Por Jose Luís Maseda
Para empezar, no te asustes y vuelve a
leer el título, despacio. Así a la primera no es fácil quedarse con el nombre
de este nuevo talento del diseño, al que vamos a tener que seguir de cerca.
Ahora que ya está más claro, te
cuento.
Durante el pasado mes de Abril, se
celebró en Dinard (ciudad de la Bretaña francesa) la decimonovena edición de su
conocido Festival de Moda.
Mientras que el Gran Premio de Moda
Masculina recayó en el creador francés Romain Urnel, el primer puesto en cuanto
a Moda Femenina fue atribuido al diseñador Takuya Isagawa.
Y así, la galería Joyce parisina acaba de concluir una
exposición que presentaba parte de esta colección ganadora para darla a conocer
al gran (y fashionista) público.
Japonés de veinticinco años, y
estudiante de moda en la reputada escuela ESMOD de París (aunque comenzase en la sucursal de Osaka, en su país de
origen), Takuya es una persona muy discreta y con una mentalidad bien acorde
con su cultura, cortés, formal y perfectamente pragmático.
Contento por haber salido vencedor en
este certamen, recuerda que no es su primer concurso (quedó 3° en otro concurso
similar en Japón), y se plantea la idea de presentarse a otro certamen de moda
francés muy conocido, el Festival de Hyères: “necesito
conocer cuál es mi nivel creativo y profesional, y para ello debo compararme
con otros creadores”.
Se confiesa admirador de firmas como
Martin Margiela, Balenciaga y Viktor & Rolf, y con los pies bien en el
suelo afirma que su intención es la de trabajar en algunas de esas casas de
moda antes de decidirse a dar forma a la suya propia.
La originalidad de la colección de
este joven japonés sedujo al jurado porque sus piezas tienen una sofisticada
técnica de patronaje y muy buen corte, además de dar prioridad en su estilo al
confort y la ergonomía. Inspirándose en el surrealismo (una de las tendencias
que podemos remarcar en casi todas las firmas para este verano), ha querido
descomponer la estructura de las prendas, siendo su pieza estrella el “abrigo para dos”, o el bolso maleta a
juego con la prenda, fabricado en plástico, tul y lana, y en el que hay que
meter la mano dentro para poder agarrar el asa del mismo.
Colores básicamente neutros (blanco,
negro, gris, azul cobalto…), materiales nobles (crepé de seda, lana…), junto a
los numerosos efectos trampantojo (botones que no lo son, cinturones cosidos a
las trabillas de los pantalones, mangas falsas…) se acompañan de detalles
extravagantes (como esas gorras en nailon y de visera desmesurada), y de
accesorios originales como las bailarinas con plataforma y el único toque de
color encontrado en los bolsos pochette, de un rojo excéntrico.
Aunque afirma no tener en la cabeza
una imagen concreta de la mujer que le inspira, y asegura que solamente quiere
crear prendas que apetezca llevar, el premio ganado en Dinard, no solamente le
acerca a la concretización de su sueño (en sus propias palabras), sino que
además le otorga un cheque de seis mil euros, y un stand a su nombre en la
prestigiosa cantera de moda que es la Feria Who’s Next en París.
Así que lo dicho, hemos de seguirle de cerca.
Repeat after me: Takuya Isagawa.