Por José Luis Maseda.
Hace un par de semanas París tuvo el privilegio de ser la única (y última) ciudad no estadounidense en la que la pareja formada por el señor y la señora Carter (Jay Z y Beyoncé) ofrecieran, dos noches seguidas, una de las citas de su gira OTR (On The Run, es decir “a la fuga”).
Y yo tuve el inmenso éxtasis espiritual placer de poder asistir a la primera de las noches del espectáculo.
Ante la masificación de la fauna reunida en el famoso Stade de France, estadio de fútbol de la capital francesa que gritaba lleno al llegar a 81.000 personas, no podías sino contagiarte de la excitación progresiva, directamente proporcional a los ríos de gente que iban llegando muchos de ellos vestidos con el merchandising de la gira.
Y de vestimenta voy a hablarte, no de la del público (camisetas, gorras, colgantes…) sino de la lucida por Beyoncé -estupenda que es una- Knowles.
Sigue leyendo y descubre los looks de la gira y las firma que la han vestido.
Después del griterío ensordecedor y las miles de luciérnagas paparazzi que iluminaban el estadio, aparecen en el escenario Jay Z (quien, siento mucho decirlo, era totalmente accesorio y prescindible), y Beyoncé como si de una de sus letras se tratase, en plan “I woke up like this… flawless” (me he levantado tal cual, perfecta).
Y es que, sin querer dejar de lado lo rotundo de su carisma y presencia física (vaya, que sí, que Beyoncé está muy buena), los movimientos de pelazo de amazona dislocada (y oiga, sin un pelo en mal sitio luego), el bailar como si no hubiese un mañana y el cantar con la potencia de treinta lobos en plena luna llena, lo que nos ocupa es la cantidad de cambios de look con los que aparecía la diva.
Porque independientemente de que su marido apareciese con un par de trajes de Rodarte o Tom Ford, Beyoncé cambiaba en incontables ocasiones de look para cada una de las canciones de las casi tres horas que duraba el espectáculo.
Y como era de esperar, los modelitos no los había sacado de ninguna tienda de barrio con saldos, obviamente. Ty Hunter, el estilista de la cantante seleccionó para la gira a unos cuantos nombres de la moda internacional. Un desconocido en Europa Michael Costello era responsable de algunos de los looks, pero el resto no hace falta ni que te los presente, cuando sepas que las curvas de Beyoncé estaban (brevemente) cubiertas por diseños de Alexander Wang, Vrettos Vretakkos, Riccardo Tisci para Givenchy, Nicola Formichetti para Diesel, Peter Dundas para Emilio Pucci, Elie Saab o Atelier Versace.
Todos ellos con una premisa primordial en sus creaciones: la selección de materiales no solamente por lo bellos que fuesen, sino por cómo reaccionan a la luz, por la facilidad de movimientos que permiten, por su resistencia y porque sigan manteniendo una calidad estética al mismo nivel de la estrella de la música que iban a envolver.
Modelitos que por supuesto, se puedan quitar y poner en un visto y no visto. Y que se realicen con la misma rapidez, tal y como confesaba Peter Dundas quien creó unos cinco modelos en tres semanas, incluyendo las pruebas y arreglos. Ni en Alta Costura, vaya.
Elegantísima en algunas apariciones, algo menos en otras, pero siempre exquisita, mejor te dejo que lo juzgues con tus propios ojos con las fotos que acompañan esto que lees.
En todo caso, el espectáculo estuvo a la altura de las expectativas, así que parafraseando lo que ella misma dice en una de las letras de sus canciones: “Bow down bitches!” (¡Inclinaos, nenas!).
Espérame, Queen-B, que me quiero fugar contigo.
5 comentarios:
Me encanta el post que has hecho, su vestuario es espectacular
Besos
¡Muchas gracias Núria! ;-)
wow, pues qué pasada
no me imaginaba q se cambiara tanto. esta mujer es una diva
Que despiporre de modelitos!
Tiene que ser un autentica pasarela desde luego, un lujo que pudieras verla pirata!
Un beso :)
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