Confieso que nunca he sentido una particular atracción por las joyas, prácticamente no las uso y solamente en muy contadas ocasiones las he regalado, pero…
…pero siempre hay ciertos momentos en los que tienes que rendirte a la evidencia, y con respecto a lo que te voy a contar hoy solamente puedo decirte que aún sigo con la boca abierta.
Recientemente uno de mis museos favoritos de París, el Musée des Arts Décoratifs, dedicó un homenaje a la prestigiosa firma de joyería Van Cleef & Arpels con una exposición en la que entre numerosos documentos y dibujos de archivo, se podían contemplar muy de cerca hasta 500 piezas de sus prolíficas colecciones.
Con una espectacular puesta en escena obra de la agencia Jouin Manku, y varios agentes de seguridad por metro cuadrado (la caza de la foto para ilustrar esto que lees demuestra una vez más que la vida es riesgo, por eso lamento la mala calidad de las mismas), puedo decir que ha sido uno de los grandes momentos culturales que nos propone París, y eso que el año no ha hecho más que empezar. Bien.
Desde 1906, cuando Alfred Van Cleef se asocia a su cuñado Salomon y al hermano de éste, Julien Arpels, y deciden abrir una tienda en el número 22 de la Place Vendôme, el éxito de la casa no ha hecho más que incrementarse y podemos dar bien cuenta de ello con la exposición, en la que el recorrido nos lleva cronológicamente por todas las etapas de la historia y la evolución de estos expertos joyeros.
El saber hacer artesano y el estilo tan reconocible de la marca les hizo ganadores de diversos premios en las exposiciones universales como la de 1925, dando paso a diversas osadías creativas (mezclas de colores y materiales como el lapislázuli y las turquesas, el coral o el jade) para recrear los intereses culturales de la época, como el exotismo de China y Japón, o Egipto y la riqueza de la flora y la fauna, dando rienda suelta al Art Déco en la joyería.
Con el tiempo, invenciones originales como la Minaudière, sustituyendo al bolso de mano en el que llevar lo estrictamente imprescindible para los retoques de belleza en las noches de gala (el antepasado del actual clutch), el espectacular collar Zip (creado en 1951 en diamantes sobre platino, en forma de cremallera y con el mismo funcionamiento), la colección Alhambra (reina de ventas) o las múltiples maneras de utilizar una misma joya con los Passe-partout (piezas transformables en diadema, colgante, broche, collar, etc) convierten a esta marca en una de las más influyentes en el mundo de la joyería, histórica y creativamente hablando.
Hecho demostrado desde 1933 con la invención de un revolucionario nuevo método de engarzado de piedras conocido como el “serti mystérieux” (engarzado misterioso), inspirado en la técnica vista en el mosaico diminuto de un broche romano del siglo XIX y que permite dejar invisible la montura de cada piedra, pudiendo así dar forma a volúmenes, relieves y curvas mucho más originales.
La elegancia e ingeniosidad de las creaciones así como la utilización de materias preciosas y de una gran rareza consiguieron fidelizar una clientela legendaria que se compuso principalmente de familias reales o principescas, iconos de Hollywood o socialities de lo más exigente, siendo parte de ella nombres tan célebres como la Duquesa de Windsor, el príncipe Aga Khan y la emperatriz Farah Diba Pahlavi, la maharaní de Baroda, la reina Sirikit de Thailandia, Jackie Kennedy, Maria Callas, Ava Gardner, Marlene Dietrich, Grace Kelly o Elizabeth Taylor quienes atesoraban piezas exclusivas y de un valor y bellezas incalculables.
Desde hace unos años, e inspirándose en los eventos contemporáneos, Van Cleef & Arpels siguen cautivando clientes con colecciones particulares y temáticas, como “L’Atlantide” en 2007, “Les Voyages Extraordinaires” en 2010 o la última, “Palais de la Chance” en 2012, una de cuyas piezas principales, el Phénix Mystérieux, cierra la exposición (y que puedes ver en la foto de la izquierda de estas cinco que siguen a continuación).
Y como hay algo que lamentablemente no puedo transcribir aquí, y es ese maravilloso brillo que desprenden las piedras preciosas y que es capaz de hipnotizarte, espero que al menos, hayas podido disfrutar un poco de las imágenes.
Que preciosidades, nos has enseñado un verdadero tesoro y de los tuyos pirata, me han encantado, gracias por ese riesgo de fotos!!!!
ResponderEliminarBesos
Disfrutado del todo!
ResponderEliminarMaite y Cheska, me alegra haberlo podido compartir una vez más. ¡Un abrazo fuerte! ;-)
ResponderEliminarJo!! Qué bien lo pasamos en esa expo!! Ahí intentando que nos pillaran haciendo fotos... jejejje
ResponderEliminarMaravillosa!
GRACIAS POR ACERCARNOS ESTE MUNDO INCREIBLE!!
GRACIAS POR TUS POSTS.
Mayte