Chloé, Attitudes

A finales del año pasado (hay que ver lo rápido que pasa el tiempo) tuvimos en París la posibilidad de celebrar y disfrutar del 60° Aniversario de la firma de moda francesa Chloé, que lleva contribuyendo con la historia de la moda desde 1952.

Con una densa y vanguardista exposición bajo el nombre de “Attitudes”, pudimos recorrer lo que ha sido el espíritu de la casa a lo largo de tantas décadas, y a través de muchas de las piezas emblemáticas que han marcado la cronología moda de Chloé, creadas en un principio por su fundadora la diseñadora de origen egipcio Gaby Aghion (cuyo verdadero nombre era Gabriella Anoka), y posteriormente por talentos como Karl Lagerfeld, Martine Sitbon, Stella McCartney, Phoebe Philo o Clare Waight Keller, actual directora creativa.

Sin ser nostálgica ni cronológica, la exposición se organizaba siguiendo un recorrido temático, con puestas en escena más que originales y siluetas de prendas conocidas o algunas que se presentaban al público por vez primera.

Concebida por la famosa comisaria de exposiciones Judith Clark, y dentro del marco del recientemente renovado Palais de Tokyo (que dicho sea de paso, ha pasado de 8.000 a 22.000m²de superficie, convirtiéndose en uno de los lugares más grandes dedicados a la creación contemporánea en Europa), Attitudes ha sido la elegida por el presidente del palacio Jean de Loisy para ser la primera que inaguró un futuro ciclo de exposiciones titulado “Fashion Program”.

En ella, se recrea la línea seguida por la fundadora quien queriendo crear un buen guardarropa femenino, elegante pero algo más informal, aleja a la mujer de la rigidez de la Alta costura a la que se veía sometida entonces.

Esta filosofía toma verdadera forma públicamente en su primer desfile, realizado en el archiconocido Café de Flore parisino, allá por 1956, y en el que presenta una de sus primeras colecciones, las cuales bautizaría desde entonces y cada una de ellas con letras del alfabeto.

La escenografía de la presentación, de mano también de Judith Clark, comenzaba por un recorrido en imágenes con diseños y dibujos inéditos, fotografías de la propia creadora o exquisitas campañas de la firma obra de fotógrafos prestigiosos como David Bailye, Guy Bourdin o Helmut Newton, entre otros.

Acto seguido, una serie de espectaculares jaulas metálicas, como escaparates sin cristal en el que aprovechando la luminosidad artificial del recinto (el Palais de Tokyo es puro cemento y neón industrial) se revisten de materiales preciosos como la madera o el cuero, y cuyos suelos fueron cubiertos por trabajos de marquetería inspirados en los estampados de las prendas presentadas.

Mención especial a la puesta en escena del estilismo capilar para los maniquíes, con fabulosas pelucas obra de la excéntrica originalidad del peluquero londinense Angelo Seminara. Fan total y absoluto, porque cobraban protagonismo por sí solas también. Cuando se es creativo, poco importa el soporte. 

Para ratificar el espíritu independiente y vanguardista de esta firma y aprovechando la celebración de su sexagésimo aniversario, han decidido reeditar dieciséis de sus prendas y accesorios más emblemáticos. Presentadas en la exposición y disponibles en las tiendas Chloé a partir del próximo mes de febrero, la edición Aniversario incluye piezas como el espectacular vestido violín diseñado por Karl Lagerfeld para la primavera de 1983, la camiseta piña de Stella McCartney para el verano de 2001 o el bolso Paddington de la primavera 2005 ideado por Phoebe Philo.

Y por supuesto, edición limitada a sesenta piezas.

Completísima y maravillosa exposición que fue la primera de lo que espero sea una larga lista de citas imprescindibles.