Es época de rebajas, sí, todavía quedan prendas en las tiendas, y aunque nos repitamos una y otra vez que no volveremos a asaltar las tiendas cuando llega este época es imposible no pecar con tan "sano" vicio. Al fin y al cabo vamos a dar con esas prendas que nos tuvieron dubitativas durante la temporada bien porque no teníamos muy claro hasta que punto les íbamos a sacar partido o porque el precio nos parecía excesivo. Bueno, pues llega el momento de darle una oportunidad a esas prendas y a ver si a base de descuento consiguen formar parte de nuestro armario.
Yo que en materia de compras siempre me he considerado un alma entregada y experta (ahora, con el tiempo, veo que de lo segundo poco. Si no no tendría tantas cosas de las que me he ido deshaciendo entre regalos y donaciones. Pero aquí sigo, al pie del cañón intentando aprender a base de estrujar la tarjeta :D) aquí van mis consejos para exprimir al máximo las rebajas y conseguir auténticos chollos.
1- ¡¡Acaban de comenzar las rebajas!! Y no me miréis con cara extraña. Llevamos casi desde el principio de la temporada con descuentos y promociones de todo tipo, pero los precios interesantes, los chiquiprecios, las rebajas de las rebajas, donde están los chollos interesantes acaban de comenzar con la llegada de la última quincena de agosto.
Como dice la canción "is now or never" y lo que no vendan ahora se convertirá en carne de outlet.
¡¡Así que vayan sacando ese 70%!!
2- Si las compras de la temporada vienen a sufragar pequeños caprichos y AU-TEN-TI-CAS necesidades, en las rebajas iniciales atacamos desaforadas con el lema del "por si", por si encontramos aquella falda que se nos escapó, por si tienen una blusa que reemplace esta que está hecha polvo, por si, por si, por si... las rebajas finales son para darnos el gustazo con pequeñas locuras que enriquezcan nuestro armario.
No te cortes y vete de tiendas a ver qué pescas. Sin listado previo, sin ninguna intención, sin presiones... Just for fun!
3- Las tiendas prohibitivas, las de mirar (a través del escaparate) y no entrar, son tu destino clave. No te cortes, entrar a mirar no le cuesta a nadie, y te sorprenderá con la de piezas interesantes que puedes dar. Evidentemente aquí los chollos no van a ser precios de 19'90€, pero en cambio darás con prendas que aunque sigan siendo caras verás como son todo un acierto y una inversión fantástica a largo plazo. Yo lo suelo hacer cuando busco un abrigo clásico de calidad, unos zapatos únicos o alguna pieza de pasarela que no haya tenido mucha salida. Y, cómo son las cosas, siempre doy con algo.
P.D: Por cierto, si vais a esas tiendas con la falsa esperanza de ir a buscar un bolso con "special price", olvidad el paseo, ni Chanel, ni LV, ni Gucci.. etc... hacen rebajas en sus productos de marroquinería.
4- Lee (bien) las etiquetas. Y no sólo la de los precios, las del interior también.
Los consumidores cada vez estamos más confusos ante determinadas prendas debido a la mejoría y perfeccionamiento de determinado materiales. Por ejemplo, las de polipiel que por su textura, suavidad y la falta de olor a plástico casi nos hacen creer que son de piel. Pues bien, si te topas con una de esas prendas que dices "¡ah! no está mal el precio tras ser rebajado para ser piel (o seda, o rafia, o lo que sea que da el pego)", atenta, porque quizá estás comprando un trozo de plástico muy aparente, que por rebajado que esté no durará mucho en el armario. Sobre todo cuando se trata de pantalones o bolsos.
Así que cerciórate, si quieres, claro, de que estás adquiriendo un producto rebajado, sí, pero de calidad.
5- Escucha a la dependienta. Yo que soy de las que huyo de cualquier tipo de ayuda y tan solo recurro en caso de estar desesperada, porque para opiniones y consejos me sobro y me basto, a veces, solo a veces, hago caso a las dependientas y pongo los ojos en auténticas maravillas en las que no había reparado.
Un ejemplo, viene la dependienta y te aconseja que le eches un vistazo a tal prenda. Casualmente de esa prenda cuelgan no una ni dos piezas, sino casi todo el stock, y tú te dices "esto es lo que se quieren quitar de encima y me lo van a intentar encasquetar". Pues oye, por mirar y probar no pierdes nada porque a veces esas prendas han sido una apuesta fuerte de la firma creyendo que se iban a vender genial y el consumidor no ha sabido entenderlas y apostar por ese tipo de patrón. A mi me pasó con mis primeros pantalones pitillo cuando se llevaban a muerte los acampanados, con los de tiro muy alto cuando predominaban los pantalones a la cadera o con las bailarinas cuando ese producto era impensable que acabase colonizando todos los zapateros del universo.
6- Y ahora que te has hecho amiga íntima de la dependienta, aprovecha para que te consulte en el almacen o el stock de otras tiendas (y si no acaba lanzándote a la web) para encontrar la talla de esa prenda tan molona, sin la que ya no podrás vivir, y que maldita sea la gracia no está en tienda.
No decaigas, si de verdad la quieres, no puede ser que hayan desaparecido todas las unidades de tu talla ideal, en algún sitio estarán y para ello, nada mejor que tener de tu lado el poder que le otorgan a las dependientas frente al sistema informático. En un click te sabrá decir si la hay y si te la pueden pedir para recuperarla.
