VII Premios Yo Dona

Los premios Yo Dona se caracterizan por encumbrar las labores que llevan a cabo mujeres de todo el mundo a través de sus carreras profesionales (han pasado científicas, empresarias, deportistas...) o proyectos de calado solidario representados por una voz femenina, además de coincidir con la noche que da paso al verano, y por ello ser una de esas veladas que nunca sabes si una tormenta tropical imprevisible o una ola de calor nos acompañaré.

Aún así, son la cita ineludible que congrega a todo el gremio adscrito a la revista y sus valores para una noche de celebraciones entre amigos.... por supuesto, conducida por Jaime Cantizano, quien no ha fallado en ninguna edición como presentador de la gala.
¡¡Que bien lo hace!!
(Me faltaría un "che" final para que fuese tal como lo verbalizo)

La primera fue Chido Govera, por ser la abanderada en la causa de la agricultura sostenible en Zimbaue, quien además leyó su discurso en castellano.
Mal que me pese los invitados nos comportamos fatal, porque tanto en este como en el anterior discurso, leído por Charo Izquierdo, hubo un zumbido constante de conversaciones de fondo muy feo.
El respeto (con silencio, por ejemplo) forma parte de ser elegante.

La segunda sería Judith Mascó, quien actualmente colabora con Intermon Oxfam y la creación de pozos de agua potable.

Finalmente, Almudena Bernabéu, por su labor en casos de justicia universal.

Tras la entrega, foto de familia con los premios en mano, un collar diseñado por Helena Rohner.

Una noche repleta de detalles, como las rosas azules que adornaban el bajo plato de cada comensal sobre el menú, que además contenía la biografía de cada una de las premiadas, por cortesía de Solán de Cabras.  

Momentos de lujo señorial.

Lo mejor para llegar a un evento es contactar con Cabify, el servicio perfecto para tener en la puerta de casa un coche para efectuar la recogida y que te lleve dirección al evento.

Sin estrés y con toda la comodidad.

Yo que no tengo vehículo (y tampoco mucho tiempo) también resulta muy práctico cuando quieres recoger a alguien recién llegado a la ciudad pero ves que no vas a poder personarte. Envías un coche y listo :D

Este año, con todo el centro de Madrid colapsado pretender llegar motorizada hasta la puerta casi se convierte en un imposible. Viendo que el atasco no fluía, multitud de invitados decidieron bajarse y llegar caminando. Era curioso ver un miércoles tanto vestido de noche y pajarita andando por el centro, a plena luz del día.

Detalles de estilismo geniales.

Como la mochila en piel que lucía Blanca Zurita.

O estos gemelos tan rock&roll combinados con el consabido esmoquin requerido en la invitación.

El photocall portátil.

Ideado para retratar a todos los invitados durante la fiesta en el jardín. 

Si queréis ver una buena muestra de quien se dejó enmarcar echadle un ojo a la página de facebook de Yo Dona. Podréis votar por vuestros favoritos.

¿Quién puso el ritmo de la noche?
David Delfín, Mario y Alaska, a turnos alternos.
Sonaron temas de lo más variopintos: desde los clásicos del rock hasta Hidrogenesse y su "Disfraz de Tigre", un tema que nunca había escuchado en una fiesta que no fuese en mi casa o en algún viaje de hermanas en coche.

Desprendidos del protocolo de la cena, todos al jardín.

Por supuesto, bailando.

La que más, la jefa, Charo Izquierdo, que para eso son sus premios, su fiesta y como buena anfitriona hay que promover pasarlo bien.

Y yo ¿Vestida para bailar?

¡¡Por supuesto!! De Duyos con parte superior en lentejuelas rosa palo y falda gris con una leve cola, la suficiente como para tener que estar toda la noche recogiéndola si no quería quedar atrapada por algún pisotón.

Pendientes y broche (o bien colgante) de finales del S.XIX, estilo alfonsino, colocado a modo de corbata de Bárcena.

Esperando un cóctel de manzana con Bisolán, micro bolso comprado en la India para portar lo justo.

La que más me incomoda es el hecho de no poder llevar la cámara dentro......

Y zapatos con 5cm de tacón de Hoss Intropia. Perfectos para bailar toda la noche, aunque la combinación de zonas de suelo firme y césped, añadiendo zapatos de tacón, nos trajo un tanto de cráneo. 

Como todos los premios Yo Dona (IV Edición, V Edición, VI Edición) resultó ser una noche divertidísima donde reencontrarnos celebrando la llegada del verano.

Y esta vez, sin lluvia.