Nuevos rituales a incorporar entre las prácticas habituales (y no pienso esperarme a comenzar el próximo año): Regalarse algo de tiempo para relajarse y cuidarse. A ser posible todo en uno. He dicho iba a regalarme algo de tiempo, no hacer de este un pasatiempo.
Así que por orden de necesidad, lo primero es ofrecerle una mañana de tratamientos al rostro el cual tengo un tanto olvidado. Juegan diversos factores, el principal es que al tener la suerte de haber heredado una buena calidad de piel muchas veces la maltrato inconscientemente sin darle la atención que merece, otro sería el hecho de no encontrar ese momento justo para evadirse y dejarse tratar por un profesional que de el toque maestro a la hora de dejarla limpia e hidratada más allá de cualquier tratamiento casero. Porque sí me pongo mis cremitas, me desmaquillo cada noche (aunque ya me habéis comentado que también debería hacerlo por las mañanas) y cuando me acuerdo exfolio y me aplico alguna mascarilla, esas son todas mis rutinas. Pero con el tiempo te das cuenta que tu piel va cambiando que necesita un aporte extra de nutrientes para seguir con vitalidad y buen aspecto, porque al final es una tarjeta de presentación, lo más evidente de nuestro físico y con lo que vamos por delante.
Y ni qué decir, que los años pasan y una ya comienza a trazar un mapa de líneas de expresión...
Toda esta parrafada se salda con la visita a la cabina de tratamientos "Destino Natura Bissé" situada en el Hotel Santo Mauro. Más que nada porque de todos los potingues que utilizo su contorno de ojos, Diamond Extreme Eye, es el nuevo (por decir algo porque llevamos cerca de una año juntos) fetiche incorporado al estante del baño tras muchos tests para encontrar el producto idóneo para esta zona, no por efectividad (tanto SkinCeutical como La Prairie, dos marcas con las que he estado casada mucho tiempo, van fenómenos), sino por lo delicado de mi lagrimal donde suelo sufrir un eczema habitual y no reacciona igual de bien con todos los productos en el mercado. Ensayo/acierto, ensayo/yerro.
Y por otro lado, porque ya me habían hablado de lo efectivo de sus tratamientos y de las manos de las esteticistas formadas por la firma.
No me quedaba otra que regalarme dos horas para mudar de piel tras una semana de esas que mejor no contar.
Lo más relevante antes de tratar una piel es, una vez retirado cualquier producto anteriormente aplicado, evaluar su estado. La mía a parte de los factores positivos en cuanto a falta de problemas con el acné, manchas o tersura, también tiene sus puntos débiles que siempre había creído eran dos, algunos puntos por cuperoris (capilares que se rompen formando puntitos rojos. Yo tengo dos) los cuales se pueden solucionar con laser y una mancha de sol desde niña que con el tiempo se ha ido oscureciendo y que por supuesto me encantaría hacer desaparecer (por lo visto con la crema Diamond White Serum puede aclararse paulatinamente. Ya os contaré. Tienen un Beauty Bar también a disposición y si te dicen eso, pues cómo renunciar a no probarla). ¡¡Pero!! resultaron ser tres, y es que tengo la aureola de las orejas quemadas por el sol, signo evidente de llevar el pelo siempre recogido (jajjaja..vaya pillada y radiografía de alguien que no me conoce de nada) y de no extender la crema de día (ya que contiene SPF 20 y color la que utilizo actualmente de Sabina) por la zona o bien aplicar un producto específico de protección solar.
Me quedo alucinada con el comentario e intento ser consciente de ahora en adelante a la hora de proteger mi piel, incluso la de las orejas.
Todavía me cuesta hacerlo, pero seguro consigo acordarme de aplicar la crema hasta las orejas y sus perfiles.
Os comento el ritual del tratamiento porque todo en sí es una experiencia.
En vez de ser la típica cabina de tratamiento fría y aséptica, se trata de una suite del hotel convertida en espacio exclusivo para la firma, es decir, se ha retirado gran parte del mobiliario pero se ha respetado la decoración creando un entorno más cálido. Tranquilamente, y en ropa interior, te tumbas en la camilla adecuada para el invierno mediante sábanas y mantas, y además un plus de calor con los cojines precalentados los cuales desprenden olor a lavanda y que colocan de manera longitudinal bajo la espalda y los tobillos. Y lista para dejarse hacer.
Yo que en estas situaciones soy de la opción, 1: habladora, 2: me quedo frita, me dio por la primera y aunque estuve en cierto modo atenta al proceso aplicado sobre la piel: limpieza, exfoliación, ácido, mascarilla con efecto efervescente, masaje e hidratación, por cierto alucinantes resultados, no sabría bien, bien explicar cada paso, además para qué, si esto lo que quiero es que me lo hagan, no hacérmelo. Total, que nos pusimos a hablar sobre temas más interesantes, o al menos, de las que a mi me gustan y un montón de cosas comencé a conocer sobre esta empresa.
