¿Espacio escogido para esta temporada? Y mientras tanto todo el mundo cruzando los dedos y promoviendo el pensamiento colectivo: "En la Caja Mágica, no. En la Caja Mágica, otra vez, no". ¡¡Bien!! por la decisión final. En el espectacular edificio del Circulo de Bellas Artes de Madrid.
Una vez conocido, todos nos preguntábamos ¿Donde será? ¿Que tipo de ambientación? ¿Y la posterior fiesta? Casi todos conocemos de sobra el espacio y no nos imaginábamos como iba a ser la distribución para acoger la larga lista de invitados nacionales e internacionales y presentar las colecciones de hombre y mujer, con lo cual, se desarrolla un desfile largo con muchas salidas que iba a necesitar un recorrido importante.
Todo solucionado.
En la planta de acceso, reconvirtiendo el área habitual de la cafetería, el photocall en forma de U. ¿Que significa eso? Mucha celebridad. De ese modo, se hace un tour ante medios gráficos y televisión, distribuidos por zonas para dar a todos buenas imágenes y no colapsar el tráfico de invitados.
Hasta el último segundo se rumoreó sobre las chicas que suelen amadrinar la firma en sus presentaciones cada año ¿Vendría de nuevo Scarlett Johansson? ¿Quien iba a amenizar la fiesta? y lo más importante ¿Porque nos habíamos dejado el abanico incluido en la invitación?
Mira que lo ponía claro y con buena letra de impresora, se requeriría el abanico. En ese momento descubrimos el buen uso que le hubiésemos dado.
Que calor en la zona photocall. Menos mal, tras el acceso nos esperaban con unas copas de champang.
Por cierto, yo si llevaba el mío, junto con el equipo de supervivencia compuesto por unas sandalias planas y la gabardina, que todo lo puede llueva o truene, por si la noche refrescaba en exceso.
Vamos, que iba predispuesta a quedarme pasase lo que pasase.
En la segunda planta, en el entorno espectacular de la Sala de las Columnas, se realizó el desfile. La escenografía se componía por una persiana vertical metálica de inspiración 70´s, que separaba el backstage de la pasarela, creada en espejo dorado, que junto con la ambientación mediante la luz en tonos naranjas daba un ambiente muy cálido en total sintonía con la colección en la que predominaron los tonos camel y marrones.
Me hizo mucha gracia la reflexión de una redactora de moda con respecto a nuestros armarios: "Y ahora, ¿que vamos a hacer con la tonelada de leggins, tachuelas y chupas de cuero?"
Pues reciclar, porque Annie Hall y su espíritu nos van a invadir.
Por último, en la terraza, la fiesta.
Que buena fue la subida. Ante la salida de la multitud tras el desfile y por no esperar a los ascensores, la gran mayoría nos decantamos por las escaleras sin saber muy bien cuantas plantas nos esperaban por delante. Así acabaron algunas de las invitadas, descalzas, porque a mitad trayecto y en previsión de lo que todavía quedaba decidieron subir más cómodamente.
Los mojitos de bienvenida, una vez traspasado el umbral, fueron la mejor recompensa.
Arriba, con unas de las más espectaculares vistas de la ciudad, pudimos disfrutar del concierto de Coco Sumner y su banda. También muy folk y con un sonido que recordaba al Sting de los inicios, pese a que el single que les ha valido el pase a muchos de los festivales de este verano suene con bases electrónicas. Podría escuchar el tema "Caeser" mil veces consecutivas, me encanta el original o la versión, que ya se ha escuchado en algunos desfiles.
Me vuelve loca su voz masculina, cuando además, ella es tan menuda y delicada....
Echadle un ojo a su myspace, tiene talento, más allá de un apellido.
Lo mejor de la fiesta de Mango es lo ecléctica que resulta. Se puede venir vestido como se desee, las edades oscilan desde gente muy joven a otros no tanto, hay prensa y redactores de medios internacionales, pero nadie desentona. Lo que importa es pasarlo bien.
Adiós dieta operación bikini, bienvenidos los mini muffins tocados con la insignia de la marca.
Los mejores, recomendados por los propios camareros, de galleta Oreo. Deliciosos.
Al celebrarse la fiesta en la terraza y ser como son de traicioneras las noches primaverales, tuvieron el detalle de tener preparadas una montaña de pashminas de leopardo por si llegaba el momento. Pero la temperatura acompañó y simplemente se convirtieron en el leit-motiv, casi, casi parecía el código de vestimente. Hubo un momento que todo el mundo las lucia. Cada uno, a su manera.
El amigo, con su "Sahara Libre", triunfó.
Como no, la noche fue in crescendo. Tuvimos un poco de todo: besos inesperados, momentos como el que Coco y su grupo retomaron el escenario, pero esta vez a modo de podium para bailar, uno de los modelos masculinos acosado, estaban los que decidieron hacer "castellets" y los que encontramos pareja de baile y nos lanzamos a la pista con los temazos de los 70 y 80 que no dejaron de sonar a lo largo de la noche.
Nos bailamos hasta la musiquilla de "Vacaciones en el Mar".
Eso si, tuvimos petición final concedida al estilo fiestas del pueblo, con la técnica de toda la vida,mareando al DJ, que nos concedió Lady Gaga para finalizar.
Que suerte la nuestra que dentro de seis meses, presentan la próxima colección.