Come Bien

Los que desayunamos algún día fuera de casa, por citas con clientes o reuniones, comemos por ahí porque coincide que en tu agenda tienes presentaciones o sesiones de fotos, y casi todas las noches cenamos en fiestas o eventos, sin olvidar sumar los días de viaje y las estancias en hotel, como es mi caso, al final tenemos que plantarnos y ponernos serios a la hora de organizar nuestra alimentación con unas nuevas pautas, porque si no se resiente todo nuestro organismo: estas falta de energía, engordas, te salen granitos, malas digestiones, comes con ansiedad, dolores de estómago...  y no, así no queremos ir por la vida.

¿Cómo hacer para comer mejor?

Estas son mis tres reglas imprescindibles para tratar de equilibrar la balanza.

-COMPRA BIO, COME LIMPIO-

Con lo que os comentaba más arriba ya os podéis hacer una idea sobre el desastre que son mis ingestas, por tratarse de platos muy elaborados y sobre todo porque te sueles excederse en las cantidades, así que de manera habitual trato de desayunar, comer o cenar en casa siempre que puedo y hacerlo de una manera sencilla, en la que los productos son de calidad, abundan las frutas, verduras y los cereales, siempre incluyo alguna porción de carne o pescado, y evito salsas, cremas y dulces.

Para ello, aunque la nevera de mi casa brille por su ausencia de productos, sobre todo cuando sé que no estaré de manera continua en la ciudad, trato de hacer la compra en supermercados bio, como el Herbolario Navarro, que conozco de toda la vida en mi pueblo, Alzira, y que ahora acaba de abrir sus puertas con una mega tienda en la calle Fuencarral.

¿En qué consiste mi cesta de la compra?

Los primero, frutas y verduras, básicas para preparar cualquier plato rico y nutritivo, además de batidos en los que meto un poco de todo, guiándome por los colores de la fruta y la verdura (llamadme loca pero quedan mucho más ricos) a los que siempre les añado limón y jengibre, después cereales, como copos de avena al natural con los que preparo el desayuno, una vez cocinados, y les añado leche vegetal (arroz, soja, avena, avellana...), chocolate en polvo, miel o frutos secos (de estos bowls me podría comer mil cada mañana), arroz, quinoa (que cada vez se está poniendo más caro el kilo al estar tan de moda consumirla), legumbres y luego determinados productos que prefiero escogerlos bio, como estos:

1- May-té, esa soy yo. Podría estar todo el día tomando infusiones. Me gusta el té, en todas sus variaciones y mezclas, es más, en un regalo frecuente que recibo de mucha gente cuando hacen algún viaje, pero también me gustan las infusiones de flores, plantas, raíces... las tomo directamente, calientes o frías, con o sin miel (otro producto que siempre compro bío y en su versión cruda), con leches vegetales, hasta las utilizo para cocinar por ejemplo avena.

2- Algunos preparados que tienen mayor perdurabilidad, siempre de origen vegetal, y que a una mala te solventan la cena rápidamente como son las hamburguesas de soja texturizada, el tofu ahumado, los pates de lenteja o garbanzo... los cuales añado a un pan muy rico que más abajo os cuento donde lo compro. ¡Ah! Y no falta pasta de miso y algas para hacer sopa al estilo japonés. De ese modo, me salvo de acabar llamando a algún servicio a domicilio que se me antoje, que no digo que no lo haga de vez en cuando.

3- Desde que vi un documental a cerca de la mafia de los aceites, de las calidades, mezclas y procesos de fabricación en fábricas no reglamentadas, siempre compro el aceite en su versión más pura y cultivado de manera ecológica. Ya que mis amigas de Jaén y Extremadura me tienen olvidada a la hora de abastecerme últimamente....

4- Y por último complejos adicionales, entre ellos espirulina que viene a ser según los expertos un súper alimento y que a las anémicas nos viene de perlas para mejorar las reservas férricas, además de la nutricosmética que ya os comenté que cada día tomaba y que este domingo os ampliaré información tras un año en tratamiento.

