En esta tercera edición de "En tu armario me colé" nos acercamos hasta la casa de Natalia Bengoechea, la estilista que la mayoría conoceréis por haber estado al frente de la dirección
de moda de Vogue, Yo Dona o Grazia a lo largo de estos años.
Cuando se lo planteamos, el hecho de abrir de par en par su armario para destripar los secretos de su estilo a través de las prendas que cuelgan de su(s) armario(s) y que con tanta sabiduría en moda debía atesorar, no se lo pensó dos veces al aceptar, pero añadió un relajado "no vayáis a creer que encontraréis grandes piezas". Ya, ¿y creíais que nos lo íbamos a creer...? Alguien con semejante bagaje en moda, puede alegar que le gusta la sencillez, la calidad, un estilo masculino y cómodo, pero no puede negar que seguro oculta tesoros, y vaya qué tesoros. Trabajar en moda significa amarla y al final eso se traduce en contar con buenas adquisiciones, y sí, por qué negarlo, siempre con un toque especial y diferente como el que luce Natalia cada vez que te la cruzas en una fashion week (donde nunca la verás con el disfraz prestado para hacer las delicias de los fotógrafos de street style) o en una reunión.
Recorre el armario y estilo de Natalia Bengoechea...
Y luego dinos tú si lo que tiene no son piezones.
(porque ya tiene dos herederas, que si no, me postulo)
Para los que no situéis a Natalia en el panorama de la moda española (esa es una de las grandes motivaciones a la hora de seleccionar a los protagonistas de esta sección, no solo sacar rostros conocidos y populares, sino a la gente que realmente gestiona el mundo de la moda), su trabajo como estilista comienza hace más de 15 años, trabajando de asistente de Manolo de la Fuente, en el inicios, inicios de la revista Vanidad, cuando ni siquiera tenían oficina y el que entonces era el director, Orlando Reyes, trabajaba desde su casa. En ese momento conoce al que actualmente es su marido (el fotógrafo Nacho Pinedo, y quien podemos asegurar tiene adjudicado el armario más pequeño de la habitación) con quien se traslada (arrastrada) a vivir a Nueva York. Allí todo marcha fenomenal, trabajando para un montón de firmas, hasta que se producen los atentados del 11S, en plena semana de la moda neoyorkina, lo cual les lleva a replantearse vivir en esa ciudad y como muchos otros se dan a la huida, con el caos, la incertidumbre de abandonar sus vidas y el miedo de lo ocurrido, hacia otro lugar ¿pero a dónde? Una pareja de fotógrafo y estilista de moda que reside en una de las capitales mundiales entorno al fashion business solo puede buscar acogida en otro de los epicentros, así que se mudan a París. Y allí será donde comience otra era en la trayectoria profesional de Natalia.
¡Guah! Este párrafo me ha quedado de comienzo de novela, total.
Que lo sepas, Natalia, igual me quedo tu historia para escribir un libro.
:D
Bueno, y mientras reflexiono con el capítulo uno del comienzo trepidante como estilista de Natalia os cuento algunos de los secretos de su armario, que es a lo que hemos venido. ¿O queréis que siga con lo que ocurrirá ahora? Pues vais a tener que esperar a que fotografiemos la colección de camisas, camisetas y blusas tan diversas que nos topamos al abrir el primer armario.
A mi personalmente las que más me gustan son estas, prendidas de la puerta, y le pregunto si es mucho de llevar camiseta y me contesta que no, que son las que utiliza como pijama ¿No son adorables? Con estilo hasta para meterse en la cama.
La historia de Natalia al llegar a París es tan potente, que quiero que nos cuente más.
Por cierto, si os fijáis en su estilo descubriréis que es una persona a la que le encantan
las chaquetas y los abrigos, sí, los abrigos de verano también.
En esta foto impermeable de Nike y un plumón de Comptoir des Cotonniers que asegura ponerse debajo de todo o que siempre lleva en la maleta cuando viaja. Trucos de estilista que hay que anotarse.
