Siento inquitud de manera constante por todo lo que ocurre al mi alrededor, cualquier historia que me vengan a contar me interesa. Para mi todas tienen su aquel, unas más interesantes, otras puras milongas y algunas, que mejor ni archivar en la memoria por aquello de no acabar repitiéndolas en un futuro, pero curiosas, eso siempre.
Os traigo algunas de las últimas.
¿Sabías que a los desfiles se podía acudir pagando?
Evidentemente no hablo del tiempo actual sino de cuando las firmas y salones de moda recibían a sus clientas habituales en pases de moda diarios donde las modelos desfilaban una y otra vez las creaciones del modisto. Modelos, que por cierto trabajaban de manera exclusiva con cada maison y a las cuales se les trataba como si fuesen de la familia ya que pasaban gran parte del día junto al equipo de la casa.
Quien tuvo la idea de además abrirlos a todos aquellos que estuviesen interesados en acudir a verlos fue Pierre Cardin, eso si, tras pagar un precio por la entrada ya que este público estaba compuesto generalmente por estudiantes o modistas que venían en cierto modo a tomar notas de sus piezas para supongo yo luego reproducirlas.
Estoy segura que a día de hoy mucha gente estaría dispuesta a pagar una entrada por acudir a según qué desfiles.
¿Sabías que referencia tomó Coco Chanel para crear los populares zapatos bicolor?
La creadora que no era muy fan de sus propios pies los cuales no consideraba excesivamente bonitos e incluso cuando se descalzaba en la playa trataba de ocultarlos enterrándolos en la arena mojada de la orilla. De ese cúmulo de arena tapando la puntera de sus pies nación la idea de crear un zapato bicolor con el que además conseguiría alargar la pierna ópticamente ya que la zona beig se funde con la piel dando continuidad a la propia pierna.
Hay por ahí historias que cuentan otra versión pero a mi esta me la contó una empleada de la firma y como me gusta más pues me quedo con ella.
¿Sabías que no todas las prendas son aptas para museo?
No es que las piezas en si no sean aceptables para museo textil si recopilan determinadas cualidades sino que cada fundación pone sus condiciones como es el caso de la Yves Saint Laurent-Pierre Bergè cuando se dedica a la búsqueda y captura de piezas que seguiran engrosando sus archivos muchos de los cuales provienen de donaciones pero también de compras. Las prendas se tasan por su excepcionalidad, estado (aunque esto es poco relevante porque en el atelier se hacen auténticos milagros para recuperarlas y conservarlas), númeración (cuantas de ese modelo se fabricaron), y el dato más importante, deben ser una talla 38.
No porque sean dicriminatorios con otras tallas sin motivos sino porque las prendas han de poder utilizarse sobre maniquies generalmente de talla estandar para las diversas exposiciones que organizan.
Pues las que descarten que avisen y vamos a ver si nos interesan a las que no hacemos ascos a otros tallajes.
¿Sabías que hay lugares específicos donde aplicarse el perfume?
Yo lo he aprendido a fuerza de escucharlo pero todavía me cuesta llevarlo a cabo.
Aplicar el perfume sobre la piel no es bueno ya que con al incidir el sol puede causar manchas, pero ¿No dicen también que hay que evitar hacerlo sobre las prendas porque las mancha de manera definitiva? No me aclaro con tan diferente información ¿Entonces?
Seguir las normas de uso de Mademoiselle Chanel que decía el purfume hay que aplicarlo donde queremos que nos besen, en cuello/zona orejas y en el canalillo, o en los puntos donde el pulso es mayor: muñecas y detrás de las rodillas.
Le haremos caso.
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