Miraremos para otro lado

Las gafas de sol son una de mis grandes locuras, pasiones e incluso diría, pequeña colección.

O ¿no son esa pieza que cuando vemos, aunque sea encima de la mesa de una terraza donde las ha dejado una amiga, no podemos evitar probarnos?

A todas nos gustan. La gafa perfecta ya la tenemos (o eso queremos creer) pero siempre hay una nueva que estará al caer y nos hará relegar aquellas que tanto nos gustaban al ostracismo de lo que está fuera de nuestro estilo.

Mi pequeña devoción por las Wayfarer 45 de RayBan tengo, pero por norma soy tan poco fiel a un modelo como a los cepillos de dientes de hotel. 

Aun así, ¿podemos lucir todo lo que vemos?  ¿Todo lo que nos probamos? ¿Lo último en tendencias?

Givenchy, en su camino hacia el neofuturismo presenta para el próximo O/I 012-013 estas junto a una variedad de modelos dentro de la  misma familia que combinan metal, cristal y pelo.

Se puede escoger entre pelo para las patillas, pelo para el entrecejo.

Colgadas resultan llamativas. Puestas son de un humor que da para unas cuantas risas. Animarse a salir a la calle....... para montar una cámara oculta.

Me abordan las dudas con esta creación.

¿Es lícito parecer una versión actualizada de Macario a cambio de ser la sensación?

¿Qué uso tienen? ¿Ciudad? ¿Playa? ¿Montaña? ¿Esquí? ¿Con casco o gorrito? ¿Se puede cambiar el visón (disponible en tres tonalidades según el color de la pantalla) por una cinta de rizo ochentera para salir a correr?

Voy a conocer el significado de bizarro como ponga un pie en la calle.

El modelo mejora al retirarle el ratón de raza, pero como no tengo en el mercado ni un disco de rap ni afán por perseguir el estilo de Bryan Boy, las dejaremos aparcadas para tiempos mejores.

Es decir, uso relegado y exclusivo a producciones de moda.

Preparaos a verlas en todos los especiales de montaña, esquí y pelo este próximo invierno.

Perturbada como me quedo por el hallazgo y el fitting, ese día no dejo de dar con originalidades creadas para lucir en pleno careto.

Todas ellas en Toscana, la óptica por excelencia en Madrid.

Este modelo en leopardo supera con creces todas las eye cat habidas y por haber.
Como dicen por ahí "not cat eyes, but kitten ears".

Traducción mía no literal nada que ver con la real (estilo título de película del inglés al castellano): Verle las orejas al gato.

Las gafas "balcón desbordado de rosas" son otra de las tendencias que parecen coparán el mercado de propuestas para este O/I.
Si las primeras, creadas por la firma A-morir (la marca que adoran todas las "extravagantis" del planeta), casi pasaron desapercibidas, el hecho de que Dolce&Gabbana las introdujera en su desfile seguro dará que hablar y más de un modelo (reconvertido, depurado y simplificado) bajará a la calle.

Si no, siempre os queda la opción de lanzaros a un DIY.
Sencillo y barato.... aunque igual de rocambolesco.
Aunque algunos leen "rocanrolero".

Kiss me, babe.... y sal por patas.
Si es con un Cadillac, mejor que mejor.

Los hombres suelen fijarse antes en la boca que en los ojos. OK, jugaremos a este juego, pero con ventaja.

Una tarde de gafas de sol que me deja pensativa.... al tiempo que protegida del sol.

No puedo (ni quiero) evitar comprar unas (cuantas) más. A ver cual más extraña, especial, con combinaciones de colores imposibles, para luego dejarlas amontonadas dentro del repertorio de cajón desastre donde las guardo, desenfundadas en un caos de patillas y pantallas, sin darles demasiado uso.

Pero visto lo visto ¿estoy lista para el siguiente escalón?

Miraré para otro lado.