I wanna dance with my baby.......
Esta canción de Madonna lo dice todo.
Hace algún tiempo
My Own Yellow Cat preguntaba que ocurre a cerca de la música en los desfiles y como nos las apañamos en caso de que se corte o falle el sonido.
Primero, comentar que la música en un desfile es casi tan importante como el pelo o el maquillaje escogido para dar forma a todo el espectáculo. Ha de ser un juego de emociones.
El sonido lo es todo. ¿No os ha pasado que en una película de miedo se os ponen los pelos de punta antes de que acaezca nada importante solo por esa musiquita intrigante?
Aquí ocurre algo similar. La música suele enaltecer el propio desfile haciendo que la ropa cobre mayor vida.
Incluso hay desfiles inspirados por la música. Así lo reconoce Karl Lagerfeld, muy dado en los últimos años a buscar su musa en las estanterías de las "fnacs" más desconocidas del planeta. Ya tuvimos un desfile homenaje a la estética Amy Winehouse, otro actuación/colofón en vivo de Lily Allen y cuando no, saca del baúl de los recuerdos canciones como "Joe le Taxi" que catapultaron al éxito a Vanessa Paradis, siendo una adolescente, remezclados con nuevos descubrimientos. El último: Una pelirroja británica de música electro-pop ochentera que esta temporada ha sonado en desfile si, desfile también, tras ser bendecida por el Kaiser.
La Roux.
Otros grupos corrieron la misma suerte, como son los
MGMT escuchados por primera vez en un desfile de D&G pero hay muchos más y la sucesiva utilización en los diferentes desfiles de una misma temporada lo dejan claro. Hay canciones nacidas para ser desfiladas.
La lista al completo,
aquí.
Las mezclas tan especiales que se escuchan en rara ocasión se pinchan en directo.
¿Alguien recuerda el tema base de Twin Peaks unido a la canción "Como yo te amo" de Rocío Jurado? Pues surge por esas cosas que tiene la casualidad, de como un conocido actor del panorama nacional se percata de que los tiempos de ambas ensamblan y deciden probar.
Algo así se les debe pasar por la cabeza a los dj´s de los desfiles cuando se lanzan a mezclar "Smells Like Teen Spirit" con hip-hop.
Los controles de música suelen estar fuera del alcance visual, junto a los técnicos de luz y todos ellos junto al realizador, que es el que manda, y la gente de video, sintonizados a través de cascos para dar comienzo al desfile de manera unánime.
Por supuesto, y pese a que todo se cuida muchísimo en el trabajo previo, los fallos ocurren.
Salta la canción, se encasquilla el reproductor, saltan los fusibles o vete tu a saber que, el caso es que te pilla en medio el trayecto, entre la visita a los fotógrafos y la vuelta al backstage. Hacer no puedes hacer nada, lo único continuar parsimoniosamente como si nada estuviese ocurriendo.
Se desaconseja abiertamente parar o ralentizar la marcha, dar sensación de normalidad es lo más positivo pero el público que no es tonto, y a veces hasta muy directo, ya ha comenzado a cuchichear. Inevitablemente se escucha todo. Lo primero que oyes son tus propios pasos, además no eres la única, de pronto ante tal silencio parece que todo el mundo puede oírlos.
A partir de ahí comienzas a escuchar levemente el jaleo del interior, que como podéis imaginar ha dejado a la mitad del quipo paralizado y a la otra mitad lo tiene al límite de un ataque de nervios tratando de solucionar el desaguisado.
Al final, se solvente o no, la cosa no pasa a mayores. Tampoco es tan grave pero si es cierto que esperar 6 meses entre presentación, invertir tanto esfuerzo en ella para que luego no salga a la perfección es para tirarse de los pelos.
De los casos más curioso que me han ocurrido, descontando parones y cortes en la música de muchos desfiles, fue este, de Issey Miyake, en el que la Orquesta Filarmónica de Londres ponía en vivo y en directo sonido a la presentación, además de ir guiadas a través de un pinganillo incrustado en la oreja derecha por el que recibíamos ordenes para desplazarnos por el espacio en base a unas 5 coreografías base que habíamos ensayado con anterioridad.
Desde fuera no se como se vería aquello, el caso es que durante los ensayos no oíamos tan fuerte la música porque la persona que nos dirigía lo hacia desde el interior observando a través de pantallas, en cambio para el desfile optó por ponerse junto a la orquesta.
¡¡Oíamos los timbales como si los hubiesen instalado en nuestras cabeza!!
Creo que nos movíamos como patos mareados por un espacio descomunal que cambiaba de iluminación según la música proyectando formas geométricas sobre el suelo y que indicaban los lugares donde debíamos parar.
Desde luego, como ejercicio de improvisación nos merecimos un 10.
Los recopilatorios de música de desfile es una de mis causas. Si me gusta, lo más probable es que me presente en su zona a marear al dj para que me haga una copia o al menos me diga que temas ha pinchado. Es la mejor manera de conocer nuevos grupos.
En España son altamente recomendables los de Duyos y Loewe.
El último en sacar un recopilatorio comercializado ha sido Devota&Lomba para celebrar sus veinte años en la moda. En él no faltan Goldfrapp, The Chemical Brothers o Norah Jones.
¡¡Celebrémoslo bailando!!
PD: ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN EN
YODONA.COM SOBRE EL VIAJE A INDIA.
HE LLEGADO A ESTE LADO DEL PLANETA PERO POR SUPUESTO ¡¡CON GANAS DE REGRESAR!! ESPERO QUE OS GUSTE ESTE ÚLTIMO POST.