Por Jose Luís Maseda
Uno de los destinos a los que he podido escaparme recientemente ha sido la ciudad de Tel Aviv, capital ni administrativa ni oficial de Israel, pero que lo resulta en cuanto a vanguardia y calidad de vida.
El objetivo principal era el ocio (playa, mucho sol, visitas turísticas, playa, buenos restaurantes, playa, actividades culturales, bastante fiesta… y todo con buenos amigos), pero como no soy capaz de dejar la moda de lado ni siquiera estando de vacaciones, no pude sino interesarme por la cultura moda de la ciudad.
Aunque por descontado seguro que conoces algunos de los conocidos nombres salidos de sus fronteras como los creadores Alber Elbaz o Yigal Azrouel, o la modelo Bar Refaeli, al ser Israel un país tan joven (acaba de cumplir 64 años de existencia reconocido como tal), realmente la cultura moda está todavía muy por desarrollar.
Podríamos pensar que el hecho de tener una filosofía sociocultural más relajada que en Europa, y poder gracias al clima vivir en chanclas la mayoría del año, esto alejaría al país del dulce veneno que es la Moda, esa bicha con mayúsculas.
Y cierto es que en dicho tema Tel Aviv está todavía muy lejos de París, Nueva York o Milán. Pero a pesar de todo, la bicha pica fuerte, y el talento creativo que puedes encontrar allí es directamente proporcional a la juventud de su gente y a la energía de la ciudad.
Uno de los barrios en los que se concentra esta energía creativa es el histórico Nevé Tzedék, que en hebreo se traduce por un onírico “oasis de justicia”.
Localizado en el sudoeste de la población, en 1887 fue el primer barrio judío construido fuera de las murallas de la antigua Jaffa, originaria ciudad vieja entorno a la cual comenzó a crecer lo que se ha convertido en la actual Tel Aviv.
Dejado al abandono durante algún tiempo al vaciarse progresivamente cuando la población se mudaba a la nueva y moderna ciudad más al norte, este distrito volvió a resurgir de sus cenizas en los años 1980, y actualmente se ha convertido en el barrio más caro y de tendencia.
Frente a la modernización de la ciudad, corrió el riesgo de demolición, pero la pintoresca arquitectura de esta zona, mezcla de diferentes estilos como el Colonial Español, el Art Nouveau o el Bauhaus tardío hicieron que fuese salvado.
Por su ambiente particular de “pueblo en la ciudad”, y sus artistas e ilustres vecinos, se le conoció durante los Locos Años 20 como “La Pequeña París”. Con el tiempo, la mayor parte de la populación de expatriados franceses o de francófonos se ha ido instalando en el barrio, donde también se encuentra la escuela de la Embajada Francesa.
Así, y gracias también al establecimiento en viejos edificios de entidades culturales como el Centro para la Danza y el Teatro Suzanne Dellal (desde 1989), y la proliferación de pequeñas tiendas de artesanía, galerías de arte, cafés bohemios y restaurantes con encanto… Nevé Tzedék es más parisino que nunca.
Y siendo París una capital de la moda, la cantidad de tiendas de jóvenes diseñadores que proliferan en este barrio, y que puedes ver en las fotos, es incontable: moda femenina, masculina o infantil, accesorios, joyería, etc.
Nombres y firmas como Dorit Vial, Shlomit Ofir, Sigal Dekel, Agas & Tamar o Bikaleh entre otros muchos hacen que pasear por las callejuelas y descubrir el universo tan particular de cada creador se convierta de por sí en una excursión cultural fantástica que no hay que perderse si visitas la ciudad.
Además, como en París, con un poco de suerte podrás cruzarte con una de las numerosas parejas de recién casados que vienen a hacerse las fotos de rigor teniendo este sofisticado e histórico lugar como decorado. Como decía la canción: “Love is in the air”… Pero la moda está por todas partes.
3 comentarios:
Que suerte poder haber ido! Nos gusta mucho tu blog, nos pasaremos más a partir de ahora!
Nosotras somos dos estudiantes de Bellas Artes de Salamanca, pásate si quieres! Besos! :)
Que interesante, no había pensado nunca en Israel como una ciudad con tanta moda.
Me encanta!!!!
Qué gozada para shopinear. Ojala hubieses podido ver a Chen Cohen.
תודה רבה
Todá rabá por el post.
muaka
Publicar un comentario