Bueno, llega octubre del 2001 y con medio planeta aterrorizado por los atentados, la semana de la moda de París corre el riesgo de no ser cubierta de manera apropiada, muchas revistas cancelan su asistencia y algunas como Vogue España buscan un corresponsal que bajo la dirección de Yolanda Sacristán, quien había sido nombrada directora en el año 2000, lo cubra y que además prepare todo el especial tendencias. TO-DO en un época en la que internet estaba en pañales y en el que las comunicaciones se hacían mediante envíos postales para recibir las fotos o por fax para comunicar cualquier tema importante es MU-CHO trabajo. Un trabajo que le sirvió para consagrarse como la nueva directora de moda de Vogue España en un momento de cambio absluto en cuanto al concepto de revista, con modelos top y grandes portadas.
Una época de la que atesora un montón de recuerdos y experiencias, y además todos estos (y muchos más que ni tan siquiera ha estrenado) maravillosos bolsos. De arriba a abajo: Bolso rojo de Chanel, bolso estampado de Marni, charm de flor aplicado a un Loewe (aquellos que parecían sencillas bolsas de papel) o el bolso de Chanel que asemejaba una bolsa de la maison y que vimos en el desfile de P/V 2009.
Asegura que ella no es nada fan de su propia colección de bolsos, pero que los guarda por que a lo mejor a sus hijas les hace ilusión, en un futuro, y porque además su madre era poco guardadora y le da rabia cuando no encuentra alguna pieza interesante que recuerda. Y así, entre prendas míticas de relevantes firmas guardadas, como estos pantalones de Chloé de la época de Stella Maccartney y Phoebe Philo (por cierto, ¿recordáis este relanzamiento de prendas icónicas que hizo la firma hace dos años?), o unos cargo de la era Ghesquière en Balenciaga, nos cuenta como dio un parón para ser madre de su primera hija, y así finaliza la etapa en Vogue, para en 2005 unirse al siguiente proyecto como directora de moda, el de YoDona, junto a Charo Izquierdo.
Natalia, mientras, nos confiesa ser fan absoluta del TopShop, de donde es este abrigo de cuadros que mola tanto, especialmente de la tienda de Londres, la cual siempre visita en los viajes que cada año la llevan hasta la ciudad británica, y de Marlota, la firma del abrigo granate, de quien también nos muestra un montón de prendas y además me cuenta la historia de la firma.
Anoto en mi libreta, "indagar más sobre Marlota".
Hablando sobre zapatos, siempre de estilo masculino o deportivo, como las Converse de MMMargiela, los Jimmy Choo flúor con encaje o las zapatillas de Camper en colaboración con Bernhard Willhelm, termina de contarnos su paso por Yo Dona y cómo siguiendo a Charo Izquierdo, a quien conoce desde que era pequeña, en 2012 se monta en el siguiente proyecto editorial que es el de lanzar una nueva revista en el mercado, Grazia España, con quien tuve el placer de colaborar durante su corta pero intensa vida.
También utiliza mucho jersey de punto que compra en &Other Stories o COS, así como sudaderas que le roba a su marido, como esta genial de Banana Republic que conserva el logo original o esta otra en forma de chaqueta con capucha de Hedi Slimane en sus comienzos.
Precisamente con su marido y además Hugo Lavin, actualmente andan involucrados en su proyecto editorial más personal, la revista Varón, de manufactura nacional, para un público masculino que busca un producto muy visual, de tendencia y con calidad, a la venta en los sitios más nicho de moda a nivel internacional, con dos ediciones anuales y que si no te quieres perder, la puedes seguir en IG, @varonmagazine, porque dentro de poco llega el siguiente número.
Terminando con el paseo por el estilo de Natalia Bengoechea, entramos en su toilette donde se mezclan todo tipo de productos, siempre prácticos y funcionales, como el autobronceador que mezcla con crema hidratante para darse un poco de color en las piernas ahora que empezamos a lucir faldas sin medias y no nos ha dado un rayo de sol (aquí algunos consejos más) y otros de alta gama como el perfume de Prada, las cremas de La Mer y un montón de maquillaje de Chanel, aunque luego no se maquille nunca.
Gracias Natalia, por dejarnos entrar en tu armario y contarnos
tan valiosas experiencias en el mundo de la moda.
Yo con sus bolsos me conformaba!!! Jijiji 😃
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