Show & Room

Estoy segura que muchos de vosotros seguisteis en directo el desfile del creador Santiago del Palacio o lo presenciasteis en su presentación para Madrid Fashion Show. A los que no, os invito a pasar por  las páginas de Yo Dona, Vogue, Marie Claire o Glamour para disfrutar de una colección repleta de feminidad, os gusten más o menos las pieles.

Las pieles son un mercado que queda enmarcado en el sector del lujo, aunque debido a la diversidad de producto, las hay en todas las gamas de precio, al tiempo que se han incorporado en el "ready to wear" mediante la mezcla con otros tejidos o bien en prendas menos fastuosas parecen haberse acercado a un público más joven y universal.

Aún así, la nobleza del material nunca debe ser despreciado. Ni el nuevo concepto de diseño, tratamiento o incorporación generalizada gracias a ser una de las tendencias que lleva desde hace unas temporadas viniendo fuerte han hecho perder un ápice de sofisticación entorno a la industria de la peletería. 

Así como los canales de distribución y la selecta clientela.

Anteriormente había expuesto en que consistía un showroom propio como es el caso de Loewe o bien los de prensa. Pero ¿qué es un showroom privado?

Cuidar a los verdaderos clientes exponenciales de la firma es uno de los motivos que lleva a estas presentaciones mediante cita.

Acudir a un desfile, como los que solemos ver en MBFW Madrid, es una gozada para disfrutar de una puesta en escena o asimilar una propuesta en concepto de estilismo. 

Pero la prendas como tal suelen quedar enmascaradas bajo tanta visión de conjunto.

Por eso se realizan pases privados, al más puro Alta Costura.

Sencillez en los looks, uso de prendas más comunes no exentas de diseño y calidad, modelos maquilladas para potenciar una belleza señorial y, sobre todo, ver deambular las prendas a escasos centímetros son parte de este tipo de exhibición.

Pero poder probarse los modelos que más han gustado a los asistentes tras el pase y hacer pedido de las mismas con adaptaciones de talla, también lo es.

Ser atendido de manera personalizada por un profesional del sector o simplemente compartir opiniones con el diseñador, son otras de la experiencias a vivir.

Un mercado adaptado a las necesidades de tan excepcionales prendas y, por supuesto, su clientela.