Y básicamente esas son mis nuevas pautas a la hora de organizarme desde la base, desde el momento en que realizo la compra, para así evitar excesos en el hogar y comer muy sano.

-PAN AL ESTILO TRADICIONAL- 

Hay que intentar olvidarse del pan prefabricado, de aquellos que no digerimos correctamente, porque no toleramos, por ejemplo, el gluten, y los que tienen poco valor nutricional. No se trata simplemente de eliminar el pan, porque se ha satanizado su potencial, no. Se puede comer pan, pero debemos optar por su mejor versión con harinas de calidad y procesos de fermentación adecuados.

Yo desde que fui a un curso de pan ofrecido por la panadería Levadura Madre entendí a qué se deben esas calidad, me enamoré del proceso de fabricación, aunque a día de hoy no me haga en el pan en casa, y de sus productos, los cuales compro e incluso envío a modo de regalo.

Conocer el pan es amarlo, y más en un país donde nos gusta tanto eso de mojarlo en los platos. Así que manos a la obra para ser panadera por una tarde. Arriba, trabajando la masa a mano para que tome consistencia y se mezclen bien los ingredientes, tras dejarla fermentar, ya solo faltaba ponerle semillas, queso, bacon, frutos secos, chocolate, frutas deshidratadas.... ¡¡y además en cantidad!! Ñamiiiiii...

He aquí el resultado, antes y después de hornear.

Por cierto, para los que consumís poco pan, como yo, se puede por ejemplo cortar a rebanadas y congelar. No hay excusas para no comer pan del bueno.

Por si os apetece conocer la experiencia de hacer pan os paso los próximos cursos que organizan la gente de Levadura Madre, con una duración de 4 horas, un precio de 50€ y las siguientes recetas:

-15/11: Hogaza de maíz con espelta, hogaza de centeno puro integral con banetone y hogaza de trigo con aceitunas.

-20/11: Hogaza de kamut con limón, hogaza de centeno integral con nueces, y hogaza de trigo con bacon y parmesano.

-23/11: Hogaza de trigo con ralladura de zanahoria y amapola, hogaza de trigo integral en barqueta de madera, y hogaza de maíz con espelta.

-27/11: Hogaza de trigo con vino tinto, pasas y nueces, hogaza de trigo con chocolate y naranja, y hogaza de espelta integral.

-29/11: Hogaza de trigo con arándanos y avena, hogaza de centeno puro integral en banetone, y pan puff.

Y tras las clases, con el pan recién hecho y calentito a casa. Por cierto, también hay cursos para padres con hijos y se va acercando el momento de las recetas como el Roscón de Reyes. ¿Quién se los va a perder?

-HAZ DEPORTE Y COME ADECUADO-

Cuando se comienza a hacer algún tipo de deporte, sin estudiar qué intensidad o con qué frecuencia, mucha gente, tras un ratito de bicicleta estática o paseito por el campo, acaba dándose a las bebidas isotónicas, las barritas energéticas prefabricadas o los sobres de proteínas, pensando que con semejante desgaste y esfuerzo han de hacer una súper ingesta, y la mayoría de veces las caloría que toman después son el triple que lo consumido, así que con precaución, sobre todo los que estáis haciendo algún tipo de régimen. Está claro que hay que comer para recuperar energía, ¿pero qué?

Esta semana estuvimos practicando boxeo/kick boxing con el equipo de The Running Closet y la firma de deporte Casall, y tras los 45 minutos de ejercicio para reponer fuerzas nos propusieron agua, licuados naturales de verdura y fruta, fruta fresca troceada o bien bolitas energéticas naturales de cereales, nueces, bayas, sésamo, coco... y sin azúcar refinado añadido.

Tres opciones muy saludables perfectas para nutrir el cuerpo y no pasarnos con las calorías.

Come bien es mi mantra, al menos, el que intento.

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