Walter Van Beirendonck y lo exótico del verano

Por José Luis Maseda

Las colecciones de Walter Van Beirendonck, en las que se combinan siempre la belleza y un toque de espanto, son únicas en el mundo de la moda. ¿Quieres comprobarlo?

 

La colección que este diseñador belga propone para el hombre este veranito es una prueba más de lo que te acabo de decir, ya verás.

Bajo el nombre de “WHAMBAM!” (que yo traduciría libremente por un “¡zasca visual!”) el creativo demuestra el juego en la construcción y desconstrucción en moda masculina, salpicando las prendas de estampados radicales o de discos de tejidos como parches inoportunos que complementan en volúmen.

Estableciendo el individualismo pero mezclando los códigos de diferentes etnias del mundo, el resultado es un cóctel de tradiciones bonitas (estampados, brocados) y los horrores de cada cultura (armas, ojos de los dioses, alucinaciones).

 

 

Nadie mejor que Van Beirendonck para mezclar alegremente esos conceptos tan opuestos, terminando su desfile con los modelos representando exóticas y tribales aves, con maquillajes y prótesis excéntricas en forma de pico, desplazando al público de un golpe al contexto aborigen de Papúa Nueva Guinea, y demostrando la necesidad que tiene nuestra propia cultura de abastecerse de culturas ajenas.

Digamos que realiza su propio arte Pop en vestimenta, cosa que desde siempre le ha permitido formar parte del famoso “grupo de los seis” (los diseñadores salidos de la escuela de Amberes).

 

Haciendo un puzzle de hombreras castrenses doradas, flecos, velos de novia, colores estridentes (rojo, naranja, blanco, gris, verde manzana, azul turquesa, negro…) y prendas poco habituales (leggings para hombre, camisas de flecos), que se acompañan de chaquetas impecables, kimonos, shorts, toques militares y estampados florales, étnicos o pop (esa cebra gráfica), todo ello sobre el soporte de materiales como el tul, el algodón, la gabardina, el lino o el cuero… lo único que podemos añadir es que Walter estaba en su salsa y que se lo tiene que haber pasado bomba con la creación de estas prendas.

 

Propuestas tan diversas como efectivas estéticamente, y prendas que sacadas del estilismo de un desfile podrían ser estupendísimas en la calle, solo falta ser valiente y atreverse. Venga, que no cuesta nada.