Pregunté por azar si la Sra. Gloria y su hija Patricia Fisas participaron en un artículo de la revista AR titulado las "Señoras de la Cosmética" donde yo me encargaba del estilismo. ¡¡Y sí!! Pero en ese momento no tuve tiempo de compartir un segundo con ellas a excepción de retocar los looks. Aunque si me llamó la atención la gran industria cosmética de nuestro país: Germaine de Capuccini, Carla Bulgaria Roses Beauty... y el volumen de exportaciones siendo el 5º en Europa. Ese fue el punto de partida a una conversación en torno a Natura Bissé. Desde los comienzos, en el que Ricardo Fisas, fundador junto a su mujer, da un vuelco profesional a su vida tras quedarse sin trabajo a los 50 años y con cuatro hijos, invierten sus ahorros en el año 79 para la creación de una marca de cosmética sin tener ninguna relación previa con el sector, pero si la curiosidad de saber si las proteínas de elastina y colágeno que se utilizaban en la confección de piensos destinados para alimentar animales, de su anterior experiencia laboral, podían tener un uso cosmético ya que los trabajadores que manipulaban estas sustancias sin guantes tenían una piel estupenda.
Yo cuando escucho este tipo de cosas me quedo estupefacta. Me dan ganas de aplaudir por la valentía de encaminarse hacia un nuevo sector, en un momento en el que al igual que ahora la situación económica era turbia y sobre todo como de algo casual se genera toda una industria de investigación.
¿Y el nombre? ¿De dónde proviene? Pues resulta ser un homenaje encubierto a la actriz Jacqueline Bisset, de donde se inspiraron en su apellido y añadieron Natura por contener productos de procedencia natural. Todavía me resulta más curioso. He de leerme el libro escrito por su fundador "Pinceladas de una Vida" para conocer mejor la historia. Y bueno, también quiero visitar su fábrica, pero poco a poco.
Y de ahí nos pusimos a hablar sobre exportaciones, sedes internacionales, donde funciona mejor el producto y tratamientos, en qué países están presentes en la actualidad.... vamos, que por poco salgo experta en la firma, además de con la piel renovada que era a lo que iba.
Mi consejo, ahora que ya conocéis todo esto, disfrutad de la experiencia y ya me contaréis los resultados si os animáis a pasar por allí.
Para reservar, simplemente llamando al propio hotel.
Todo lo que tenga que ver con belleza, masajes y cremas me encanta. La historia de esta firma es una demostración de valentía y de unión, porque es un negocio familiar. Mucha gente quisiera hacer cosas así, pero no tienen dinero para invertir.
ResponderEliminarQue curiosa la historia de esa casa. Respecto a la rutina soy como tu por lo que un tratamiento no me iría nada mal! Este verano he empezado a utilizar aceite de rosa mosqueta para una mancha bastante grande que me salió en la cara (y eso que me pongo crema solar 50 cada día) y tengo que decir que ha desaparecido, sigo poniéndomelo para un par que tengo de hace unos años y aunque cuesta un poco más va surgiendo su efecto.
ResponderEliminarHoolaa! Pues todo el mundo habla maravillas de esta marca...por algo será.
ResponderEliminarAHora que sé la historia que hay detrás me gusta mas!!!!menudo ejemplo a seguir el de esta familia..y qué valientes, porque es muy arriesgado montar algo así, y se necesita una gran inversión.
Me encanta tb que sea homenaje a jaqueline!jajaja que reguapa que es!!!!!!!
En fin lo único que me echa para atrás es el "olor a lavanda" en la cabina..ajajaj no puede ser otro???no puedo con ese olor!!!!!!!!!!!!!!
Un besazo!
Mental Hesitation: Por lo visto la inversión fueron 600.000 pesetas de la época. Qué tiempos aquellos a la hora de comenzar nuevos proyectos.
ResponderEliminarjajajajaj.... Seguro se puede prescindir del olor a lavanda.
Maite: Pero la rosa mosqueta no era cicatrizante. No me digas que también despigmenta??
Lady Cheska: Es complejo encontrar el dinero, Por lo que he ido aprendiendo sobre cosmética y maquillaje por lo visto lo más caro son los ingredientes. Aun así hay nuevas marcas que se aventuran. Os contaré en breve sobre ARCHANGEL.
GRACIAS POR LOS COMENTARIOS.
Mayte
Pruebala y ya me dirás! Mi madre se puso para una cicatriz en la mano y las manchas que tenía cerca se le aclararon, así que he probado en la cara y funciona!!!
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