ILJA, Lumina. Couture FW 14

Por José Luis Maseda.

Ante la locura del huracán moda internacional, que acaba de terminar en París después de que se hayan presentado por el mundo las colecciones para el verano que viene, voy a darte una pequeña dosis de paz, con un toque de alta costura.

La diseñadora holandesa Ilja Visser presentó para su colección haute couture de este otoño una sutil muestra de luz.

Y como dicen que hay que continuar hacia la luz al final del túnel… ¿nos acompañas?

Alumna de la Escuela de Arte de Arnhem en Holanda, terminó sus estudios con prácticas en firmas basadas en New York, como María Cornejo y Donna Karan, lugares en los que aprendió al detalle las técnicas de la sastrería de alta gama. Después de graduarse en 2001, se trasladó a Milán donde perfeccionó sus conocimientos en textiles y diseño hasta que en 2005 se sintió preparada para proponer su propia visión de la moda, creando su marca.

Participando por primera vez en el calendario oficial de desfiles de la Haute Couture  parisina, con el título de“Lumina”, y en el marco de uno de esos exquisitos palacetes del séptimo arrondissement (vecindario) parisino, Visser exhibió quince siluetas gráficas y minimalistas, que no por ello dejaban de merecer la elegancia que la firma pretende y justifica.

Bajo la influencia de la obra de los artistas James Turrel y Olafur Eliasson, la diseñadora reinterpreta el efecto de la luz en la manera como refleja o transforma las siluetas o el espacio, así como la percepción y emociones del ser humano. Hágase la luz, afortunadamente.

La transición luminosa del día a la noche se tradujo en dinámicos colores (rosados, rojos, azules) que se contrastan con el negro, dando todavía más credibilidad a las líneas geométricas y delicadamente orgánicas.

A ello, se añade la cuidada selección de materias primas que mezclan tejidos rígidos bordados de lentejuelas por un lado y mucho más fluidos como las sedas naturales por otro, configurando inteligentes estructuras estéticas con impecable acabado, y que envuelven el cuerpo femenino de una manera perfectamente contemporánea.

Porque las nuevas firmas rompen los esquemas sobre lo que la alta costura tiene establecido y al fin y al cabo, el lujo extremo no está reñido con la modernidad. La prueba, a plena luz.