PESTAÑAS

sábado, 16 de enero de 2016

Rami Al Ali couture

Por José Luis Maseda



Porque este mundo necesita muchas más cosas bonitas, hoy queremos darte a conocer el trabajo que presenta el diseñador Rami Al Ali para su alta costura de este invierno. Si quieres saber más, solo tienes que seguir leyendo.



Me resulta personalmente muy desagradable que debido a la incómoda actualidad solamente nos vengan a la cabeza cosas negativas cuando hablamos de Siria, y por ello quiero romper una lanza a favor de este país tan cargado de historia. Sin entrar en matices, solo con nombrarte cosas como Babilonia, Damasco, Persia y el Imperio Bizantino, deberías ya hacerte una idea de porqué esta zona del medio oriente tiene tantísima importancia para nuestra civilización.
Por eso, y dejando completamente de lado la negatividad actual, he pensado en aportarte el delicadísimo talento del diseñador Rami Al Ali, porque este mundo necesita más belleza, más cosas buenas.


Nacido en una provincia del citado país, Al Ali decide en 1991 trasladarse apoyado por su familia a la capital, Damasco, para seguir sus estudios de comunicación visual en la Escuela de Bellas Artes, donde para su proyecto de fin de curso en 1995 decide realizar una colección de moda, sorprendiendo a todos sus profesores quienes aplaudieron tanto la iniciativa tan distante del origen, como sobretodo el resultado.


De allí se traslada a los Emiratos Árabes Unidos para obtener experiencia, y en el año 2000 decide crear su propia marca, con la que lleva presentando sus colecciones en ocho ocasiones consecutivas durante la alta costura de París.


Su colección para este otoño-invierno 2015-2016 se compone de unos veinte modelos inspirados en el período de los años 40-50, con siluetas caracterizadas por interpretaciones gráficas del Art Déco.
Emulando la elegancia intemporal de la época dorada de Hollywood, los materiales como el satén duquesa y el tweed crean siluetas estructuradas y capas majestuosas que contrastan con la fluidez de las faldas drapeadas en muselina de seda. Afianzando su estilo reconocible, recrea vestidos de cóctel muy femeninos recordando el encanto tan característico de la actriz Audrey Hepburn.


Los lujosos tejidos se adaptan al cuerpo remarcando los elementos gráficos que debido a su trabajo de acabado artesanal dan a la colección un aspecto a la vez funcional y elegante, comprendiendo perfectamente la belleza femenina contemporánea, que con degradados en tonos pastel desde el rosa hasta el gris, beige o champagne, consigue un aspecto lejano, dulce y romántico. Cosas bonitas, de las que hacen falta.


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