7- No lo intentes con prendas que no van contigo. Bueno, si te hace ilusión darle una oportunidad en el probador pues chachi, pero ni se te ocurra llevártelo a casa sin estar convencida al 100% aunque tu subconsciente diga "pero si son tan solo 25 euritos de nada". ¡Ni 25 ni 72! No es para ti y punto. Porque luego acabará marginado en el armario y no te lo pondrás ni una solo vez.
A mi me acaba de ocurrir con un pantalón vaquero blanco, de esos todos rotos. Como fanática del pantalón blanco y por tener diversos modelos siempre pruebo algo nuevo, y de pronto me apetecía tener algo así en el armario, más informal, más relajado. Pues bueno, ya al ponérmelo me pareció un coñazo máximo que se enganchase constantemente con los pies, pero una vez colocado me dije, "¿y ahora con que esto qué? ¿Me hago un luquilook en plan disfraz para integrarlo a mi vida?". Innecesario.
De verdad que valoro la capacidad de algunas para cambiar cada temporada de estilo y personalidad siguiendo a rajatabla lo dictados de la moda pero para mi esas idas y venidas y renovaciones integrales del armario y personalidad como que me dan pereza.
8- Cuando no hay tu talla o no te encaja del todo una prenda pero te gusta mucho, mucho, mucho y la sugerencia de convertirte en la mejor amiga de la dependienta no surte efecto, piensa en valorar el coste y proceso de arreglarla en una tienda especializada en costura.
Me compré hace poco un vestido súper rebajado de Prada que me encantó a primera vista y decidí llevármelo porque allí no tenía sentido dejarlo (era un chollo y porque mi mejor amiga me convenció de que le sacaría un gran partido), pero los tirantes no me encajaban del todo. 5€ me costó el arreglo y ahora luce como a mi me gusta. Y sí, le estoy sacando un gran partido por el módico precio de 205€.
9- Haz un listado de las tiendas que tiran la casa por la ventana a estas alturas de la temporada y pásate a ver qué hay.
Una compañera en una revista me comentó (tras restregarme por la cara que teníamos el mismo vestido por el que yo había pagado 120€, en cambio ella tan sólo 25€. ¡¿Hola?!) que ella se pasaba siempre por estas fechas por algunas tiendas, por ejemplo Bimba & Lola porque no es que hagan un buen descuento es que ponen precios irresistibles. Y es cierto, desde entonces no fallo a la cita y siempre pellizco alguna cosita especial.
Otra opción son las web. Esta me la chivó un blogger tras asegurar que su madre se había comprado un DELPOZO con un 70% de descuento. No dejes de visitar The Outnet, porque hay auténticas gangas de las mejores firmas.
10- Date el capricho de alguna extravagancia. ¿Cuándo, si no es ahora, te vas a lanzar a por esa chaqueta en lamé dorado? ¿O a por un vestido de noche para futuros compromisos todavía no surgidos? ¡Pues ahora!
Yo, todas las locuras que he comprado en rebajas han resultado ser fantásticas opciones que me han solventado un evento, un look aburrido, boda o una noche especial. Aquí es donde se demuestra el ojo para ser una buena (y previsora) compradora.
11- No olvides pasar por las tiendas de diseñadores locales. Ellos, como cualquier firma, están deseosos de quitarse de encima todo lo que queda disponible en tienda. Lo bueno es que a parte de dar con precios apetecibles, te harás con una prenda difícil de encontrarte alguien más como tú vestida.
El año pasado se me ocurrió entrar en la tienda de Alfredo Villalba en Madrid y me di cuenta que cientos de mujeres de todas las provincias españolas habían tenido la misma ocurrencia. ¡¡Menuda jauría de compradoras locas por la últimas rebajas del diseñador!! ¡¡Qué maravilla!!
12- Si eres de las que estás por encima de las tendencias, sabes perfectamente qué necesita tu armario y no tienes ningún miedo a dejarte engatusar por atractivas prendas y mejores precios... Tienes que pasar por un village outlet como Las Rozas, La Roca o este si te pilla por París.
Los precios tienen un doble descuento aplicado al ya habitual y por ejemplo puedes encontrar un trench de Burberry que ha pasado de valer de 1.200€ a 500€.
Así que yo de ti me daría un paseo por allí. Nunca se sabe con qué maravilla vas a dar.
Y.......
*13- Está permitido deambular por la zona de "Nueva Temporada", sí esa misma que en determinadas tiendas ponen antes incluso que las propias rebajas, ¡¡pero!! tan solo para tomar referencias, ver qué colores y tipo de prendas proponen y buscar similares en los percheros de rebajas. Te sorprenderá cuanto más de lo mismo hay tanto en un lado como en el otro.
¡¡Felices compras de súper rebajas!!
*Todas las imágenes pertenecen al espacio de la firma Kookai*
2 comentarios:
Yo también aprovecho las tiendas de marcas, siempre encuentro algo a un precio más que interesante. El otro día, cuando pensaba que ya había acabado con las rebajas, me hice con un bolso que había visto y más de una vez he pensado que si lo hubiera tenido lo hubiera llevado. Así que seguro que le sacaré provecho!
Yo reconozco que hay un par de tiendas por las que paso sólo para fichar en temporada, y luego comprar en rebajas, porque siempre queda todo al 50% o 70%. Lo malo es el tema de las tallas... coger unos tirantes vale, pero arreglar un pantalón ya no merece la pena. Me ha encantado este post (creo que esto ya no se dice, pero es que hace mucho que no comento). bss
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