sí de entre las agujas, y
respaldado por la trayectoria vertiginosa que está llevando, no tengo ningún
reparo en decir que este genio en cuestión es el diseñador Juan Vidal.
Para esta temporada de
solecito que es y será (más vale) la primavera-verano de 2015, Juan y todo su
equipo nos presentaron a su última encarnación del ideal femenino con su
colección A Girl Named Alex (una
chica llamada Álex), en cuya campaña el fotógrafo Erik Von Frankenberg y la
modelo portuguesa Sigrid Vieira se encargan de darle vida.
Colección que pude ver con
todo detalle cuando vinieron también a presentarla en París.
Teniendo como punto de
partida aquella original chaqueta que lucía el cantante Paul McCartney cuando
interpretó el tema “Strawberry fields
forever”, el creativo ilicitano recrea en su propuesta una sutil mezcla
entre rock & roll y aires naifs, en la que lo masculino y femenino se
funden perfectamente.
Con unas líneas de espíritu
retro revisitadas de una manera mucho más actual, pudimos ver trajes sastre
exquisitamente estructurados con chaquetas smoking, que se acompañan de
pantalones en tres versiones: bermudas holgados, pantalones largos amplios o
pitillo de estilo deportivo.
Las camisas masculinas se
transforman en maxi vestidos sensuales y tremendamente femeninos, y además de
abrigos ligeros o impolutas chaquetas perfecto, vemos blusas y vestidos cortos
de apariencia colegiala con diversos cuellos (caja, camiseros o halter), e
incluso el último de ellos, una exquisitez para la fiesta salpicada de
incrustaciones joya y con la espalda recordando a las históricas obras de la
pintura de Watteau. Cómo descontextualizar una idea y hacer que salte siglos en
el tiempo para hacerla tremendamente contemporánea en un instante. Bingo.
Los materiales como la
napa, el gazar de seda, el popelín, el lúrex, raso de algodón o el Jacquard de
lino (algunos tratados con elastómeros para comodidad de las prendas), se ven
salpicados de flores, rayas y una plantación de miles de fresas en varios tonos
de las que a pesar de todo, no llegas a saturarte visualmente sino que
refrescan el look haciéndolo más apetitoso. Sorpresa también en el tratamiento
de la cara de un nuevo tejido Príncipe de Gales cuya cruz es una explosión de
amarillo.
Si la gama de colores
utilizada además del blanco y el negro son más que apropiadas para la temporada
(rosa, amarillo, azul), muchas prendas se ven realzadas también por multitud de
cremalleras metálicas, bordados brillantes o incrustaciones de cristal
realizadas a mano para sublimar aún más el descaro de la propia Álex.
El toque final del look lo
proporciona la serie de accesorios como son los bolsos pochette y los grandes tipo petate en piel plastificada y estampada
con la fruta protagonista y los botines de alma punk blancos o negros pero
depurados hasta la esencia, porque Álex pisa fuerte y no necesita más.
Labios de fresa, sabor de
amor… ya te lo había dicho.
2 comentarios:
Pulpa de la fruta de la pasión...me encanta! Y Juan Vidal por supuesto también!
Una colección maravillosa, me encanta!!
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