Augustin Teboul

Por José Luis Maseda.

La elitista galería de arte parisina Joyce ha acogido hasta hace muy poco una nueva exposición bajo el título de “Vulnerabsurdisme”, acrónimo de lo que vendría a ser lo absurdo de la vulnerabilidad.

Y en ella hemos podido apreciar, y puesto que estaban a la venta también adquirir, las creaciones de Augustin Teboul, una nueva y prometedora firma de moda de origen franco-germánico.

Aunque te parezca un nombre masculino, este dúo está compuesto por dos creadoras. Por un lado la alemana Annelie Augustin y por otro la francesa Odély Teboul, quienes decidieron unir sus contrastadas personalidades y sus apellidos para crear el patronímico que bautiza su marca.

La primera (la rubia, con su sofisticado, sutil y punto de vista minimal) y la segunda (la morena, con un espíritu algo más nostálgico, a veces caótico y apasionado por la artesanía) son dos jóvenes diseñadoras licenciadas con honores en la prestigiosa escuela ESMOD Paris en el año 2006 y que pudieron seguir formándose al trabajar en firmas como Yohji Yamamoto o Jean-Paul Gaultier respectivamente.

En 2009 deciden colaborar juntas en una colección bautizada como “Cadavre exquis” (exquisito cadáver) que fue premiada en tres ocasiones tanto en Francia como en Alemania, lo que las animó a dar forma al proyecto inicial y crear su propia marca de moda, que se sitúa entre el prêt-à-porter y la alta costura, y que recibió en 2011 el mayor galardón moda que se entrega en Alemania, el SYFB Award (Start Your Fashion Business).

El dúo creativo se inspira en el surrealismo y combina poesía estética de vanguardia y una femineidad radicalmente romántica, utilizando métodos de alta costura para crear su prêt-à-porter exclusivo en el que la importancia de la refinada materia prima y el uso de las técnicas artesanales es primordial.

En esta “vulnerabsurda” exposición, han decidido enmarcar el concepto dadaísta con una puesta en escena particular. Recuperando antiguos maniquíes que han fragmentado y diseccionado casi quirúrgicamente nos presentan su colección de prendas y accesorios exclusivamente en negro.

Esta obsesión monocromática se ve realzada por la interminable mezcla de diferentes texturas en los materiales protagonistas, como el cuero y la muselina, la seda, el encaje o el punto que se salpican de bordados de jade y que a pesar de la sutileza romántica que pretenden no dejan de tener una vertiente totalmente rock’n roll.

Y si por si esto te parece poco, que sepas que además los acabados son impecables. Así que solo me cabe decir que lo único absurdo del asunto es lo vulnerable que puedes sentirte por no haberlas descubierto antes.